jalá mi madre supiera usar el whatsapp... cuando tengo que preguntarle algo de las niñas (es pediatra) lo hacemos por skype, pero a veces,.
Consultas médicas vía Whatsapp
Aunque sólo hace poco más de un año que tengo un smartphone, un iPhone
para más detalles, ciertamente mi utilización de una de las aplicaciones
estrellas: Whatsapp, es diaria, cuando no horaria. En estos tiempos que
corren, nos es difícil imaginarnos las comunicaciones entre colegas,
amigos y familia sin utilizar este formato, cuando no hace tantos años
si querías decirle algo a alguien tenías que llamar -si se daba el caso-
a un teléfono fijo y ver si tenías suerte y encontrabas a quién
buscabas.
Cierto es que no es despreciable el número de chorradas completamente
obviables que se dicen vía whatsapp, y no es menos cierto que es un gran
recurso ante el tedio de una clase aburrida o de una sala de espera,
desplazando otras labores artísticas o literarias que se daban en estos
casos.
La verdad es que no puedo entender mi profesión sin la comunicación vía
móvil, pues la utilización de dichos aparatos creció como la espuma
hasta generelizarse justo en la época en la que yo hacía mi formación
MIR. De esta manera, desde prácticamente "siempre", he recibido llamadas
a mi teléfono móvil con consultas pediátricas de amigos y familiares.
Incluso en un momento dado,en el medio hospitalario, los tradicionales
buscapersonas, que sonaban y te hacían buscar a la velocidad de la luz
un teléfono fijo desde el cual llamar al sitio que te había activado,
fueron siendo sustituidos en todos los hospitales por teléfonos móviles,
que permitían una comunicación más rápida y efectiva.
Desde que tengo operativo whatsapp, muchas de las consultas que antes me
hacían telefónicamente, ahora me las hacen a través de este sistema.
Por un lado, un whatsapp es posible que no te interrumpa tanto tu
actividad como una llamada -aunque esto podríamos cuestionarlo- ya que
te permite contestar de forma diferida. Y por otro, permite toda una
serie de funciones, que sin duda ayudan en nuestra toma de decisiones.
Para ello, mis dos principales pacientes "wasaperos", que son mi querida
hermana y el ilustre Fredy Llordachs,
han hecho que durante todo este tiempo, haya probado las diferentes
herramientas para llegar a una valoración diagnóstica y ofrecer un
tratamiento. A saber:
- Obviamente el texto escrito permite describir lo que ocurre. Y al ser instantáneo, permite un ciclo de pregunta-respuesta.
- Se pueden insertar fotos y vídeos, con un grado de detalle
destacado. En la muestra, podéis ver el detalle de una herida
impetiginizada de la hija de Llordachs durante el verano pasado. Con
imágenes de días sucesivos fuimos valorando la evolución y también el
tratamiento. -Nota de la autora: Fredy, aprovecha para criticar o
alabar el servicio prestado. Y yo aprovecho para comentarte que a pesar
de tu insistencia, las lesiones cutáneas nunca han sido mi principal
fuerte-
- Se pueden insertar archivos de audio. Mi hermana una vez lo
hizo para mostrarme los ruidos respiratorios que hacía mi sobrina y que
me permitieron diferenciar una bronquitis de una laringitis y
recomendarle el tratamiento adecuado (que no es el mismo en un caso y en
otro).
- Además, les puedo adjuntar un link a una página web que se les abrirá al clicar en el mismo momento, sobre el problema de salud que estamos tratando.
Pero también hay algunas sombras. Mi hermana hace varias semanas me
envió una foto del hijo de unos amigos, comentándome unos síntomas
oculares que no me gustaron demasiado. Estaban de vacaciones en los
Pirineos. Me enviaron una foto del ojo, tomada de noche, en la que no
supe valorar nada. Los síntomas no me gustaron y les recomendé que
consultaran en cuanto pudieran, independientemente de la imagen. El
diagnóstico final fue un tumor ocular. Vista a posteriori de nuevo la
imagen, fijándose mucho, se podía haber sospechado. Aunque los dirigí a
un especialista por los síntomas, de la misma manera como hubiera hecho
con una imagen más evidente, me quedó mala sensación. Quizá no diferente
a la que me hubiera quedado presencialmente, aunque eso no lo sabré
nunca.
Y bueno.....todo esto referente a los temas puramente clínicos. Si
entramos en temas de confidencialidad, legalidad, seguridad, etc. el
asunto es como mínimo resbaladizo. Sin tener ni idea de asuntos
técnicos, no dejo de leer las lagunas de seguridad de whatsapp, algunas con titulares apocalípticos.
Así que de momento, con amigos....y confiando mucho los unos en los
otros. Eso sí, sin negar que las posibilidades profesionales resultan
como mínimo, francamente muy atractivas.
TÍTULO: QUÉ HAY DE NUEVO CON KEVINS SPACEY,.
Kevin Spacey,.
Kevin Spacey, CBE (n. South Orange, Nueva Jersey, 26 de julio de 1959), es un actor y director estadounidense, ganador de dos premios Óscar de Hollywood.
Nació en South Orange, en la casa del estado de Nueva Jersey, con el nombre Kevin Spacey Fowler. Es el hermano menor de los tres hijos de un matrimonio formado por un padre redactor técnico, y una madre secretaria. El trabajo del padre motivó que la familia se mudara en varias ocasiones, viviendo en distintas localidades del país. Finalmente se establecieron en California, donde el pequeño Kevin puso de manifiesto su carácter revoltoso. Sus padres le enviaron a un internado dirigido por militares, de donde fue expulsado a los pocos meses. Ingresó entonces en un colegio del Valle de San Fernando, cercano a Los Ángeles. Allí Spacey se encontró a gusto, y comenzó a participar en el teatro amateur de la escuela.
Finalizada la escuela, y tras una breve estancia en un colegio de actuación de Los Ángeles, Spacey marchó a Nueva York y comenzó a estudiar interpretación en el prestigioso Juilliard School. A los dos años estaba tan ansioso por actuar, que abandonó el colegio antes de recibirse y se incorporó al Festival de Shakespeare de Nueva York.
En 1981 Spacey apareció por primera vez en el teatro, interpretando a un mensajero en la obra de Shakespeare Enrique VI. Al año siguiente actuó Los espectros, en un drama de Ibsen en Broadway, a la que seguirían El misántropo (1984), de Molière y Largo viaje hacia la noche (1986), de Eugene O'Neill. Se dio cuenta que su camino estaba en el cine, pero aun así, Spacey siguió actuando regularmente en el teatro y ganó en 1991 un premio Tony, el equivalente a los Óscar en el teatro, gracias a su interpretación en Perdidos en Yonkers, de Neil Simon.
Se introdujo en el cine a mediados de la década de 1980, con papeles secundarios en películas de éxito como Se acabó el pastel (con Jack Nicholson y Meryl Streep) y Armas de mujer (con Harrison Ford, Sigourney Weaver y Melanie Griffith). En 1992 participó en Glengarry Glen Ross, con un reparto de ilustres veteranos: Al Pacino, Jack Lemmon, Ed Harris... Pero su consagración como estrella fue con el thriller Se7en, junto a Brad Pitt y Morgan Freeman.
Spacey es sin duda uno de los grandes actores de carácter norteamericanos de nuestros días. Ha ganado dos Óscar, uno como mejor actor de reparto y otro como mejor actor principal, este último por American Beauty en 1999. Recientemente, Spacey ha sido nombrado director artístico del teatro Old Vic en Londres, uno de los teatros más prestigiosos de lengua inglesa. Allí dirige una nueva compañía teatral, que actúa durante ocho meses al año, y de la que Spacey es también actor, además de director. Entre otras obras, estrenó en Londres Cloaca de la dramaturga Maria Goos.
Kevin Spacey vive actualmente en Los Ángeles y es amigo de actores como Steve Martin, Sean Penn y Tom Hanks. Nunca se ha casado, y se mantiene reservado en cuanto a su vida privada.
Filmografía
- Horrible Bosses (2011)
- Margin Call (2011)
- Casino Jack (2010)
- Cadena de favores (2000),etc.
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