Felipe González ha perdido el aguante de antaño para resistir las cuitas internas del PSOE. «He dicho a los compañeros una cosa que los inquieta mucho: voy a ser militante hasta el resto de mis días, pero soy menos simpatizante que antes», confesó ayer con cierta sorna. El expresidente del Gobierno aseguró así que está dispuesto a ayudar al partido en lo que haga falta, pero dio a entender que prefiere mantenerse alejado de las discusiones del día a día. El que fuera líder socialista durante 23 años, desde 1974 hasta 1997, relató en una entrevista en la cadena Ser que cuando los socialistas empezaron a hablar de cómo elegir al candidato a la presidencia del Gobierno y del proceso de primarias, él se quitó de en medio. «Cuando haya un candidato estoy disponible, en el recorrido -dijo que pidió- no me llamen». Las simpatías de González por Alfredo Pérez Rubalcaba, primero ministro de Educación y luego ministro de la Presidencia y Portavoz de su último gabinete, son evidentes. Pero el exdirigente socialista hace tiempo que decidió que una vez liberado de las ataduras del cargo volaría por libre. Desde entonces, se limita a dar consejos cuando se los piden -o cuando no se los piden, pero él lo cree necesario-. En esta ocasión se lanzó con una recomendación al aspirante Rubalcaba. «Tiene que decir con toda claridad la verdad», dijo en referencia a la crisis y la necesidad de seguir haciendo ajustes y reformas. González insistió en su tesis de que una de las prioridades para España es mejorar su competitividad y defendió, como ya ha pedido desde Europa la canciller alemana Angela Merkel, que una parte «sustancial» de los salarios se ligue a la productividad. «Eso es lo que tiene que decir (Rubalcaba)», apuntó. En esa misma línea, alegó en contra de lo que creen muchos dirigentes socialistas que el vicepresidente primero del Gobierno no debería hacer el esfuerzo de desmarcarse de Zapatero por más que la desafección ciudadana que se vio reflejada en las urnas el pasado 22 de mayo sea achacable a su política económica. «Hace ya un año dije que este cambio de posición para enfrentar la realidad que se ha dado en Zapatero nos está haciendo conocer al mejor Zapatero que hemos conocido», dijo. « Probablemente el más criticado, el que menos apoyo ha tenido, pero, desde el punto de vista de la calificación política del gobernante, el mejor», remarcó. Con este argumento insistió en que Rubalcaba «no lo tiene por qué negar». «La gente no premia que se niegue una realidad como esta», aseguró. En todo caso, González destacó que el candidato tiene discurso y perfil propio, así como una forma individual de ver las cosas. «Lo que tiene que decir es lo que quiere hacer», apuntó. El expresidente se refirió también a la entrada de Bildu en las instituciones vascas y lo hizo con esperanza. «¿Servirá para acabar con el fenómeno de ETA que está muy debilitado? Más bien creo que sí», dijo. A su juicio, además, el apoyo cosechado ahora por esta formación se irá difuminando en próximos comicios como ocurrió con el M19 en Colombia.
Felipe González ha perdido el aguante de antaño para resistir las cuitas internas del PSOE. «He dicho a los compañeros una cosa que los inquieta mucho: voy a ser militante hasta el resto de mis días, pero soy menos simpatizante que antes», confesó ayer con cierta sorna. El expresidente del Gobierno aseguró así que está dispuesto a ayudar al partido en lo que haga falta, pero dio a entender que prefiere mantenerse alejado de las discusiones del día a día.
El que fuera líder socialista durante 23 años, desde 1974 hasta 1997, relató en una entrevista en la cadena Ser que cuando los socialistas empezaron a hablar de cómo elegir al candidato a la presidencia del Gobierno y del proceso de primarias, él se quitó de en medio. «Cuando haya un candidato estoy disponible, en el recorrido -dijo que pidió- no me llamen».
Las simpatías de González por Alfredo Pérez Rubalcaba, primero ministro de Educación y luego ministro de la Presidencia y Portavoz de su último gabinete, son evidentes. Pero el exdirigente socialista hace tiempo que decidió que una vez liberado de las ataduras del cargo volaría por libre. Desde entonces, se limita a dar consejos cuando se los piden -o cuando no se los piden, pero él lo cree necesario-. En esta ocasión se lanzó con una recomendación al aspirante Rubalcaba. «Tiene que decir con toda claridad la verdad», dijo en referencia a la crisis y la necesidad de seguir haciendo ajustes y reformas.
González insistió en su tesis de que una de las prioridades para España es mejorar su competitividad y defendió, como ya ha pedido desde Europa la canciller alemana Angela Merkel, que una parte «sustancial» de los salarios se ligue a la productividad. «Eso es lo que tiene que decir (Rubalcaba)», apuntó.
En esa misma línea, alegó en contra de lo que creen muchos dirigentes socialistas que el vicepresidente primero del Gobierno no debería hacer el esfuerzo de desmarcarse de Zapatero por más que la desafección ciudadana que se vio reflejada en las urnas el pasado 22 de mayo sea achacable a su política económica.
«Hace ya un año dije que este cambio de posición para enfrentar la realidad que se ha dado en Zapatero nos está haciendo conocer al mejor Zapatero que hemos conocido», dijo. « Probablemente el más criticado, el que menos apoyo ha tenido, pero, desde el punto de vista de la calificación política del gobernante, el mejor», remarcó.
Con este argumento insistió en que Rubalcaba «no lo tiene por qué negar». «La gente no premia que se niegue una realidad como esta», aseguró. En todo caso, González destacó que el candidato tiene discurso y perfil propio, así como una forma individual de ver las cosas. «Lo que tiene que decir es lo que quiere hacer», apuntó.
El expresidente se refirió también a la entrada de Bildu en las instituciones vascas y lo hizo con esperanza. «¿Servirá para acabar con el fenómeno de ETA que está muy debilitado? Más bien creo que sí», dijo. A su juicio, además, el apoyo cosechado ahora por esta formación se irá difuminando en próximos comicios como ocurrió con el M19 en Colombia.
PALABRA DE EXPRESIDENTE
ResponderEliminar«Desde que decidió enfrentarse a la realidad, estamos conociendo al mejor Zapatero»
«Rubalcaba ha de decir toda la verdad: hay que hacer reformas para ganar competitividad.