sábado, 28 de mayo de 2011

MUJER Y COMUNIDAD./LA MUJER QUE LEÍ DEMASIADO/.

Tú, mujer, eres la bella poesía
que le da la música a mi vida,
La música, que de mi lira brota
con amor y cariñosas notas.

Tú, poesía, la armonía en persona,
te apoderas de mí como ladrona.
Y cuando estaba mustia el alma mía
llegaste a devolverme la energía.

Tú, mujer, acompañas mi biografía,
aliviando mi dolor y mi agonía.
Por tu belleza, la de una rosa roja,
me inspiraste a volar como gaviota.

Tú, poesía, que mi palabra coronas,
con la bondad y el amor del que perdona,
estás siendo en mi boca la ambrosía
que al espíritu me otorga mejoría.

A ninguna de las dos rechazaría,
pues como almas mellizas, parecidas,
me conquistan de forma provechosa,
pues mujer y poesía: son hermosas.
Son fuerte como una roca
y puras como el cristal,
sinónimo de entereza,
siempre luchan por su hogar.
A las mujeres en este día
quiero rendirle mi homenaje.
Por dar su sangre y dar su vida,
por luchadoras incansables.

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