La abogada Julia Cortázar llega a la hacienda Lasiesta para meter más cizaña en 'Gran Reserva'. La serie inicia hoy su segunda temporada ..
segunda temporada de 'Gran Reserva'
-FOTO--Úrsula Corberó: «Aquí hay mucho 'hijoputismo'»
La abogada Julia Cortázar llega a
la hacienda Lasiesta para meter más cizaña en 'Gran Reserva'. La serie
inicia hoy su segunda temporada en TVE
Los mejores vinos maduran años en barricas de roble. Esta
noche, la segunda temporada de 'Gran Reserva' se descorchará a las
22.30 horas y veremos qué tal ha envejecido dentro de la bodega de
'series en el aire' de Televisión Española. Una etapa de incertidumbre
que llega a su fin. Vuelve la lucha entre las familias vitivinícolas
Reverte y Cortázar, con nuevas tramas y personajes. Uno de ellos, la
abogada Julia Cortázar, interpretada por Úrsula Corberó (Barcelona,
1989), que llega a Lasiesta para remover aún más el turbio pasado
familiar y buscar su pedazo de herencia, «como todos los Cortázar». No
es el único rostro novedoso. Al elenco se suman Unax Ugalde, Manuel
Galiana, Mariona Tena y Mariam Hernández. Las copas están en todo lo
alto, pero pintan bastos en La Rioja.
- De estudiante en el Zurbarán a abogada de una gran empresa de vinos... ¡Vaya cambio!
- La verdad es que sí. ¿Es un buen cambio, no? A
cualquier actriz le gusta hacer diferentes registros, y cuanto más
variados, mejor que mejor.
- ¿Cómo entra en la pugna entre los Cortázar y los Reverte?
- Julia Cortázar regresará a la hacienda para recuperar
algo que le pertenece. Vamos, ¡como la mayoría de los Cortázar! (risas).
Para conseguirlo hará todo lo que esté en su mano, y es una chica de
armas tomar, con muchos secretos.
- ¿En eso se parece a usted?
- Las dos tenemos muy claro qué queremos de la vida, y aunque se interpongan cosas por el camino no hay nada que nos detenga.
- Vaya 'culebrón' en el que se ha metido&hellip
- Los culebrones son menos verosímiles. En esta serie hay
mucha traición, mucho 'hijoputismo', me encanta esa palabra, y todos
intentan joderse entre todos, pero desde la naturalidad, desde la verdad
de las personas corrientes. Luego hay que sumar la gran interpretación.
- ¿Qué tal con el reparto de 'Gran Reserva'?
- En esta serie hay muchos actores grandes. Intento
siempre aprender de ellos, y si encima tienes el lujazo de trabajar con
Emilio Gutiérrez Caba&hellip
- ¿Habrá aprendido algo de enología, no?
- No, yo no tengo ni pajotera idea de vinos (risas). No
me gusta y además soy malísima para catarlo, no sé distinguir entre uno
que es bueno y otro malo. Pero, en eso consiste mi trabajo, ¿no? ¡En
saber mentir!
- ¿Con qué ánimo se lleva que guarden su serie en un cajón?
-Yo con eso tengo la 'negra', porque me
ha pasado lo mismo con 'La República', que estamos esperando a ver
cuándo sale la segunda temporada. Imagínate, rodamos diecisiete
capítulos del tirón y están ahí guardados todavía. Igual que la serie
sobre Mario Conde ('Días de gloria'). Siempre digo lo mismo, que hay que
adaptarse. Corren tiempos difíciles para todos, y con los recortes
cuesta más subvencionar las producciones y eso se nota a la hora de
trabajar. Como decía Einstein, la crisis es evolución. Hay que ser
optimista y pensar en innovar. Cuando el ser humano se ve agobiado
siempre se las ingenia para salir adelante.
- ¿Es de las que tiene alergia a verse actuando en televisión?
- Cuesta verse a uno mismo. Es como oírse en un
contestador, te oyes extraña. Pues esto es igual. Te ves desde otros
ángulos distintos y compruebas que tienes conceptos diferentes de lo que
has hecho y de lo que pensabas que estabas haciendo. Es algo que los
actores tenemos que afrontar.
- ¿De qué personaje guarda mejor recuerdo?
- Por cuestión de tiempo me quedaría con Ruth ('Física o
química') y Beatriz de la Torre ('La República'), que me vino muy bien
porque cambié un poco mi registro. Con Ruth estuve cuatro años y ya era
mitad ella, mitad Úrsula.
- ¿Cuál será su próximo tren?
-Ahora en febrero me voy a Sevilla al
rodaje de '¿Quién mató a Bambi?'. Es una comedia y comparto reparto con
Ernesto Alterio, entre otros. Me encanta el papel que tengo, ya veréis.
TÍTULO; LOS FAMOSOS TOMAN EL CIELO DE ESPAÑA.
Tiene ahorrillos? ¿En vistas de comprarse una casa? Igual le interesa mirar algo en la Torre de Madrid, el edificio residencial más alto de ...
Tiene ahorrillos? ¿En vistas de comprarse una casa? Igual
le interesa mirar algo en la Torre de Madrid, el edificio residencial
más alto de España. Este año, los augurios inmobiliarios hablan de que
el precio de la vivienda seguirá desplomándose. Pero si los ojos le
hacen chiribitas al quedar deslumbrado por las vistas, piscina en la
cumbre y viviendas de 200 metros cuadrados en el céntrico rascacielos de
la capital, vaya limpiando telarañas del bolsillo: el pisito más
'humilde' de la Torre de Madrid cuesta 530.000 euros.
Bastante más fácil lo tienen algunos famosos del país. La
impresionante panorámica que se contempla desde sus 142 metros de
altura ya ha atrapado a algunas celebridades. La presentadora Ana Rosa
Quintana, el actor Pepe Sancho o el exsecretario general de la
presidencia de Telefónica, Luis Abril, son algunos de los rostros
conocidos que han decidido tirar de talonario para invertir en el 'cielo
de España'.
Un apartamento de 100 metros cuadrados y por el que
podría haber pagado algo más de 700.000 euros ha sido la elección de
Pepe Sancho, según el portal 'Vanitatis'. El actor habría elegido la
emblemática finca madrileña como residencia habitual. Algo habrán tenido
que ver su club social, muy conocido por sus fiestas por la gente bien
de la 'capi', o por su exclusivo gimnasio.
La misma web apunta que Ana Rosa Quintana habría optado
por convertir la adquisición de una vivienda en la Torre de Madrid en
una suculenta inversión como alquiler. Muy lógico: un inquilino de este
palacio de las alturas puede llegar a pagar 2.500 euros al mes. Esto es
lo que abonan religiosamente por residir en el techo de la capital una
conocida actriz de series de televisión o un popular presentador de
programas de 'Call Tv' cuyas identidades no han trascendido.
Aunque puestos a soñar, hagámoslo con el individuo que se
lleva la palma en el rascacielos: el dueño de una 'choza' de 200 metros
cuadrados, piscina privada y una terraza desde la que se ve todo
Madrid. El sujeto en cuestión es un jeque árabe que habría pagado por su
capricho la friolera de dos millones de euros.
Por cierto, si después de leer estas líneas siguen con
ganas de mirar un pisito en la Torre de Madrid, un consejo: miren por
debajo del piso 25. A partir de esa altura, los precios son dignos de un
marajá de Bombai...
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