Arde la prensa argentina (de pasión) por el lío de Lionel. Y es que a Messi lo han pillado con una bailarina de ?striptease? en un local de Las ...
En una, el futbolista se apoya en la mullida pechera de la 
bailarina con cara de estar evocando la delantera del Barça. Y en otra, 
se asoma a su abisal escote como preguntándose... «¿se me habrán caído 
aquí las llaves?». Nada, Antonella, vete a la boda de Xavi hecha una 
estrella del cabaret para que luego tu marido te la pegue con una 
‘stripper’. Bueno, siempre podrá alegar Messi que la bailarina le 
recordó a su señora. O que creyó que era de Hacienda (como Hacienda 
somos todos) e intentó caerle simpático. 
Me pregunto qué cotilleos se estarán cocinando ahora en el 
selecto club de las ‘wags’. Digo ‘wags’ y no es que me esté dando una 
arcada (que también), sino que hablo de las ‘Wives and Girlfriends’, o 
sea, esposas y novias de futbolistas: la versión postmoderna y hortera 
del anticuado ‘señora de’. Anda, que más de dos siglos de feminismo para
 acabar así, valorando y catalogando a las mujeres en función de quién 
sea su novio o marido... El último CIW (Congreso Internacional de Wags) 
se celebró aprovechando la boda de Xavi Hernández. Y digo aprovechando 
porque el enlace fue lo de menos. 
Allí el partido se jugaba en otra cancha: el terreno del 
‘fashionvictimismo’, donde se registraron plusmarcas mundiales en 
profundidad de escote, descaro en las transparencias y longitud en la 
raja de la falda. Se alzó con la ‘orejona’ Daniella Semaan, la novia de 
Cesc Fábregas, que lo llevaba todo: escote, transparencias, raja... O 
sea, un vestido más lúbrico que el Tres en Uno. Y quedó subcampeona 
Antonella Roccuzzo, la compañera sentimental de Messi, que a estas 
horas, según la versión argentina, «Está en plena crisis, ché». Aquel 
día se casaba un futbolista de élite, pero podría haberse casado una 
estrella del ‘hard porno’ y la estética dominante habría sido la misma: 
vulgar, choni, hortera... O, como diría una amiga mía, digna de ‘Gandía 
Shore’.
Y claro, al lado de una ‘wag’ siempre hay un ‘wog’, un 
hombre famoso por sus habilidades en el terreno de juego que está 
empeñado (sabe Dios por qué) en marcar tendencia. Este verano los ‘wogs’
 (‘wuaperas’, ordinarios y gañanes) no están dispuestos a que sus 
señoras les roben plano. Guti se ha rapado al cero, Ramos se ha teñido 
de rubio platino, Neymar ha sustituido su legendaria cresta por un lacio
 flequillo rojizo y se ha dejado un esquema de barba geométrica como un 
teorema indescifrable, y Benzemá se ha afeitado el hemisferio craneal 
izquierdo y se ha dejado una especie de montañoso tupé en el derecho que
 ni Riquete el del Copete... Messi parece a salvo de estas tentaciones, 
pero no de otras peores. Él este verano ni se rapa ni se decolora. Es 
más, Messi no se corta un pelo. Y esas fotos lo demuestran.
TÍTULO:   MIREIA BELMONTE Y MARINA GARCIA SIN MEDALLA,.
MUNDIALES DE natación
Melani Costa se queda muy cerca de su segunda medalla
La mallorquina pincha en el último largo y acaba quinta en 200 m. estilo libre
Le Clos coge el testigo de Phelps en 200 mariposa
Se sentía fuerte, en estado de gracia y se dejó llevar por 
el momento dulce que atraviesa, en el que le sale todo lo que intenta. 
Melani Costa, plata mundialista en los 400 metros, arriesgó este 
miércoles en la final de los 200 m. libres, donde fue novena en los 
Juegos de Londres, pero en este ocasión no pudo subirse al cajón de los 
elegidos. Acabó quinta, tras desfondarse en el último largo. Un gran 
resultado, en cualquier caso, teniendo en cuenta la calidad de la final.
 Porque junto a la mallorquina nadaron la italiana Federica Pellegrini, 
oro en Pekín y plusmarquista mundial; Missy Franklin, dos oros en 
Barcelona y cuatro en Londres; y la francesa Muffat, plata en los Juegos
 de la capital británica y mejor marca mundial del año.
Casi nada para una carrera que lanzó Muffat en plan 
kamikaze. La gala, que decepcionó en los 400 m. (fue séptima), no quería
 perderse otra medalla y se la jugó. Apostó todo al rojo, saliendo como 
un tiro y doblando el 50 en 26.59, que solo se atrevió a seguir de cerca
 la genial Missy Franklin. La estadounidense tomó el relevo, hizo un 
segundo largo súperexigente, en 28.63, se puso en cabeza y ya no dejó el
 liderazgo hasta la línea de meta. Melani se colocó tercera, en el paso 
del 50, en del 100 y también en del 150, pero no pudo aguantar ni a la 
sueca Sjostrom (4ª), ni sobre todo a la italiana Pellegrini, que venía 
en negativo desde la sexta, quinta y cuarta posición para acabar como 
una moto, en segundo lugar. Melani lanzó un órdago muy fuerte. En cambio
 le fallaron las fuerzas. Su último largo fue el peor de las ocho 
finalistas y el 31.14, dos segundos más que la transalpina, fue su juez y
 su verdugo y el que la apartó del pódium de la gloria. 
La prueba la ganó Franklin, que ya lleva tres oros y que se
 postula como referente mundial de este deporte. Tras la marcha de 
Michael Phelps, la natación busca un monarca absoluto que con toda 
probabilidad será la joven estadounidense, nacida en Pasadena en 1995. 
Segunda fue Pellegrini y el bronce fue para la francesa Muffat, que se 
pudo sacar la espina del 400. Melani aspiraba a más y quizá le quedó la 
duda de qué hubiera sido capaz de hacer si llega a batir otra vez el 
récord de España. Y es que con el 1.56.19 de las semifinales, hubiera 
estado muy cerca de Muffat, a la que se le hizo muy larga la carrera. 
Costa, en cualquier caso, está completando unos mundiales 
de ensueño y se marchará «contentísima». «Podía haber estado con las 
mejores», dijo, «pero nadaron demasiado fuerte». «Aún queda mucho 
campeonato», advirtió. Lo que más le motiva es su próxima cita, el 
relevo largo de 4x200, en el que España aspira a meterse en la final, lo
 que sería un merecido premio para el equipo femenino español, que se 
está saliendo en Barcelona. Melani está pletórica y Mireia Belmonte no 
le va a la zaga. Este miércoles nadó en la prueba en la que fue plata en
 Londres, los 200 m. mariposa, y pegó un puñetazo en la mesa que resonó 
en toda la montaña mágica de Montjuïc, donde está el Palau Sant Jordi. 
La badalonesa demostró que está muy fuerte, ya que logró la mejor marca 
de las semifinalistas. Tuvo buenas sensaciones, se sintió cómoda y firmó
 un 2.06, que apunta a medalla. La final será de mucho nivel, porque 
estarán Cammile Adams, Katinka Hosszu, Liy Zige y también Judit Ignacio,
 la sorpresa positiva de las ‘semis’. La catalana, de 19 años, hizo la 
octava marca y este jueves nadará su primera final mundial, todo un 
regalo.
También estará en la final, pero de 50 m. espalda, Merche 
Peris. Ganó su semifinal, tras un gran final submarino, batió el récord 
de España y sueña con la medalla porque saldrá con el tercer registro. 
Duane da Rocha, en cambio, hizo marca personal, pero se clasificó en 
décima posición y no pudo pasar a la ronda final.
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