TÍTULO; gana por primera vez el GP de Alemania con Alonso cuarto
Vettel rompe el gafe,.
El tricampeón del mundo se afianza en el liderato del Mundial de Fórmula 1,.
Räikkönen y Grosjean flanquearon a Vettel en el podio en un gran día para Lotus,.
Fernando Alonso rozó el cajón pero se tuvo que conformar con el cuarto puesto,.
Sebastian Vettel se anotó la cuarta victoria de la temporada y la primera de su vida en casa, en el Gran Premio de Alemania. El tricampeón hizo buena una fantástica salida y la fortaleza de su coche para no dejarse superar al final por Kimi Räikkönen. Fernando Alonso, que remontó desde el octavo, acabó cuarto.
Fue la carrera de las estrategias, aunque al final todos los favoritos se detuvieran tres veces. La de Fernando fue inversa, primero con los medios y finalmente con el juego de blandos que no le dio en las tres últimas vueltas para poder adelantar a Romain Grosjean, que completa el podio en un día fantástico para Lotus.
Alonso, por su parte, cree que hubiese sido igual partir un poco más delante con la estrategia del ganador. "No hubiéramos ganado nada", afirma. Ahora se sitúa a 34 puntos en el Mundial de Seb y mantiene la segunda plaza del Mundial. "Hemos perdido lo que ganamos en Silvestone", afirmaba el español nada más bajarse del coche.
Fue un día de debacle para Mercedes. Lewis Hamilton, que salía en la pole, no pudo pasar del quinto, mientras Nico Rosberg fue décimo. Se reprodujeron los problemas de degradación de Barcelona, aunque algo atenuados, en un asfalto que estaba a 42 grados de temperatura.
Pero lo que más ha cambiado desde el 12 de mayo es el bajón de ritmo de Ferrari en carrera. Si no llega a ser por un 'safety car' en la vuelta 28, por el incendio del Marussia de Bianchi, Fernando hubiera acabado a unos 30 segundos del ganador.
Massa tuvo otro día aciago, Tras una buena salida en la que situó quinto, el brasileño bloqueó su Ferrari, trompeó y calo en la primera curva cuando sólo se cumplía la vuelta 3. Webber, por su parte, perdió una rueda en boxes que le golpeó a un cámara de tv que está en el hospital magullado, pero fuera de peligro.
CLASIFICACIÓN DEL GRAN PREMIO DE ALEMANIA DE FÓRMULA 1
1ºHamiltonMercedes GP1:29.3982ºVettelRed Bull1:29.5013ºWebberRed Bull1:29.6084ºRaikkonenLotus Renault1:29.8925ºGrosjeanLotus Renault1:29.9596ºRicciardoToro Rosso1:30.5287ºMassaFerrari1:31.1268ºAlonsoFerrari1:31.2099ºButtonMcLaren-Mercedes1:30.26910ºHulkenbergSauber1:30.23111ºRosbergMercedes GP1:30.32612ºDi RestaForce India F11:30.69713ºSergio PérezMcLaren-Mercedes1:30.93314ºE. GutiérrezSauber1:31.01015ºSutilForce India F11:31.01016ºVergneToro Rosso1:31.10417ºBottasWilliams1:31.69318ºMaldonadoWilliams1:31.70719ºCharles PicCaterham1:32.93720ºBianchiMarussia F11:33.06321ºVan der GardeCaterham1:33.73422ºChiltonMarussia F11:34.098TÍTULO; Gana a Djokovic en la final y pone la bandera británica en el palmarés de Wimbledon 77 años después'Sir Andy Murray'
Federer, Nadal y Djokovic habían ganado 32 de los últimos 34 Grand Slam
David Cameron, Victoria Beckham, Manolo Santana o Wayne Rooney, algunos de los VIPS que asistieron a la final
Andy Murray auyentó los fantasmas del pasado en el mítico All England Tennis Club convirtiéndose en el ídolo local que conquistara Wimbledon 77 años después de que ganara Fred Perry. El escocés, acogido como británico por un público que le siente suyo, se impuso en la final a Novak Djokovic por un marcador de 6-4, 7-5 y 6-4 que acabó con una Pista Central rindiéndose a los pies del que a partir de hoy será ídolo, protegido y venerado tenista con tratamiento de Sir.
La colina Henman se abarrotó horas antes de espectadores que llegaron a pagar 30.000 euros por una entrada para la final. La opción de que Murray cogiera el testigo de Perry como campeón de Wimbledon bien merecía estar presente. Ni una sola butaca vacía había en La Catedral cuando empezó el partido. Arrancó con un rally de 20 golpes que ganó el británico y un 0-40 que tuvo que salvar el serbio, que acabó cediendo su servicio antes de llegar al primer asueto en la silla. Motivos suficientes para que el respetable terminara de creer. Poco le duró la alegría a los ingleses porque Djokovic igualó la contienda con un contrabreak y calibró su raqueta desatinada hasta entonces. El duelo brilló por su intensidad, brega y calidad... pero tuvo en Andy al jugador más enchufado. El escocés logró un break en blanco en el séptimo juego y administró la renta hasta hacerse con el primer set.
El duelo era una partida de ajedrez disputada sobre un trillado tapete de hierba más propio de la tierra batida de Charleston que la Pista Central de Wimbledon. Sólo así se explica que Djokovic pudiera estirarse como un muñeco de goma y que Murray aguantara peloteos interminables en el fondo de pista. Fue el serbio quien golpeó primero en el segundo acto, tomando una pronta ventaja (4-1) que recuperó el británico (4-4) a base de casta, muñeca, incidir en el revés del rival y una doble falta de un Nole sombra de sí mismo. A diferencia de batallas de antaño, Andy demostró su madurez mental en los momentos clave, véase salvando dos bolas de break de su rival en el siempre clave octavo juego, logrando la ruptura en el undécimo capítulo y cerrando el set a su favor sin que se le arrugara el brazo. El público enloquecía.
El ambiente comenzó a recordar a la final de los Juegos Olímpicos de Londres del año pasado, celebrado en el mismo escenario, donde Murray pareció un gigante pasando por encima de Roger Federer. Djokovic se fue al vestuario buscando cambiar el escenario de juego, pero cuando volvió al coso se encontró con un rival enchufadísimo. En la grada le animaban sus más cercanos: Judy Murray, su madre; Kim Sears, su novia; Ivan Lendl, su técnico y el culpable del cambio que ha experimentado el escocés en los dos últimos años; y Daniel Vallverdú, su inseparable amigo desde su época de formación en la Academia Sánchez-Casal de Barcelona.
Murray rompió el saque de Djokovic en el arranque del tercer acto después de que una revisión del Ojo de halcón corroborase un nuevo error del serbio, que sin embargo no se dio por enterrado y pasó del 0-2 al 4-2. Andy volvió a reinventarse, plantándose en la cinta -poco frecuentada hasta el momento- y no solo recobró la desventaja adquirida sino que acabó dando la vuelta a la tortilla firmando los últimos cuatro juegos del envite. Aunque en el último, maratoniano capítulo, tuviera que levantar tres bolas de break y necesitara cuatro match points... Puño cerrado, brazos al cielo y su nombre en la gloria.
Le costó a Murray contener las lágrimas en los ojos. Era consciente de haber entrado en la historia de Wimbledon, el torneo que había soñado ganar desde chico. Se le vio feliz en el festejo, en el discurso y en la entrega de premios. No era para menos. Ya nadie le recordará a Fred Perry cuando hablen de campeones británicos... ahora se dirigirán a él como 'Sir Andy Murray'.
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