El ejercicio de la prostitución en la vía pública no 
está regulado en España. Tan solo en Cataluña está prohibido y contempla
 sanciones tanto para las prostitutas como para sus clientes. A pesar de
 estas multas aquí se sigue ejerciendo la profesión en carreteras, 
cunetas y polígonos industriales. En la N II hay un tramo de unos 14 
kilómetros donde podemos encontrar hasta 30 mujeres vendiendo sus 
cuerpos al aire libre.  “Esta zona la conocen como el coño de El Maresme”, quien habla así de tajante es Ana, la propietaria de un restaurante de carretera en esta zona.
 En el Polígono Industrial de Villaverde en Madrid, somos testigos de 
cómo un camionero contrata los servicios de una mujer rumana que sube a 
la cabina del vehículo y realiza un servicio completo a su cliente. Una 
secuencia a plena luz del día y mientras a su alrededor continua la 
actividad cotidiana de un polígono industrial. Aquí también ejerce una 
mujer que lleva 16 años de prostituta de carretera.  “Me gustaría que este trabajo estuviera regulado como en Holanda”.  Esta mujer, que tiene familia, nos confiesa  “tengo que hacer este trabajo para conseguir dinero para que mis hijos puedan estudiar”. 
 La legislación en Cataluña se ha empezado a aplicar desde el mes de 
junio de 2012. En Girona encontramos a una joven rumana de 25 años que 
asegura  “ahora me dedico a acumular multas, que no puedo pagar, y sufrir el acoso de la Policía”, que además le recuerda que no se puede ejercer al prostitución a menos de 50 metros de las carreteras. 
En Málaga, los vecinos del Polígono Industrial de Guadalhorce están 
hartos de denunciar el constante trasiego de mujeres que ejercen la 
prostitución a las puertas de sus casas.  “Desde 
nuestras terrazas y ventanas podemos ver como llaman la atención de sus 
clientes medio desnudas a cualquier hora del día. Incluso se producen 
constantes altercados entre las chicas y los hombres que las explotan”.   
 El alcalde de Port de Molins, en Girona, nos acompaña con su vehículo para ver cómo en la rotonda del municipio  “la presencia de prostitutas pone en peligro el tráfico rodado de la zona y la seguridad de nuestros vecinos”. 
 Aquí somos testigos de cómo un coche para en plena carretera para 
hablar con una de las chichas y obliga a frenar bruscamente a dos 
camiones de gran tonelaje poniendo en peligro al resto de turismos que 
circulan en ese momento. 
TÍTULO: LOS PANTALONES SOLIDARIOS,.
Llevamos ya varios años de crisis y se han sucedido las iniciativas para recaudar fondos para los más necesitados. Ahora que hay personas,.
Llevamos ya varios años de crisis y se han sucedido las 
iniciativas para recaudar fondos para los más necesitados. Ahora que hay
 personas que lo están pasando mal económicamente en todas las ciudades y
 es necesario ayudarles, es aún más complicado pedir ayuda para los que 
están lejos, en países en vías de desarrollo. Aunque su situación no es 
comparable con la nuestra, resulta más difícil enviar fondos tan lejos, 
cuando se sabe que a la vuelta de la esquina hay familias muy 
desgraciadas por su situación económica.
Pero es necesario ayudarles a todos, por eso hay que 
darles vueltas a la imaginación para tener una idea original con la que 
sensibilizar a las personas que pueden ayudar a esas comunidades 
lejanas. 
Y en Almendralejo han tenido una de esas ideas, puesto 
que durante este fin de semana van a organizar un mercadillo solidario, 
en el que se ponen a la venta 3.000 pantalones donados por una empresa 
española para construir tres bibliotecas en los Andes de Perú. Lo va a 
organizar una oenegé franciscana, Ofranatura, cuyo vicepresidente y alma
 mater vive en Almendralejo, el misionero seglar Martín Bermejo.
En concreto, se desarrolla desde ayer por la tarde y 
hasta el domingo en la antigua casa del guardés en el parque de la 
Piedad, donde se venderán además de los pantalones otros objetos 
donados.
El objetivo de este mercadillo es obtener los 4.000 euros
 necesarios para poder enviar un contenedor con libros, ropa y medicinas
 a las tres aldeas de una zona peruana de Los Andes, donde trabaja la 
oenegé. «Ya hemos logrado llenar ese contenedor, pero ahora necesitamos 
el dinero para enviarlo a Lisboa», donde montará en un buque que le 
llevará hasta Lima y de ahí a las tres aldeas.
A pesar de ello, el misionero apuntó que aún se pueden 
donar libros, que no sean de texto sino de lectura para todas las 
edades, con el fin de que se puedan enriquecer estas futuras 
bibliotecas, en las que los niños se podrán seguir formando cuando 
terminen la escuela.
La lejanía de estas aldeas de las ciudades en las que se 
cursan estudios de secundaria o superiores, debido a la orografía del 
lugar y las malas comunicaciones, hace necesario crear estos lugares 
para garantizar la formación de los más jóvenes, apuntó el misionero.
Además, lo recaudado en este mercadillo solidario, que no
 sea procedente de la venta de los pantalones, irá destinado a otra 
misión de la oenegé en Madagascar, donde quieren construir unos 
barracones para los niños que han delinquido y que comparten ahora la 
misma cárcel que los presos adultos. 
 
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