Rubalcaba advierte sobre la Sanidad: “Lo que se privatiza se desprivatiza”,.
Asegura que si llegan al poder, la salud dejará de ser un negocio,.
Rubalcaba se ha referido a una 
entrevista a uno de los empresarios interesados en los hospitales de 
Madrid en la que reconoció que venía a "hacer negocio". "Olé, olé. Pero,
 sinceridad por sinceridad, desde el PSOE te decimos: Ten cuidado, lo 
que se privatiza se desprivatiza y cuando lleguemos los socialistas te 
quitaremos el negocio", ha señalado.
Rubalcaba ha 
realizado estas declaraciones en Albacete durante su intervención en el 
sexto diálogo del PSOE bajo el nombre 'Ganarse el Bienestar en Europa'.
 TÍTULO:  LA REVOLUCIÓN DEL FIN DEL MUNDO,.
Aunque para urbanitas y demás estratos que dan vida a la 
ciudad del siglo XXI sea complicado concebir un lugar donde no hayan 
llegado redes sociales, cobertura, mensajes, llamadas y demás 
parafernalias que componen el ajuar digital que les acompaña en su día a
 día, la geografía mundial también da cabida a un significativo número 
de espacios donde esta transformación no ha conseguido llegar. Baluartes
 de la tradición más analógica, que bien por lo aislado de su ubicación o
 por lo escaso de su población, no se han enganchado a la gran ola de la
 tecnología, dejando a los pocos que ocupan estos terrenos sin los 
beneficios de esta revolución. Áreas vírgenes de cosas tan consolidadas 
en otros puntos del planeta como internet. Una realidad que podría 
afectar a cerca de dos tercios del mundo, privados de acceso efectivo. 
Una situación con la que quiere acabar Google, que ahora plantea llevar 
la conexión hasta el fin del mundo con una red tejida por una serie de 
globos que floten a 20.000 metros de altura, el doble que los aviones 
comerciales.
El proyecto 'Loon' es un embrión que apenas ha quemado sus 
etapas más primarias. La semana pasada salía a luz que la multinacional 
estadounidense había soltado al aire veinte de estas sondas hechas de 
polietileno con un tamaño de doce metros en Nueva Zelanda y el próximo 
año, si las mejores expectativas se cumplen, las pruebas continuarían en
 Argentina. «Hasta 300 o 400 globos son necesarios para completar el 
anillo a escala mundial», estiman en la firma californiana, que también 
ha diseñado un programa para intentar utilizar las corrientes de aire 
para orientar esta red.
Aunque futurista, el funcionamiento es sencillo: estas 
'redes' de globos son controladas desde tierra, donde las únicas 
instalaciones necesarias son unos 'repetidores' situados cada cien 
kilómetros y las pequeñas antenas de los hogares que transmitirían los 
datos a la unidad que flote sobre los tejados, con una calidad similar a
 las actuales redes 3G. Esto evitaría, según los responsables de la 
idea, inversiones en desarrollar las infraestructuras para ADSL o fibra 
óptica ya que cada unidad podría dar servicio a áreas de más de 1.000 
kilómetros cuadrados. Quedaría por resolver el aspecto legal y la 
disposición de los Gobiernos, un factor que se prevé crítico para el 
triunfo.
División 'X'
Los padres de la iniciativa pertenecen a la división 'X' de
 la compañía, un selecto y hermético grupo de mentes que también han 
estampado su firma en otros ingenios del gigante de Mountain View claves
 en sus planes más inmediatos, como pueden ser sus gafas de realidad 
aumentada. «Loon está ideado para que llegue a la gente que vive en 
zonas rurales, remotas, o que sufran un desastre natural supliendo los 
vacíos de cobertura», explican desde Google. Mejorar algunas tareas en 
el campo, el control y el estudio de áreas innaccesibles e incluso la 
supervisión de territorios golpeados por catástrofes mayúsculas como la 
de Fukushima también son algunas de las nuevas tareas que se le están 
asignando a los 'drones'.
Demonizados en los últimos tiempos por su uso en acciones 
militares y de espionaje de las distintas superpotencias, estas máquinas
 ya han sido probadas en casos de emergencia como el de la compañía 
estadounidense Matternet, que utilizó sus prototipos para realizar 
entregas de paquetes o diagnósticos en Haití y República Dominicana el 
pasado verano. «Salimos con tres dispositivos, probando viajes 
autónomos, en zonas urbanas y rurales de ambos países», informaron 
fuentes de la empresa, que auguraron un trabajo hasta de año y medio 
para poder realizar algunas misiones como podrían ser el transporte 
urgente de medicinas y otros materiales.
'Ecodrones'
Pero las novedades no se quedan ahí y nuevas 
funcionalidades se están desarrollando tanto en el ámbito privado como 
en el público. El seguimiento de animales en peligro de extinción que 
habiten en las profundidades de la selva o cuyos ejemplares estén muy 
dispersos se puede ver facilitado por ideas como las de los científicos 
Lian Pin Koh y Serge Wich, que están utilizando una serie de estas naves
 para controlar la deforestación y su impacto en las distintas especies;
 o el de la sociedad Sea Shepherd Conservation, que usa esta opción para
 seguir a los balleneros nipones. «Las posibilidades son casi 
ilimitadas», opinó Ian Singleton, director del 'Programa de Conservación
 del orangután de Sumatra', que ha recurrido a este medio para su labor.
 La NASA ha fletado un puñado de estas naves para estudiar la actividad 
volcánica y ya hay otras líneas de investigación que plantean su uso 
para ayudar en la extinción de incendios, sin necesidad de interrumpir 
el operativo aéreo con la caída del sol.
La agricultura es otra de las actividades que pueden acabar
 optimizando sus cultivos gracias a los 'drones', que van incorporando 
progresivamente para localizar las zonas donde hace falta regar o para 
el reparto de semillas. Un estudio estadounidense habla de que en apenas
 dos años este área de negocio supondrá unos 2.000 millones de dólares 
en el país y casi cuatro mil empleos.
 
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