lunes, 23 de enero de 2012

ATRAPADO EN EL TIEMPO./ CERTEZA./

TÍTULO: ATRAPADO EN EL TIEMPO.

Los días de frió me hace el corazón como ser atrapado en el tiempo anamorado que cruzo el rio de la vida.
Mis ojos son como el cielo de color azul para aprender aventuras en ser atrapado en el tiempo.
Al ir a comprar el pan fino me hace sentir muy a gusto con la comida de hoy lunes.
Los zapatos me lleva a caminar entre salidas de tener el peligro en ser atrapado en el tiempo.

Sibíla quen el tiempo
me acompañas,
elevando al cielo
tu voz;
vertiéndo sobre mi
mágicos conjuros,
que te hacen navegar
en este mi mundo....
librando del dolor
mi mente
una y otra vez.


Tu sabes que estoy atrapado,
en un lapso ilusorio
e intemporal;
por que del ayer...
tu fresca esencia
me acompaña,
y de nuestro futuro
en el hoy inconciente....
es la única forma
de poderte tener.


Atrapado en el tiempo
se encuentra ese beso,
elongación sublime que un dia
suave deslizastes hacia mi;
que me acaricia hoy...
y en todo momento,
aún sigue siendo
todo mi futuro perfecto ....
que jamás podrá ser.

TÍTULO: CERTEZA:

En el camino que va al cementerio de la iglesia de San Salvador de Bergondo, hay un avellano deshojado con sus amentos en cierne.
Si bien no hay pruebas cientificas de que exista la otra vida, tenemos la certeza de la resurreción de los árboles.
Quizá tengas un momento y desees quedarte entre estas palabras que te esperan. Es muy fácil, sólo tienes que leerlas en voz alta si quieres o en silencio si prefieres. A veces la sencillez es el mayor de los argumentos para conseguir que alguien encuentre su propio pensamiento, entre palabras que se quedan cálidamente reposando como un buen vino.

La certeza es, que sólo tenemos una vida
y que se agota.
Ciertamente acabará
desembocará en la muerte necesaria y no querida.
Eso es lo que hay entre nosotros y el cielo,
millones de sueños que sí fueron nuestros
tantos otros que vimos desvanecerse.
El calor y el frío de nuestros cuerpos,
los gritos que mantuvimos insomnes,
las arrugas alrededor de tus ojos al reír,
los gemidos que rondaron la felicidad.
Ciertamente volverá la lluvia
agitará el viento las cunas donde crecen las hojas,
lloraran las cumbres y bajará la nieve hasta tus píes,
marcará el sol surcos en tu pecho
y en otros pechos y en otros píes,
tantas y tantas veces que tendrán a su vez un fin.
La certeza es, saber que sí te quise
y que me agoté,
pero lo cierto es que eso no importa.

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