Entrevista: Irene Villa,foto, víctima de la banda terrorista ETA. No quiero ni un muerto más, pero quiero Justicia. Irene Villa: Tengo 32 años. En 1981, una bomba de Eta me provocó amputaciones.Compito en esquí alpino adaptado. Me caso en junio. Acabo de reeditar mi libro "Saber que se puede" y colaboro en "Curri y compañía", de La 10. Su frase favorita es la siguiente- "Me encantaría que fuésemos de titanio. Seríamos más felices. Tomamos una caña con calamares, esta guapisima, muy simpática. Irene Villa lleva más de 15 años con la responsabilidad de ser testimonio vivo de la brutalidad de ETA y representante de otras víctimas del terrorismo que no obtuvieron todo el cariño ni la atención que ella recibió. Este peso excesivo para una niña no sólo no la transformó en una mujer vengativa, sino que la convirtió en un derroche de generosidad. Esto no impide que, ahora, tras las expectativas generadas, exija Justicia y ni un paso atrás. Pregunta.- El presidente del Gobierno anunció el viernes una modificación de la Ley de Solidaridad para las víctimas e insistió en que siempre les tendrá en cuenta. ¿Cuál es su opinión? Respuesta.- Pues que se ve acorralado, sabe que las víctimas tenemos mucho respaldo social y que se juega mucho, que no sólo una parte de España está en contra de la política antiterrorista.Hay gente del PSOE que me ha llamado pidiéndome perdón, y diciendo que es una vergüenza, porque se están portando fatal con las víctimas. Por eso lo ha anunciado, porque ve que sus propios votantes están en desacuerdo. P.- Cuando se elaboró esa ley había una tregua y, aparte de constituir un reconocimiento necesario de las víctimas, se entendió como un modo de preparar determinadas decisiones sobre los presos de ETA. ¿Cree que puede augurar algo similar? R.- Por supuesto que sí. El terrorismo se ataja de dos formas.Una es siendo fiel al Estado de Derecho, con la ley, y la otra forma es la rendición y acceder a lo que te pidan. Estarán preparando el camino para acceder a lo que pida ETA. P.- ¿Qué piensa de las expectativas creadas por el presidente respecto al fin de ETA? R.- Yo creo que el fin de la violencia ya lo teníamos. Tras el 11 de marzo, el terrorismo ya no tenía razón de ser, y ahora lo que tenemos es el principio de la fuerza de ETA. Otra vez han vuelto a las calles, extorsionan a los empresarios, han vuelto a reunirse en el congreso ése que hubo en Barakaldo; otra vez tienen fuerza, tienen voz, tienen voto, tienen estructura. Estamos en el principio del resurgir de ETA y de que los etarras vuelvan a la calle. ¿Sacar a etarras es el fin de la violencia? Hay que ser muy obtuso para creer eso. P.- Da por sentado que a los etarras les están sacando, pero esto no ha ocurrido todavía. ¿Se adelanta porque cree que es inevitable? R.- A lo mejor es demasiado tremendista y me dejo influir por las últimas noticias sobre la refundición de condenas. Pero yo creo que, al final, se cumplirá ese planteamiento que hemos escuchado toda la vida de «paz por presos». Aunque repitan que se acogen a la ley, algunos pasos están dando, y si no, ¿por qué quitan al fiscal Fungairiño, que era el que hacía que se cumpliera la máxima condena? No les están soltando, pero les están dando facilidades. P.- ¿Descarta que la destitución se basara en razones técnicas? R.- Es que hace un año, en la AVT alguien dijo que eso iba a ocurrir y todo se está cumpliendo. Alguien auguró que el PSOE iba a querer acabar con la AVT y que yo lo iba a notar, y a mí me pareció imposible. Pero, efectivamente, lo he notado, los medios del Gobierno ya no me quieren; cuando presento mi libro, las cadenas del Gobierno no van porque hablo de no dialogar con asesinos. Me siento como una disidente en Cuba y me doy cuenta de que todo es estrategia y manipulación. Y la gente no se entera de nada, sólo pide que dialoguen, que pacten, que salgan a la calle y que ya no maten. Yo intento respetar todas las opiniones.Hay hasta amigas mías que me han dicho, Bibi, si dejan de matar que los saquen, pero eso me duele. P.- Los partidarios de negociar plantean un dilema: ¿qué prefiere, que se negocie con ETA o que haya un muerto más? R.- Ya. Yo prefiero que no haya un muerto más. Pero yo tengo una lucha interna en ese punto: yo quiero que se haga Justicia, pero no quiero que haya ni un muerto más porque eso sería terrible para todos. P.- ¿Si los gestos y las decisiones que está adoptando el Gobierno persiguieran que no haya un muerto más, estarían justificados? R.- Es una pregunta muy difícil, pero yo creo que el fin no justifica los medios. No soy nada maquiavélica. Durante la tregua trampa del 98 yo decía que con eso me conformaba, que si fuera por mí, hacía lo que fuera y que no volvieran a matar, pero luego hubo 50 muertos. Se les han dado muchas oportunidades. Si fuéramos todos tontos y no tuviéramos ninguna historia detrás, podríamos pensar en seguir esta nueva vía, pero ya pasamos por una tregua trampa y ahora se están reestructurando. Hay que aprender del pasado. P.- Supongamos que el proceso tuviera éxito, ¿hasta qué punto estaría dispuesta a ser generosa? R.- Con el terrorismo no hay que ser generoso, pero ya que la vía está abierta... Pero no, tienen que cumplir sus condenas.Suelo ir a las cárceles a hablar con los presos porque pienso que todos merecemos una segunda oportunidad. Quien está ahí ha hecho algo malo, pero es posible que no sea malo, y creo en la reinserción, pero una vez que hayan cumplido sus penas. P.- ¿Y habla con etarras? R.- Fui a verles, pero los familiares me miraron mal y no les dejaron. ¡Encima de que voy a ayudarles y a intentar que expíen su culpa o que intenten reinsertarse...! Como dice mi hermana: «Tú eres una flower power, tú, paz y amor pero no te das cuenta de nada». Pero yo lo que quiero es que cuando esos etarras salgan a la calle, no vuelvan a matar, quiero vaciarles de toda esa mierda que tienen dentro y que se aparten de ETA. P.- ¿Sería capaz de hablar con Anboto o con Kantauri, a quienes se atribuye la colocación de la bomba que te cambió la vida? R.- ¿Están en la cárcel? ¿Son ellos los que atentaron contra mí? P.- A uno lo cogieron durante la tregua del 98 y a Anboto la detuvieron en Francia hace año y medio. R.- Le prometo que no me he preocupado por saber quién nos puso la bomba a mi madre y a mí. Yo lo que quiero es que se haga Justicia con todos y que cumplan, y me da igual que sea quien me atacó a mí o a otro. Lo mío además ha sido lo menos grave, porque yo estoy viva. Por eso digo que ni es venganza, ni es odio, afortunadamente, por eso soy una mujer tan feliz y tan entera. En vez de vivir odiando, he vivido buscando Justicia. He tenido mis viajes, mis amigos, y después tengo una vida paralela en favor de las víctimas. P.- ¿Por qué despierta en usted tanta desconfianza el presidente? R.- Porque cuando se habla de ceder no sé cuándo va a poder frenar y si va a saber frenar. El terrorismo es insaciable. P.- Cabe darle un voto de confianza. R.- Sí, eso es lo que nos pide, pero después veo otra vez a los etarras en el Parlamento vasco, convocando reuniones, a Otegi en la televisión. Y me pregunto, ¿pero este hombre no es ilegal, por qué tenemos que estar escuchándole cada dos por tres? ¡Cómo que confiemos! P.- Zapatero recordaba el viernes que Aznar hizo lo mismo que él. R.- No se puede hablar con ETA, ni Aznar ni Zapatero. No hay nada que hablar con alguien que mata. También tengo que agradecer que hayan cogido a un montón de etarras, pero yo creo que, al final, esto que está ocurriendo lo vamos a pagar porque el único lenguaje que entienden los terroristas es el de las bombas. P.- ¿No es contradictorio negarse a dialogar y después irse a las cárceles a hablar con ellos? R.- Yo creo que el Estado ha de hacer que se cumplan las leyes, pero después han de reinsertarse y salir con un corazón más limpio.No son contradicciones. Yo no me quiero vengar porque sé que la Justicia velará por mí, pero si no lo hace... P.- ¿Cabe la venganza? R.- No, porque yo no soy una asesina. Estoy tranquila porque el que la hace la paga, pero si no la paga y se le acortan las penas, pues me mosqueo. Intentaré asumirlo y punto. P.- El viernes, el presidente aseguró sentirse muy honrado por haber sido invitado a su congreso. R.- ¡Pero si el año pasado no vino al de Colombia ni vino ningún representante de España! No sé hasta qué punto es congruente su presencia en un congreso de víctimas que le van a decir que un Gobierno democrático no se puede rendir ante el mayor enemigo de la Democracia. No entiendo por qué se abandonó el camino de un Estado fuerte que estaba dando sus frutos. P.- Aznar tampoco le convencía. R.- Es que no soy política, aunque las víctimas podemos haber sentido cierta empatía por la lucha antiterrorista que llevó el anterior Gobierno, pero me duele mucho que digan que soy del PP, me da rabia que hayan conseguido lo que quieren: ponernos a la AVT una etiqueta para taparnos la boca. Yo ni soy de izquierdas ni de derechas, simplemente estoy por los Derechos Humanos, los defienda quien los defienda. Por eso, para mí es incongruente ayudar a una banda asesina para que deje de matar porque eso está en contra de los Derechos Humanos. Para mí el Gobierno, ahora mismo, está en contra de los Derechos Humanos. P.- ¿Y no cree que algunas manifestaciones hechas desde la AVT ayudan a poner etiquetas? R.- Eso lo llevo fatal y cuando alguien me dice, no voy a la manifestación porque es del PP -incluso mi padre lo ha hecho-, y yo me esfuerzo por decirles que el objetivo es ir en contra de la negociación. P.- ¿A qué atribuye que la AVT haya generado algunos rechazos? R.- Pues a que el PP se ha puesto en primera fila con los carteles.Yo es que estoy acostumbrada a que todos los políticos nos utilicen o nos manipulen y a mí me gustaría que este PSOE también lo hiciera porque significaría que está a nuestro lado defendiendo nuestros derechos. Ojalá me manipulara Zapatero, significaría que está conmigo y no contra mí. P.- ¿Y la dirección de la AVT no se ha dejado arrastrar? R.- La AVT tiene las cosas muy claras cuando dice que quiere Memoria, Dignidad y Justicia. No tenemos la culpa de que el PP defienda también esos lemas. P.- Peces-Barba dijo el otro día que no se hace ningún favor a las víctimas politizándolas. R.- Eso ya lo sabemos. Pero él está en la estrategia de colocarnos con el PP para callarnos y ha habido manifestaciones a las que no ha querido venir. Ahora ha dicho que no es tan optimista como Zapatero. Ultimamente está mejor. P.- ¿La división entre las víctimas, le crea decepción? R.- No estamos divididas, lo que ocurre es que si se dice que lo estamos, es más fácil desprestigiarnos. ,etc.
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