Lleva casi 9 años en la sobremesa de La 2 entreteniendo a los más curiosos con Saber y ganar y han pasado 20 años desde que inició su primera andadura como conductor de concursos televisivos con el dinámico Si lo sé no vengo. Jordi Hurtado( foto) es un periodista infatigable que ha sabido hallar en la especialización una gran aliada, además de continuar trabajando como actor camaleónico de doblaje.
Usted empezó en la radio...—Sí, en radio Joventut, que ya no existe. Empecé con 18 años y de ahí pasé a Radio Barcelona. Estuve haciendo programas de todo tipo, sobre todo magazines hasta que me encargaron Lo toma o lo deja, en el 81. Se basaba en la fórmula del clásico Doble o nada. Fue mi primer encuentro con los concursos y parece que desde entonces me acompañan. Ellos me han buscado a mí, yo no los he buscado a ellos.
—¿Entonces esto de los concursos no fue tan vocacional como ocasional?
—Lo absolutamente vocacional fue la radio porque con 16 años pensar en la tele era imposible. Además entonces sólo había una: Televisión Española. Era una cosa que casi daba miedo. La radio era más cercana, era el directo, la música, enganchaba.
Lo de dar el salto a la tele no se lo planteó...—Inicialmente no. Empecé en el 76 a hacer radio, y ya llevaba 9 años en el medio cuando me propusieron hacer tele. Me presenté a unas pruebas y me escogieron para Si lo sé no vengo. ¡Yo no había hecho nunca tele y era para la primera cadena! Era muy fuerte porque no sabías el índice de audiencia pero a lo mejor te decían que tenías 14 millones de espectadores. Eso se ha acabado y se va a acabar para siempre con todo lo que viene. El pastel cada vez es más pequeño.
—Si lo sé no vengo era un programa que recogía un poco la tradición iniciada por el 1, 2, 3.
—Sí, era un programa semanal que juntaba dinamismo y pruebas. Y Sergi Schaff (director de Si lo sé no vengo y Saber y ganar) quiso añadir también el ingrediente quiz show, las preguntas. Se añadieron directamente dentro de las pruebas. Cuando el concursante estaba realizando una prueba tenía que responder. El "atención, pregunta" nació entonces. Era todo muy estresante, muy dinámico, con mucha fuerza. Estuvimos cuatro años en antena. Fue un proyecto que me entusiasmó.
—Y después de Si lo sé no vengo vinieron más concursos.
—Sí, más concursos en televisión: Pictionary, Carros de juego, el Trivial. También hice mucho directo para las desconexiones de mediodía de la Primera. Hacía un magazine diario en directo. Ya no se hacen estos espacios en esta franja. También presenté un programa sobre reportajes de impacto, con Almudena Ariza. Se llamaba Cómo lo hacen. Después de un tiempo sin hacer televisión, haciendo radio, haciendo doblaje... vino Saber y ganar. Y desde entonces, desde 1997, Saber y ganar. ¡Ha sido tremendo!
—¿Siente que esta dedicación a los concursos ha sido una forma de especialización en su carrera?
—Yo creo que es eso. Creo que los concursos son un género muy difícil. Para hacerlos bien hay que dar credibilidad día a día. De este modo se consigue la fidelización del espectador. Yo prefiero estar especializado en este género que en el del cotilleo. Estoy contento y orgulloso de poder trabajar de esta manera. Hacer un programa de las características de Saber y ganar enriquece mucho.
—Por muy buenas esperanzas que tuvieran en 1997, difícilmente debían imaginar estos 9 años en antena. Además han ganado premios, un ATV, y han estado nominados para los TP de Oro en dos ocasiones...
—Desde luego no podíamos imaginarlo. Lo de los premios es diferente. Hay muchos programas que reciben premios y después desaparecen. El premio para nosotros es estar. La gran fidelidad de los espectadores, el millón 600.00 que nos sigue cada día. Estar haciendo medias de un 11%, cuando la cadena tiene un 5%. A veces incluso llegamos a un 16 o 17%.
—¿Y cuál cree usted que es la clave para sobrevivir en la era de la telebasura?
—La clave es que hemos hecho un producto que la gente quiere ver. Hay una relación con el espectador producida sobre todo por la continuidad de los concursantes. Se crea un vínculo entre el espectador y estos concursantes que permanecen en el programa durante días, semanas e incluso meses. El programa tiene mucho ritmo, son 7 pruebas en sólo media hora y el contenido gusta mucho. Toda esto hace que la gente lo espere, que lo busque. La 2 tienes que buscarla, no te la encuentras.
—¿Cuando hay un magnífico, sube la audiencia?
—Tampoco se dispara. La fidelidad también se nota en eso. En los periodos en los que no hemos tenido concursantes tan buenos, la audiencia se ha mantenido. Pero sí que a nuestra audiencia le gusta que haya un concursante que dure mucho. Yo me sorprendo mucho de lo que llegan a saber los concursantes.
—Pues creo que Sergi Schaff, cuando estrenaron el programa, llegó a decir que era para concursantes con un nivel más o menos de bachillerato...
—Aquí Sergi estuvo muy optimista (risas). ¡La pregunta caliente se las trae! Piense que todos los programas los leemos y discutimos en reuniones previas a las grabaciones. Vemos qué funcionará, qué no funcionará, qué hay que quitar porque es muy difícil... Entre todos vamos viendo si hay temas que ya han salido o están muy repetidos, si hay que darle la vuelta a algo. Hay mucha selección previa y control porque no queremos que se nos escapen cosas.
—Precisamente da la sensación de que uno de los problemas que deben tener es continuar encontrando preguntas. ¿Tienen un equipo de guionistas muy grande?
—Tenemos una media docena de guionistas. Algunos más o menos fijos y otros que llevan baterías de preguntas sobre temas o secciones concretos. Sergi siempre dice que las preguntas han de tener gracia e imaginación porque sino la cosa no engancha. Yo, a mi vez, procuro que el espectador desde casa participe y busco la complicidad. Piense que no tengo guión, me lo invento todo. Los guionistas me escriben cuatro rallas sobre el hilo argumental del programa o los temas "a tratar" y voy improvisando sobre la marcha porque me siento más cómodo así.
"Yo no creo en eso de que la gente ve lo que le dan. Si le das cosas diferentes puede escoger"
—Los concursantes de Saber y ganar arrasarían en Pasapalabra o 50x15.
—Bueno, es que el que ha ganado más dinero en Pasapalabra, Manolo Romero de Jerez, es nuestro. Creo que ganó más de un millón de euros allí. Estuvo con nosotros 88 programas. A finales de enero emitiremos el programa 2000 de Saber y ganar y en él tendremos a Manolo y otros dos magníficos. Los tres que más tiempo han estado con nosotros pero sin llegar a 100. La idea es que puedan incorporarse progresivamente al programa, cuando vaya habiendo bajas para llegar hasta los 100. De momento a esa cantidad sólo ha llegado un chaval de Zaragoza. Este también estuvo en Pasapalabra y se llevó bastante dinero.
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