La ausencia de lluvias está provocando que salgan muy pocas de estas plantas silvestres, cuya venta ayuda a la economía de algunas familias.
La actual campaña de espárragos está dejando pasar sus mejores meses, diciembre y enero, con una gran escasez de dicho producto. Cuando el año es bueno, la venta o rifa de este preciado vegetal ayuda a la economía familiar de los esparragueros en este periodo de poco trabajo. Para conocer algo más sobre esta actividad, un experto esparraguero valverdeño, Antonio Pinilla Rodríguez, cuenta la actual situación. Sobre la escasez de espárragos explica que se debe principalmente a la ausencia de lluvias. «La falta de humedad hace que salgan pocos espárragos y que no merezca la pena cogerlos ya que es bastante costosa pues la esparraguera blanca es muy espinosa y espesa y los pocos tallos que da suelen crecer protegidos en el interior, de forma poco accesible». Por el contrario, afirma Pinilla, cuando hay suficiente humedad, cada planta puede dar una buena cantidad de jugosos y tiernos ejemplares. Sin embargo para coger los cuatro manojos de la fotografía, que son unas doce 'manás', él y su hijo han necesitado toda la mañana (casi diez horas de trabajo entre los dos). En un año bueno, él solo hubiera cogido una «troza de más de 30 'manás'».En el vocabulario utilizado, detalla que una 'maná' son los espárragos que puede sujetar una mano sin que se caigan, un manojo son cuatro o cinco 'manás' y una 'troza' está formada por cuatro o cinco manojos o más. Antonio, como muchos esparragueros, aprendió de pequeño a coger espárragos con su padre para traer a casa unos manojos que con su venta aliviara un poco la economía familiar tan pobre y necesitada por entonces. Una de las cosas que más valora de las que le transmitió su padre es el respeto por las fincas que recorre en su tarea, no molestando a los animales o cerrando cancillas. A sus 56 años, se siente orgulloso de que nunca le hayan llamado la atención como esparraguero. Este año ha salido muy poco pero está esperanzado en que pronto llueva y se puedan coger algunas buenas 'trozas' y que la campaña de los trigueros, de marzo en adelante, sea más provechosa.
Antonio Pinilla no tiene coche ni carné de conducir. Antes utilizaba su pequeño ciclomotor, pero desde hace un tiempo no dispone de él, por lo que va andando si tiene que ir cerca o con su hijo u otra persona si es lejos. A veces viajan hasta Portugal, Jerez o Burguillos donde hay muchos espárragos blancos y con más frecuencia sale a las fincas cercanas a Valverde, Los Fresnos, La Aduana, La Mata, La Chimenea, y para los negros o trigueros, El Novillero, El Higueral, Matacebada, Valdesevilla... Sobre los precios señala que las 'manas' oscilan entre 2 y 3 euros, según haya muchos o pocos. Con las rifas con cartas en los bares y con el sorteo con tiras de papeletas se saca algo más. De todas maneras, asegura, una familia no puede sostenerse durante estos cuatro o cinco meses solo con esta actividad.Pero las tortillas de espárragos están muy buenas y muy ricas.
La actual campaña de espárragos está dejando pasar sus mejores meses, diciembre y enero, con una gran escasez de dicho producto. Cuando el año es bueno, la venta o rifa de este preciado vegetal ayuda a la economía familiar de los esparragueros en este periodo de poco trabajo.
Para conocer algo más sobre esta actividad, un experto esparraguero valverdeño, Antonio Pinilla Rodríguez, cuenta la actual situación. Sobre la escasez de espárragos explica que se debe principalmente a la ausencia de lluvias. «La falta de humedad hace que salgan pocos espárragos y que no merezca la pena cogerlos ya que es bastante costosa pues la esparraguera blanca es muy espinosa y espesa y los pocos tallos que da suelen crecer protegidos en el interior, de forma poco accesible». Por el contrario, afirma Pinilla, cuando hay suficiente humedad, cada planta puede dar una buena cantidad de jugosos y tiernos ejemplares. Sin embargo para coger los cuatro manojos de la fotografía, que son unas doce 'manás', él y su hijo han necesitado toda la mañana (casi diez horas de trabajo entre los dos). En un año bueno, él solo hubiera cogido una «troza de más de 30 'manás'».
En el vocabulario utilizado, detalla que una 'maná' son los espárragos que puede sujetar una mano sin que se caigan, un manojo son cuatro o cinco 'manás' y una 'troza' está formada por cuatro o cinco manojos o más.
Antonio, como muchos esparragueros, aprendió de pequeño a coger espárragos con su padre para traer a casa unos manojos que con su venta aliviara un poco la economía familiar tan pobre y necesitada por entonces. Una de las cosas que más valora de las que le transmitió su padre es el respeto por las fincas que recorre en su tarea, no molestando a los animales o cerrando cancillas. A sus 56 años, se siente orgulloso de que nunca le hayan llamado la atención como esparraguero. Este año ha salido muy poco pero está esperanzado en que pronto llueva y se puedan coger algunas buenas 'trozas' y que la campaña de los trigueros, de marzo en adelante, sea más provechosa.
Antonio Pinilla no tiene coche ni carné de conducir. Antes utilizaba su pequeño ciclomotor, pero desde hace un tiempo no dispone de él, por lo que va andando si tiene que ir cerca o con su hijo u otra persona si es lejos. A veces viajan hasta Portugal, Jerez o Burguillos donde hay muchos espárragos blancos y con más frecuencia sale a las fincas cercanas a Valverde, Los Fresnos, La Aduana, La Mata, La Chimenea, y para los negros o trigueros, El Novillero, El Higueral, Matacebada, Valdesevilla... Sobre los precios señala que las 'manas' oscilan entre 2 y 3 euros, según haya muchos o pocos. Con las rifas con cartas en los bares y con el sorteo con tiras de papeletas se saca algo más. De todas maneras, asegura, una familia no puede sostenerse durante estos cuatro o cinco meses solo con esta actividad.
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