miércoles, 9 de mayo de 2012

JOAQUIN ALMUNIA VICEPRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA./ CAMERON Y CLEGG APELAN AL ESTOICISMO:

TÍTULO: JOAQUIN ALMUNIA VICEPRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA:

Almunia cree que la UE afrontará los próximos meses "con un espíritu y unos instrumentos diferentes.
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, cree que la UE afrontará los próximos meses con "un espíritu y unos instrumentos diferentes y mejores que los utilizados hasta ahora" y, por lo pronto, asegura que de cara a la cumbre europea del día 23 de mayo hay una "conciencia indiscutible" de que hace falta "tomarse en serio la necesidad de más crecimiento".
   En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Almunia ha explicado que es preciso "completar las políticas económicas" que se vienen desarrollando en la UE y ha señalado que es "urgente" debatir la puesta en marcha de incentivos para el crecimiento económico en la UE al mismo tiempo que se discute sobre la "velocidad" del ajuste fiscal.
   El comisario europeo, que ha señalado que la victoria de François Hollande en las elecciones presidenciales francesas supone un "cambio real" en los términos en los que se va a discutir del crecimiento en Europa, ha advertido, sin embargo, que hay que seguir reduciendo los "endeudamientos excesivos y los desequilibrios", así como "reparar" el sistema financiero.
   Así, Almunia ha indicado que no se puede "dar por hecho nada" y que lo que "hay que dar por hecho es que hace falta encontrar una estrategia consistente, coherente y mejor que la actual" para fomentar al máximo la capacidad de crecimiento de las economías.
   En este punto, Almunia ha manifestado también que hay países dentro y fuera de Europa que no tienen esta "necesidad" de realizar ajustes y de "atarse el cinturón de la misma manera que los demás" y que, por lo tanto, deben "contribuir también".

JOAQUIN ALMUNIA VICEPRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA-foto.

NO DA POR HECHO QUE SE FLEXIBILIZARÁN LOS OBJETIVOS.

   Así, Almunia ha recordado que esta semana se tienen que presentar las previsiones de crecimiento de la UE de primavera de la Comisión Europea, y ha avanzado que hay países que tienen capacidad de "tirar del crecimiento, de hacer de locomotora", en ese periodo. A España, sin embargo, "le va a costar un poco más", según el comisario europeo.
   En este sentido, ha señalado que Alemania tiene "más margen que otros países y debe utilizarlo", lo cual "no quiere decir que se le esté pidiendo que tenga problemas donde no los tiene ahora".
   "Yo creo que puede utilizar ese margen sin que le surjan problemas y sin crear desequilibrios en su economía. A todos los interesa que la economía alemana sea muy sólida y a todos nos conviene que la economía alemana no desperdicie posibilidades de crecimiento", apostilló.

HAY QUE EXIGIR RESPONSABILIDAD A LAS CC.AA.

   En cuanto a España, preguntado por la posibilidad de que el Gobierno decida la intervención de alguna comunidad autónoma, Almunia recordó que cuando un Estado miembro de la UE tiene unos "compromisos" todas las partes que tienen capacidad de decisión en ese país, y señaló que, de la misma forma, las comunidades autónomas "no pueden quedar libres de responsabilidades".
   "Cada uno tiene que hacer lo que le corresponde y ninguno puede decir 'no te metas en lo mío que soy capaz de resolver los problemas'", agregó, para asegurar a renglón seguido que, respecto al recurso presentado por el Gobierno vasco contra los recortes, no sabe cómo están las discusiones y no se mete, aunque sea "amigo del actual Gobierno vasco".
TÍTULO: CAMERON Y CLEGG APELAN AL ESTOICISMO:

Los socios del Gobierno británico, tras el castigo electoral, renuevan votos ante el típico 'blues' de mitad de mandato.

David Cameron y Nick Clegg renovaron ayer su compromiso con la coalición de Gobierno entre conservadores y liberal-demócratas con votos para concentrarse en la reducción del déficit e impulsar el crecimiento de la economía británica y como respuesta a los malos resultados de ambos partidos en las elecciones municipales de la pasada semana.
El primer ministro y el viceprimer ministro eligieron una fábrica de tractores para poner el acento en la industria y eligieron una en Basildon, en el este de Londres, porque la circunscripción electoral en esa comarca ha sido un termómetro exacto de la temperatura política del país, oscilando desde los años setenta entre los partidos ganadores de los comicios nacionales.
Cameron pronunció siete veces la palabra 'difícil' en los primeros minutos de su intervención y se mostró convencido de que la elección de François Hollande en las presidenciales francesas no deja a Reino Unido como un terco solitario en su programa de austeridad. «No vamos a inflar de nuevo la burbuja», aseguró el líder conservador.
Dijo también que todos los países europeos están empeñados en reducir sus déficits y en fomentar el crecimiento. Su Gobierno, mediante el abaratamiento de los contratos de trabajo, de la extensión de los aprendizajes, de la persuasión a los bancos para que presten a las empresas, de la cooperación con diversos sectores de la economía para abrir las puertas a más exportaciones.
Las recetas de Cameron son vagas y las palabras de Clegg subrayaron el contraste entre realidad y fantasía. Recordó que el Gobierno ha tenido que aplazar su pronóstico de recuperación, que en el 2016 la economía habrá perdido el 11% de su valor con respecto al 2008 y, ya que estaba en una factoría de tractores, se preguntó por qué no podría la industria del país, hoy el 11% del PIB, alcanzar el 22%.
Porque por segundo trimestre consecutivo la economía británica se ha encogido, porque, aunque los tipos muy bajos de interés ofrecen alivio a las economías domésticas, la inflación, del 3,5%, no baja tan rápidamente como esperaba el Banco de Inglaterra, que ve así mermada su capacidad de inyectar más liquidez en el sistema.
La coalición opera en el contexto de una gran deuda de las economías domésticas, de una crisis bancaria grave y de una reducción general del gasto público. Sus reformas más ambiciosas, como la del Servicio Público de Salud, son debatidas acaloradamente por especialistas, pero sus consecuencias no permearán en la sociedad en varios años.
¿Crisis? ¿Qué crisis?
El 'invernadero' de Westminster, donde periodistas y políticos conviven en una atmósfera viciada, se ha enredado en las últimas semanas con las concupiscencias y disputas entre el grupo mediático de Rupert Murdoch y los conservadores, aunque el comentarista del 'Financial Times', Philip Stephens, duda de que la población «esté indignada por que un ministro cuyo nombre no conocían sea tan amigo de Murdoch».
Conservadores y liberal-demócratas obtuvieron malos resultados en las elecciones municipales del pasado jueves. La evolución de los sondeos desde el 2002 muestra, sin embargo, que los laboristas, diez puntos por encima de las conservadores en las últimas semanas, en las encuestas que más les favorecen, no pueden aún celebrar su victoria futura. Otros gobiernos ganaron elecciones en el pasado tras sufrir este tipo de derrotas en lo que, en la jerga de Westminster, se conoce como el 'blues' de mitad del mandato.
Una ley de la coalición obliga a los gobiernos a cumplir su mandato de cinco años. Las próximas elecciones se celebrarán en mayo del 2015. Son los 'tories' doctrinarios los más críticos con la coalición y con esa ley, porque quieren una política verdaderamente azul y que Cameron disuelva el pacto con Clegg para retar a la oposición a que derribe entonces al Gobierno monocolor.
Unos veinte diputados de esa facción suscribieron ayer un programa alternativo en vísperas de la presentación del Discurso de la Reina, en el que el Ejecutivo de turno muestre su programa legislativo para el curso parlamentario. La «crisis de la política» que denunciaba el laborista Ed Miliband no tiene entre los británicos tintes griegos, aunque sí el tono de su proverbial estoicismo.

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