miércoles, 31 de octubre de 2012

25 AÑOS DE LA CIUDAD DEL VINO;/ TRAFICO QUIERE LETRAS MÁS GRANDES;

TÍTULO: 25 AÑOS DE LA CIUDAD DEL VINO;

Por entonces, únicamente el empresario Máximo Gómez del Castillo había comenzado a embotellar algo de vino. Era el tiempo de los ...
En los años 80 Almendralejo ya era la segunda ciudad productora de alcohol procedente de vino de España, solo detrás de Tomelloso, aunque el porcentaje de vino embotellado apenas llegaba al 1 por ciento.
Por entonces, únicamente el empresario Máximo Gómez del Castillo había comenzado a embotellar algo de vino. Era el tiempo de los conocidos 'Chacaíto' o 'Castoreño', un vino recio, que gustaba mucho en la zona y que había alcanzado cierto grado de popularidad. Al poco, las empresas 'Chicurri' y 'Cevisur' lanzaban al mercado vino embotellado, aunque el más reconocido sería con el tiempo el 'Lar de Barros'.
Sin embargo, el vino de Almendralejo seguía destinándose en su mayoría a la destilación y a la venta a granel. A pesar de ello, se comenzaban a dar los primeros pasos para lo que sería primero la distinción 'Vinos de la Tierra de Extremadura' y posteriormente la denominación de origen 'Ribera del Guadiana' para reconocer la calidad de los caldos extremeños, con Almendralejo como principal productora.
La importancia que tenía en la economía local la industria vinícola y que quedaba patente en cientos de bodegas y decenas de alcoholeras, quedó plasmada en 1987 al recibir Almendralejo el título de 'Ciudad Internacional del Vino', otorgado por la Organización Internacional del Vino (OIV).
Ese bagaje, junto con las Jornadas de Viticultura y Enología de Tierra de Barros, organizadas por el Centro Universitario Santa Ana que aquel año iban por su novena edición, y una feria del vino fueron los motivos por los que se concedió el título a esta localidad extremeña, junto con Jerez de la Frontera, Logroño y San Sadurni de Noya.
Fue la Asociación de Enológos Extremeños la que, en colaboración con la Cofradía del Vino Tierra de Barros, solicitó a la OIV este título, que recogieron en Roma tal día como hoy hace 25 años varios enólogos extremeños, encabezados por el entonces alcalde, José García Bote, y una embajada de unas 80 personas. Un aniversario que se conmemoró ayer en el Museo del Vino.
 
TÍTULO: TRAFICO QUIERE LETRAS MÁS GRANDES; 
 
La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere aumentar el tamaño de las letras y números de los carteles y señales para evitar los despistes y ...

La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere aumentar el tamaño de las letras y números de los carteles y señales para evitar los despistes y mejorar la seguridad vial, según fue puesto ayer de manifiesto durante la presentación de un estudio sobre la visión y la conducción nocturna, donde se insistió en que durante la noche se produce el 40% de las víctimas mortales por accidente de tráfico, a pesar de ser la franja horaria con menor intensidad circulatoria.
No se trata de hacer los carteles informativos o la señales más grandes, sino aumentar los caracteres en los que están instalados en las carreteras. De momento, esto solo se quedará en un deseo debido al elevado coste que tiene la sustitución de los caracteres. Hace poco más de un año, el Gobierno gastó 230.000 euros únicamente en el cambio de las señales de 110 por 120 kilómetros por hora.
Son pocos los conductores que, circulando por la noche por una carretera desconocida, no han tenido que dar un volantazo o realizar un cambio brusco de carril al no leer bien un cartel por falta de visibilidad. Según la DGT, la peligrosidad más alta se produce durante la noche en carretera, siendo la tasa de fallecidos de 6,3 por cada 100 accidentes, frente a 1,6 fallecidos por cada 100 accidentes en zona urbana. En 2010, durante la noche se produjeron 25.245 accidentes frente a los más de 60.000 que se registraron el resto de la jornada.
El estudio 'Conducción y visión nocturna', realizado por la Fundación Alain Afflelou y el RACE, destaca que al 43% de los conductores españoles no le resulta seguro conducir por la noche por pérdida de su capacidad visual. En cuanto a la percepción del riesgo, al 73% no le parece seguro conducir por la noche, frente a un 27% que sí le ofrece seguridad. El 10% de los consultados dice haber sufrido una grave situación de riesgo por la noche por un problema relacionado con su visión.
Ver para circular
Durante la presentación del estudio, el subdirector general de Tráfico, Federico Fernández, recomendó a los conductores que «si no lo ves claro, evita conducir y revisa tu vista». Y es que a los factores de riesgo de la conducción nocturna se añade la natural pérdida de agudeza visual y la aparición de problemas oculares, como la miopía nocturna y la pérdida de sensibilidad al contraste, es decir, la dificultad de distinguir una figura sobre un fondo, como puede ser un peatón o un animal en la calzada. De hecho, en carretera durante la noche se produce el 72% de los atropellos a peatones, y el 83% de los atropellos a animales.
El 32% de los conductores diagnosticados por problemas de visión (el 56% de la muestra estudiada) manifiesta que tiene serias dificultades visuales, especialmente por la noche. Entre los síntomas más frecuentes que detectan los propios conductores se encuentran la sensibilidad al deslumbramiento de otros vehículos y la visión borrosa.
Una alteración visual que afecta a muchos conductores es la miopía nocturna, se trata de dificultad para ver nítidamente durante la noche. Dado que estos conductores tienen buena visión diurna, desconocen su afección. Este problema puede corregirse con lentes oftálmicas o de contacto. Desde el RACE se recomienda mantener en perfecto estado las luces del vehículo -preferiblemente con bombillas electrónicas- y sus ópticas, llevar el parabrisas y el cristal trasero limpios y reglar los espejos. Y, ni que decir tiene, revisarse la vista.

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