DEPORTES: A sus 21 años, la escolta del Halcón de Salamanca y de la selección española, se corona gracias a la rapidez y fantasía de su juego.
Dice que es ambiciosa e impaciente. Lo es. Los títulos están colmando de manera rápida esa ambición y esa impaciencia. El domingo, en Ekaterimburgo, se proclamó campeona de Europa con su equipo, el Halcón Avenida de Salamanca. Y además fue proclamada la mejor jugadora (MVP) de la final a cuatro disputada en Ekaterimburgo tras su decisiva actuación en el encuentro decisivo ante el Spartak de Moscú (59-68).Tiene 21 años y empezó cuando tenía siete, en el Basquet Inca. Creció técnica y físicamente muy rápido. Cuando tenía 14 años fue captada por los técnicos de la Federación Española, para competir y formarse con la elite española de su edad, en el equipo del Siglo XXI, en Barcelona.
Su padre Miguel Ángel, cuenta cómo se decidieron a dar un paso decisivo en su carrera. "Vimos que ella tenía muy claro que quería ir. Visitamos las instalaciones, nos mostraron el programa y nos pareció lo ideal para una chica de su edad. Lo único que le dijimos fue: 'Alba, aviones de vuelta siempre va a haber, si no lo intentas, no lo sabrás y a lo mejor te arrepientes toda la vida'. Ni cogió el avión de vuelta ni se arrepintió. Aquello fue el inicio de una carrera fulgurante.
Fichó por el Celta Indepo de Vigo y con 17 años debutó en la máxima categoría del baloncesto español. "Allí mejoré muchas cosas, tanto técnicamente como sobre todo el saber estar en la pista. Mi pasó por Vigo fue inmejorable, tanto a nivel deportivo como a nivel personal. Me hizo crecer y poder dar un pasito más". Al propio tiempo compitió en todas las categorías inferiores con la selección española y logró tres títulos de Europa en las categorías cadete y junior.
En 2008 jugó ya con la selección absoluta en los Juegos Olímpicos de Pekín. En 2009 fichó por el Perfumerías Avenida de Salamanca y, formando parte de la selección española fue subcampeona y MVP del Europeo Sub20 y medalla de bronce en el Europeo absoluto, lo que le valió ser elegida como la mejor jugadora joven de Europa. Ese mismo verano fue elegida en el número 36 del draft de la WNBA por Connecticut Sun. Aquellos éxitos fueron solo el preludio del mayor éxito de la selección española, la medalla de bronce en el Mundial de 2010, al que contribuyó ya de manera muy importante.
Espigada y filiforme, con 1,92 metros de altura, Torrens destaca sobre todo por la velocidad, inteligencia y fantasía de su juego. "Sí, me gusta la rapidez, atacar, improvisar, pero a lo mejor en exceso. Con los años vas mejorando, aunque sin renunciar a ello porque es una parte esencial de mi estilo de juego, de lo que hago mejor", admite. También ha trabajado a fondo en su juego defensivo. "Se trata de saber posicionarte y aprovechar más mi envergadura, mis brazos largos...".
Forma parte de la maravillosa generación del 89 a la que alguien bautizó como la generación de las biónicas y en la que se encuentran, entre otras, Laura Nicholls y Tamara Abalde y a la que se añade su joven y prometedora compañera de equipo, Marta Xargay. Ahora, a sus 21 años, el reto de Torrens es lograr el título de Liga con el Halcón Avenida. Después será el momento de pensar en el próximo Europeo con la selección española, la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres y, tal vez, el reto de competir en la WNBA emulando, entre otras, a la gran figura del baloncesto español, Amaya Valdemoro.
La Selección termina quinta de su grupo y fuera de los cuartos de final del Eurobasket. El basket femenino no estará en Londres 2012.
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