Cosas de gatos.

Oooh, aquí viene la Katina, a acostarse sobre mí, qué rica. Estoy acostada en el sofá y viene a por mimines. Se pone en mi pecho y ronronea, qué mimosina. La acaricio y le doy golpecitos (y no ten golpecitos) en el lomo, al final, donde el rabo (a muchos gatos les encanta, y cuando mas fuerte, mejor ¿¿?¿¿¿). Me mira con los ojos entreabiertos, rrrrrrrr, me mira fijamente (y yo también la miro a ella), me mira, me mira.. y de repente ÑAM! me grapa literalmente la nariz.
Un día vino mi hermano, la subió en el cuello, “anda mira que sociable”, siempre hace igual, te deja que la cojas, te examina, rrrrrrr, la acaricias, rrrrrr, te mira fijamente y .. ÑAM! grapado de nariz.

Otro día vino Javi, la Katina se acerca, huele.. mira, y hace que la cojas en brazos. La coges, la acaricias, rrrrrr, te mira fijamente y ÑAM!
Hay varias narices “grapadas” circulando, algunas varias veces (y con sangre y todo).

Realmente no pienso que me mire, debe examinar las narices de la gente, y si le gusta, ZAS.

Así que ante un “cuidado que te va a morder la nariz”… y un “naaaaa!!!” del que la tiene en brazos en ese momento, pensando que es tan cariñosina, pasa un segundo, lo justo para “ÑAM”.


(Seguro que hay algún sitio de la casa, donde ella va y apunta con la uña otra rayita, jeje “ya van 57!”)