CASO GÜRTEL El jurado considera, por 5 votos a 4, que no cometió cohecho impropio .
El jurado popular considera inocentes a Camps y Costa.
El jurado popular, seis hombres y tres mujeres, ha decidido que Francisco Camps Ortiz, ex presidente de la Generalitat Valenciana, es inocente de un delito continuado de cohecho impropio. Cinco votos a favor, cuatro en contra. Ricardo Costa Climent, ex secretario general del PP valenciano, también. Idéntico resultado.Pese a que ninguno de los dos pudo probar el pago de sus prendas, el tribunal tampoco ha encontrado pruebas suficientes de que fueran los cabecillas de las empresas de la llamada 'trama Gürtel' los que las abonasen. El jurado se apoyado en las dudas de Isabel Jordán, ex empleada de las empresas de Correa, que en su declaración no pudo ratificar sus sospechas de que los trajes eran para Camps.
Tampoco encuentran vínculos entre los presuntos regalos y las adjudicaciones de la administración valenciana, más allá de una "relación comercial". Se han fundamentado en las contradicciones del sastre José Tomás y han encontrado demasiadas dudas en las diferentes pruebas exhibidas durante el juicio. Ante la duda, optan por absolver a los acusados.
Su condena requería siete votos a favor. Su inocencia solo cinco. Tanto la Fiscalía Anticorrupción como la acusación popular, representada por el abogado del PSOE, mantuvieron durante el juicio que los dos acusados recibieron en función de su cargo los regalos pagados por Francisco Correa, Álvaro Pérez 'El Bigotes' y Pablo Crespo, cabecillas del entramado corrupto. Según sus informes, el ex presidente aceptó entre 2005 y 2008 que la trama le regalara tres trajes y tres americanas adquiridas en la tienda Milano, y siete trajes, dos pares de zapatos y una americana de Forever Young. Todo por un importe de 13.121 euros. Ricardo Costa, por su parte, habría recibido cinco trajes, dos americanas y nueve pantalones en ambos establecimientos, prendas valoradas en 10.075 euros.
Pese a los 18 argumentos que expusieron las fiscales, el jurado no ha encontrado indicios suficientes tras cerca de 20 horas de deliberación. Se cierran así 28 días largos de juicio. Punto y aparte al proceso. La historia no acaba aquí, porque las acusaciones pueden recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo. Probablemente lo harán.
El balón de oxígeno para Camps y Costa es, sin embargo, incuestionable. Camps aceptó sentarse en el banquillo convencido de su inocencia, en busca de la "justicia que imparten sus conciudadanos", y sale del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana con un veredicto que le impulsa a buscar su ansiado regreso a la primera línea política. Que lo consiga es otra cosa...
Su calvario acaba por ahora. El juicio acabó justo tres años y un día después de que Francisco Camps compareciera por primera vez ante los medios para desvincularse del caso que le costó el cargo meses después.
El 19 de febrero de 2009, su nombre aparecía en los titulares de prensa en la misma línea que una extraña palabra: Gürtel (correa en alemán). Primeras sospechas. Alguien hablaba de un gasto de 30.000 euros en trajes regalados al entonces presidente valenciano. Fue solo el principio pese a que Camps prometió solventarlo en 24 horas. Serán un par de escaloncitos, diría tiempo después.
Durante los mil días siguientes se sucedieron titulares de escándalo, filtraciones interesadas del sumario, esperpénticas reacciones de los implicados, la metamorfosis de Camps, de barón del PP a incordio mayúsculo, el sacrificio de Costa, elecciones sin el menor desgaste y el inexorable avance del proceso en los tribunales.
Los dos acusados salvaron su cabeza en primera instancia en el TSJ, pero el Supremo reabrió el caso sin remedio hasta llegar aquí. Víctor Campos, ex vicepresidente de la Generalitat, y Rafael Betoret, ex jefe de gabinete de Turismo, con idénticas acusaciones, reconocieron su culpa, pagaron sus multas, devolvieron trajes, y se bajaron del tren. Camps y Costa no. Ambos perdieron sus cargos por el camino. Ricardo Costa fue destituido como secretario general del PP valenciano el 14 de octubre de 2009. Francisco Camps dimitió como presidente de la Generalitat el 20 de julio de 2011.
El 13 de diciembre los dos se sentaban en el banquillo de los acusados. Durante seis semanas, las defensas de los dos cargos del PP han tratado de demostrar su inocencia. Javier Boix, abogado de Camps, puso su empeño en retratar al ex presidente como un tipo honrado, austero, un buen hombre incapaz de hacer nada fuera de la ley.
Juan Casanueva, abogado de Costa, fue más directo. Dijo que su cliente pagó sus trajes y, sobre todo, que su cliente nunca tuvo cargo en el gobierno valenciano. Jamás tuvo poder para adjudicar contratos y, por tanto, no cabe el delito.
La estrategia ha funcionado. Para el jurado los dos son inocentes.
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