TÍTULO: A QUEMARROPA,. MANUEL DÍAZ EL CORDOBES,.EN OTRA VIDA HE SIDO FILOSOFO,.

SOCIEDAD , MANUEL DÍAZ EL CORDOBES,-foto-

«En otra vida he sido filósofo»

Le gusta buscarle sentido a las cosas, sale por la puerta grande de su casa cuando hace arroz a banda y es capaz de montar una cama de Ikea a la que le sobren tornillos... y que no se caiga

- Sus memorias se titulan 'De frente y por derecho' (Martínez Roca), ¿va siempre de frente?

- Lo intento. A veces es el camino más difícil, pero es el más honesto. Aunque yendo de frente la primera galleta te la llevas tú.

- Pero con su libro pocas galletas, porque ha sido un éxito...

- Pensé que la gente lo iba a utilizar para cuando se te queda un mueble cojo (risas). Pero ha sido todo muy positivo y la gente me ha conocido un poco más.

- Pues su vida tiene los mimbres para hacer un película...

- Sí, una película como Rocky pero a la española. Y como protagonista alguien guapo, como Mario Casas, que las generaciones futuras me recuerden guapete.

- ¿Cumple su promesa de que en su cocina nunca falta una pata de jamón serrano?

- ¡Ahora lo estoy comprando al corte! Me da perfectamente para el desayuno. Y, como está la cosa, me resulta un poquito fuerte salir con la pata del supermercado.

- Después de superar las mil corridas, tendrá dinero suficiente para no jugarse la vida a diario...

- Algo tengo. Creo que más que el que hubiese pensado que tendría.

- ¿Y mola salir en el 'Hola'?

- Salir en el 'Hola' tiene un rollo muy guapo porque te conocen en todas las peluquerías (risas).

- ¿Teme más al toro o a la prensa del corazón?

- La prensa del corazón me ha ayudado mucho. Pero entiendo más al toro (risas).

- Ahora se lleva los torero-modelo... ¿se ve en Cibeles?

- Si me hace falta, ¿por qué no? Pero necesitaría un poco de altura; quizás sea un buen modelo de radio.

- ¿Cuántas veces ha pensado en la prueba de ADN?

- Últimamente, muchísimo. ¡Cuántos toros me hubiese ahorrado de torear si me hubiese hecho la prueba y fuese positiva! Hubiese hasta heredado. Aunque un papel que diga quién eres no significa nada. Eso sí, creo que en algún momento mi padre ha llegado a sentirse orgulloso de mí.

- ¿Tiene más miedo al toro o a su padre?

- Más que miedo, le tengo un poco de respeto. Tendrá sus motivos y hasta entiendo su situación en un momento dado.

- ¿Y sigue lavando su coche como en la época del autolavado?

- El mío, el de mi mujer, el de la cuadrilla... todo el que pillo. Será por haber lavado tantos; y hubo una época en la que fui muy maniático. Hay tres cosas que un hombre tiene que tener limpias: ropa interior, zapatos y coche.

- Es todo un manitas en su casa, pero de Ikea no hablamos, ¿no?

- ¡Esos los domino a la perfección! (Risas). Soy capaz de montar una cama de Ikea a la que le sobren tornillos y que no se caiga. Me gusta hacer chapucillas en casa.

- ¿Cuándo sale por la puerta grande en su hogar?

- Cuando hago un arroz a banda.

- ¿Cómo va la operación traje de luces o bikini?

- Soy muy dulcero, pero me cuido bastante. El traje de luces canta mucho; con lo 'apretaíto' que va uno, si encima tiene tripita, parece una berenjena en lata.

- ¿Le gustaría tener un hijo o una hija torero?

- Me encantaría, porque es en lo único que le podría enseñar algo. ¡A mí me ha salvado la vida internet! Ahora puedo ayudar a mis hijos a hacer los deberes.

- Dice que en otra vida ha sido filósofo. ¿De verdad?

- Eso es lo que creo. Le doy a las cosas vueltas hasta que les encuentro sentido.

- ¿Y hubo crisis a los 40?

- Ahora estoy en el mejor momento de mi vida. Mi mujer tiene una sonrisa de oreja a oreja... y no porque sea muy gracioso (risas).

- ¿Seguimos quemando la noche y así entrenamos el salto de la rana en las discotecas?

- No. Me gusta levantarme temprano. Además, nunca he sido buen bailarín. Era de los que se recostaban en una columna y se dedicaban a mover las manos de una manera tonta que creías que lo estabas bordando y lo que hacías era no tener mosquitos alrededor. Pero como siempre he tenido desparpajo y verborrea, pues no me ha costado mucho trabajo ligar.

- ¿Algún corrupto preferido?

- Soy muy fan del Dioni. Como están las cosas, lo han hecho santo.

- Ya que Curro Romero fue su padrino, ¿cuál sería el Curro Romero de la política actual?

- No creo que ninguno tenga el suficiente arte y gracia para compararlo con el maestro. Aunque ser político ahora es muy difícil.

- Anda que si Mourinho fuera toro...

- ¡Cualquiera lo toreaba! (risas).

- Que me senti un poquito triste? Cuando Brasil le ganó a la selección española y ver cómo lo pasó mi hijo Manu.

TÍTULO; ESTAS SANDIAS SON LAS MEJORES GRACIAS AL AGUA QUE TENEMOS,.

CAMPO

«Estas sandías son las mejores gracias al agua que tenemos»

Fue uno de los primeros agricultores de la zona en experimentar con otros cultivos, en una comarca eminentemente tabaquera como es el Valle del Tiétar, adelantándose así al tan anunciado como temido final del cultivo del tabaco. Primero fueron mandarinas y más tarde ciruelas. Ahora, también sandías, dentro de su afán por experimentar con complementos al tabaco. Antonio Aparicio, natural de Losar de la Vera y con explotaciones en las fincas El Robledo, Cuaternos y en Talayuela, asegura que, al igual que con otros productos hortícolas, los frutos de la zona cuentan con una ventaja sobre el resto: el agua de la sierra de Gredos.

-¿Es el primer año que se dedica al cultivo de sandías?

-Sí, pero como complemento al tabaco y a los frutales, que es lo que más tengo.

-¿Cuanto terreno tiene de cada cultivo?

-Pues en la actualidad cuento con diez hectáreas de ciruelos, ocho de tabaco y este año he probado con media de sandías. Tenía ese terreno parado y he decidido probar suerte y dedicarlo a este fruto.

-¿Por qué eligió la sandía?

-Por su rendimiento. Es un cultivo del que se sacan muchos kilos por hectárea y porque aunque tienen un precio bastante bajo, su cultivo tampoco supone muchos gastos, por lo que siempre te queda algo de margen. En definitiva se trata de una apuesta, hoy día en la agricultura todo es una apuesta.

-¿Cómo la comercializa?

-Principalmente lo vendo en tiendas y surto a vendedores del mercadillo. La verdad es que es un producto que tiene buena salida.

-Comentaba que las sandías del Valle del Tiétar son especiales...

-Sí, es cierto. Las sandías que se dan en esta zona son las mejores debido a las horas de sol de las que disponemos y al agua.

-¿Al agua?

-Claro. A diferencia de lo que sucede en otros lugares, aquí regamos con un agua completamente sana, sin contaminante alguno, pues viene directamente de la sierra. Y es que no todas las aguas son iguales.

-Piense en el próximo año. ¿Repetirá la experiencia, con más o menos terreno?

-En principio plantaré lo mismo, media hectárea. Podría poner más, pero prefiero no hacerlo por las fluctuaciones del mercado, pues si tenemos un año malo tal vez tuviera que quedarme con la producción en la tierra. Y aunque tengas hecho un seguro por las pérdidas, lo cierto es que a la hora de la verdad no te cubre toda la producción.

-¿Qué bondades presente este cultivo frente a otros?

-Lo bueno de la sandía es que precisa muy poca mano de obra. Tan solo en la recolección. Por lo demás, se trata de controlar que no haya malas hierbas, alguna fertirrigación (abonar a través del agua de riego) y poco más. Además necesitas poca maquinaria, frente a la inversión a la que te ves obligado con otros cultivos.

-No obstante afirma que se trata de un complemento, que no pretende dedicarse por entero a las sandías...

-Efectivamente. Se trata de un complemento al tabaco y a los frutales, que es mi principal producción. Ahora mismo produzco 30.000 kilos de tabaco virginia (comúnmente conocido como 'rubio') y unos 240.000 de ciruelas, aunque este año tan solo tengo previsto recoger unos 20.000 kilos.

-¿Qué ha ocurrido?

-Hemos tenido heladas a primeros de marzo.

-Volviendo con las sandías... ¿Podría aprovechar el terreno para sembrar algo más?

-Sí. La sandía se trasplanta en mayo y se recolecta a primeros de julio, por lo que a partir de entonces podría sembrar algún hortícola de otoño o invierno, como la col. Pero ahora mismo ni me planteo hacerlo, pues también he de atender al tabaco y los frutales.