TÍTULO. CUANDO NO SE PONIA EL SOL.
Cultura
Cuando no se ponía el Sol
Sevilla acogerá una reunión científica del 23 al 27 de septiembre con motivo del V Centenario del descubrimiento del Pacífico por Vasco Núñez de Balboa
La mayor reunión científica sobre el Pacífico se celebrará en Sevilla del 23 al 27 de septiembre y dará cita a historiadores de Europa, Asia y América con motivo del V Centenario del descubrimiento del Pacífico por Vasco Núñez de Balboaque, conforme al histórico aserto, hicieron que en España no se pusiera el Sol.
El congreso internacional, que se celebrará bajo el epígrafe de «El Pacífico, 1513-2013. De la Mar del Sur a la construcción de un nuevo escenario oceánico», es fruto de la alianza científica y cultural entre las tres principales instituciones americanistas de Sevilla, su Universidad, la Escuela de Estudios Hispano-Americanos (CSIC) y Archivo General de Indias.
Precisamente, el histórico edificio del Archivo de Indias acogerá, de forma paralela, la exposición titulada «Pacífico. España y la aventura de la Mar del Sur», organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y Acción Cultural Española y que ya ha podido verse en la ciudad cacereña de Trujillo.
La exposición, con piezas originales, paneles y audiovisuales, se dividirá en cinco bloques: «Un mundo incompleto»; «América, el continente inesperado»; «El descubrimiento de la Mar del Sur»; «La exploración del Océano Pacífico»; y «De la estela al camino: el Pacífico, puente entre continentes».
Presencia cultural
Santiago Bernabéu, investigador del CSIC y coordinador del Congreso junto a la profesora de la Universidad de Sevilla Carmen Mena, ha dicho a Efe que se trata de la mayor reunión científica sobre el Pacífico
y que las 135 ponencias que serán presentadas abarcan los últimos cinco
siglos, con asuntos de actualidad, como los problemas medioambientales
de la zona.
Habrá ponencias sobre galeones hundidos, sobre piratería,
sobre estudios de ADN, sobre los intérpretes en épocas históricas -se
trata de la zona del mundo con más idiomas vivos, e históricamente hubo
varios idiomas en una sola isla- y sobre la pervivencia de la cultura y las costumbres españolas en el Pacífico, denominado por historiadores americanos como «El lago español».
Bernabéu ha destacado que en Taiwan en
la actualidad se están excavando y rehabilitando dos antiguos fuertes
españoles que estuvieron en servicio durante 35 años y que, aunque las
que perduran en la memoria como españolas son las Filipinas, la presencia de España también fue duradera en las Marianas, en Palaos y en otros archipiélagos.
Influencia en el «Mar del Sur»
En numerosas islas se conservan antiguas ermitas, fortines,
cementerios y otros vestigios españoles, como la toponimia de
accidentes geográficos e incluso de islas, como la del Espíritu Santo, cuya denominación resistió a posteriores cambios de nombre de franceses u holandeses.
La presencia española en aquellas aguas fue permanente desde finales del XVI hasta 1812, periodo en el que el denominado Galeón de Manila,
las cruzaba una o dos veces año para llevar a España especias,
marfiles, muebles y textiles, en una ruta que se hacía tocando puertos
de México y Perú, ya que hasta finales del XVIII no se abrió para los españoles la ruta del Cabo de Nueva Esperanza.
Las relaciones de España con Siam, con la India y con Indochina,
y las embajadas efectuadas con aquellos lugares también serán
analizadas en el Congreso, que tendrá dos vertientes paralelas, «la de
Filipinas y el mundo oriental, y la americana de los países con ribera
en el Pacífico», según Bernabéu.
El coordinador del Congreso ha advertido de que, aunque Balboa fue el primer occidental que vio el Pacífico e incorporó el entonces denominado Mar del Sur, la reunión «no será sobre Balboa sino sobre el Pacífico, que sigue siendo muy desconocido» históricamente, salvo en lo que se refiere a los primeros viajes, como el de Magallanes.
TÍTULO: FERRERA Y URDIALES, DOS TOREROS.
Se cumplieron casi todos los ritos como en un guión
prescrito. Victorino cerró Semana Grande con una corrida variada,
compleja y viva. Diego Urdiales se esmeró al torear de capa. Nadie lo
había hecho a la verónica en toda la semana con tanta pureza como él en
el segundo toro de corrida. El propio Diego toreó de muleta con la mano
izquierda, con temple, pureza clásica y asiento. Y sin escatimar: tandas
de cinco y hasta seis.
No se sabe por qué razón -¿el cambio climático del segundo
domingo de fiestas en Bilbao.?-, el cielo se puso gris, y el día,
triste. Y llovió todo lo que no había llovido en los últimos diez días.
No había llovido nada y tampoco fue para tanto. Y dos cosas más, que se
salieron del común. Dirigió la banda el maestro Juanjo Ocón, segundo
director invitado este año a los toros , y la banda sonó de maravilla.
El repertorio habitual de Bilbao, pero brioso, afinado, acoplado.
En los balconcillos de Vista Alegre se sientan taurinos
melómanos, las dos cosas, y cuando la banda cerró el pasodoble de
arrastre del quinto, se volvieron hacia los músicos y aplaudieron. Ocón
saludó tímidamente. No sabría que le estaban escuchando. O pensaría que
las palmas son en los toros premio exclusivo de los toreros.
Y de los toros bravos. Los hubo en la corrida de Victorino,
pareja, bella, bien hecha, en tipo, astifina. No hubo alimañas. Ya hace
tiempo que no.
No solo Urdiales, tan virtuoso con el capote a la verónica
-los seis lances más bellos de la semana, los de mejor cadencia- como
puro en una tanda ligada con la zurda. ¿La mejor de la semana con
permiso de Perera, El Juli y Alberto Aguilar? Además de Urdiales,
Ferrera.
Ferrera en estado de gracia. Le sale todo, encuentra toro
en todas partes, se vacía con el que sirve y con el que no, porque de
pronto parecen servirle todos. Y los saltillos de Victorino parecen
venirle como anillo al dedo. No sufre, no se atraganta. Y rompe con esa
epidemia de monotonía que ha pasado a ser en el repertorio moderno de
muleta como una nube tóxica. También Ferrera se estiró de capa en los
lances de recibo, jugó los brazos, se encajó, le cambió al primer toro
terrenos, acertó a soltarlo tiempo, lo lidió con criterio Y al cuarto,
que asomó fiero, lo mismo y mejor: cinco lances amplios en los medios,
de capote muy volado, traído el toro por delante, bien librado, y una
media estupenda. Con Ferrera se vivieron, de acuerdo con el guión
imaginado, dos tercios de banderillas bastante brillantes: cuarteos,
reuniones de dentro afuera y de poder a poder, ataques en tablas, un
cambio con recorte y salida por delante dedo en ristre hasta dejar al
toro firmes.
Ese fue el cuarto de corrida, pronto y repetidor, de largo
viaje por la mano izquierda. Y por ella fue casi entera una faena de
Ferrera de gran descaro, segurísima en los enganches, firme en la
ligazón. Sin una sola ventaja. De fondo la banda de música: el 'Camino
de rosas' de José Franco. Público volcado, porque Ferrera ha ganado
hasta en eso, en la manera de llegar a la gente. La estocada asomó.
Atravesada. Un descabello. Una vuelta al ruedo bien ganada.
De garbo parecido, y de idéntica autoridad, había sido la
primera faena de esta corrida que se jugó con tiempos ligeros porque los
toros se movieron y no perdieron los toreros el tiempo. Cuando el
primer toro respiró picante -la casta-, se impuso el Ferrera de poder.
Cuando el toro se tranquilizó, un poquito de jugar al toro. Dos
pinchazos, media. Un gusto ver a Ferrera con tal desparpajo. Una cornada
apenas curada y de hace solo diez días. Y parecía andar por Bilbao de
compras, de paseo o de potes. Eso es, en un torero, sitio. Lo que se
ponga por delante.
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