domingo, 29 de enero de 2012

EL ALMIREZ- TONADILLERAS/ MAISON CARITA.

TÍTULO: EL ALMIREZ- TONADILLERAS.



Antonio Machado Álvarez, el padre de los hermanos Machado, fue, en la segunda mitad del XIX, un conocido folclorista sevillano que se firmaba como Demófilo. En una de sus antologías aparece una copla, hija de la sabiduría popular, en la que se afirma con precisión científica: «A Roma se va por bulas, / por tabaco a Gibraltar,/ por manzanilla a Sanlúcar, / y a Cádiz se va a por sal». Fuera de su ámbito natural, la manzanilla es un vino, el más pálido de todos, que no goza del prestigio que debiera. Es un fino suave y delicado, único para el aperitivo, que sobrevive en el mercado en su condición de `rebujito´, un trago largo que la mezcla con gaseosa.
Antes de la Guerra Civil, la manzanilla era mucho más popular que hoy. Una de sus formas, la manzanilla pasada –con seis o siete años de solera y crianza–, tenía gran predicamento, incluso en Madrid y a falta de gin-tonic, era de consumo frecuente en los lugares de fiesta y trasnoche. También en Barcelona y en Bilbao, donde, según los gustos artísticos de los consumidores, se repartían el mercado entre dos bodegas que anunciaban en competencia Pastora Imperio (Manzanilla Vicente Romero) y Aurora Purificación Mañanós Jaufret, La Goya (Manzanilla Delgado Zuleta).
Tomás Borrás, desconsolado viudo de La Goya, popular cronista de la Villa de Madrid, falangista y castizo, hizo toda una liturgia de la memoria de la que fue su mujer y, según contaba Bobby Deglané –el más popular de los locutores de la radio española clásica–, acudía con frecuencia al ya desaparecido restaurante El Trabuco, en la calle Mesonero Romanos, y, antes de comer, invitaba a una copa de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda a los presentes.
TÍTULO: MAISON CARITA;

Dos españolas revolucionaron París: Éxito. Las hermanas María y Rosy ( con su perro en brazos), frente a su establecimiento en el parisino bulevar Faubourg Saint- Honoré en 1958. Brigitte Bardot-foto- (derecha) figura entre sus clientas habituales.
Es el salón de belleza por excalencia, detras del glamour de Maison Carita está el empuje de dos hermanas españolas, María y Rosy, del valle de arán. Joëlle Poulain, una empleada que las conoció, nos descubre el secreto de este éxito que visitan desde los años 50 las mujeres más exquisitas y bellas de mundo.
De clase humilde, con la guerra Civil Emigraron a Francia y abrieron su primer salón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario