LA MÁXIMA LA QUE MÁS,./ COPA DE EUROPA, A REMONTAR CANAL DIGITAL + 20:45. BARCELONA-0-BAYER DE MUNICH-3- EL BARCELONA CON LA ILUSIÓN DE UN NIÑO,.

TÍTULO:  LA MÁXIMA LA QUE MÁS

Periodista Digital

1. Máxima, la que más
   

   
   

   Fue la que más sonrió, la que más se emocionó, la que más empatizó y seguramente la que más miradas acaparó. Igual que Forrest Gump en ...foto,.

   
   

   Fue la que más sonrió, la que más se emocionó, la que más empatizó y seguramente la que más miradas acaparó. Igual que Forrest Gump en el ejército, Máxima Zorreguieta ha encajado en la casa real holandesa como un pastel en un molde. El cargo de princesa, y es de esperar que ahora también el de reina de los Países Bajos, parece hecho a su medida. Su porte y su elegancia natural le confieren una presencia escénica impecable. Pero en su caso no es solo la pura fachada. Hay más. El verdadero punto fuerte de Máxima, y ayer lo volvió a demostrar, es la naturalidad. Ser natural entre los amigos o con la familia resulta fácil para casi todo el mundo (hay quien ni ahí lo consigue), pero serlo en circunstancias tan antinaturales y rígidas como las de una coronación requiere de un talento natural que o se tiene o no se tiene. Y como dirían los anglosajones: 'She's got it' (ella lo tiene).

   Bien sea por esa predisposición genética, bien por educación, por carácter o porque como cantaría Julio Iglesias 'le va, le va, le va, le va, le vaaaa', Zorreguieta demostró ayer en todo momento un admirable saber estar. Y eso, unido al plus de cercanía y calidez que aporta la tremenda expresividad de su rostro, propició un resultado muy fotogénico. A la nueva reina del país de los tulipanes se le vio arquear las cejas y arrugar la frente en varias ocasiones (por suerte aún no parece haber caído en la maldición del paralizante botox), contener, con ojos humedecidos, la emoción a duras penas mediante una elocuente sonrisa-dique e incluso guiñar un ojo (seguramente a su primogénita) justo antes de estampar su firma durante el acto protocolario de abdicación de la reina Beatriz. Dicen que en el ejercicio de la diplomacia los gestos son fundamentales y ese parece ser un lenguaje que Máxima domina. Lo demostró sobre el balcón del palacio real de Amsterdam al apretar entre sus manos la mano de su suegra, o a su llegada a la recepción, cuando al sentarse no sabía muy bien donde dejar el bolso y lanzó varias miradas cómplices a los que la rodeaban. En el difícilísimo equilibrio entre la espontaneidad y la contención, entre la extroversión y la discreción, Máxima se muestra a menudo como una consumada funambulista.

   «No voy a volver a nacer el 30 de abril, así que no esperen de mí algo distinto de lo que ya conocen», había advertido esta economista argentina, al tiempo que adelantaba que seguirá amando la música y el baile, dos de sus pasiones favoritas. Y como tal se comportó ayer, 30 de abril: exactamente fiel a sí misma. Cierto es que se la vio algo más rígida y solemne durante el comienzo de la coronación, envuelta en un majestuoso vestido con capa color azul pavo, y no tan visiblemente emocionada como en su boda, donde derramó abundantes lágrimas bajo el sonido del bandoneón (porque once años de protocolo pesan), pero sí volvió a hacer gala de ese tono cálido y solar que ha iluminado la fría y gris Holanda y ha derretido a sus habitantes. Las críticas más feroces de las tertulias televisivas de la mañana las recibió Zorreguieta por el desacertado vestido rojo Valentino (con un exceso de volantes plisados) que eligió para la cena de gala de la víspera, pero ese borrón en su brillante expediente quedó suavizado ayer con la sabia elección de una elegante blusa color nude combinada con falda de pedrería que lució durante el acto de abdicación. No. Es evidente que Máxima, como la llaman sus súbditos (Máxima a secas), no volvió a nacer. Pero es que tampoco le hacía falta. Los holandeses la quieren tal como es. Y no desean que cambie.

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   El Barcelona cayo eliminado con el resultado en total de un 7- 0- a favor del Bayer Munich,.

   
   

    El Barcelona, «con la ilusión de un niño»
   

   En la final de Atenas de 1994, cuando el Milan ganaba 4-0 al Barça y quedaba todavía media hora, yo era un niño ante la televisión que le .foto,.

    En la final de Atenas de 1994, cuando el Milan ganaba 4-0 al Barça y quedaba todavía media hora, yo era un niño ante la televisión que le decía a mi padre que remontaríamos. Y él, con el sentido común de un adulto, me dijo que ya no había opciones. Y acertó. Pero este es un día para que todos volvamos a ser niños, dejar el sentido común a un lado y tener la ilusión en pensar que remontar el 4-0 al Bayern es posible». Por fin se escuchó una frase de esas que invita a los barcelonistas a soñar tras varios días en los que casi se prefería no hablar del Bayern, casi con miedo a mencionar a la bestia que devoró al Barça en el Allianz Arena. La pronunció Gerard Piqué, un culé de cuna a quien no se le puede negar una buena oratoria en estos casos, como demostró con su apasionado discurso en la previa del Barça-Milan (4-0) en octavos de final, cuando el resultado que había que superar era un 2-0.
   

   El central saber conjugar las palabras que salen del corazón con las que surgen de la cabeza. No dijo en ningún en momento que creyera en la remontada, sino que cree en que se puede remontar, que es distinto. No fue como un gol en la previa, pero sí pareció el mensaje adecuado para afrontar una misión casi imposible: remontar un 4-0 al equipo más en forma de Europa.

   Abrir el campo con los laterales subiendo mucho, tener la pelota, moverla rápido, presionar arriba, que los delanteros fijen a los centrales para que Messi pueda entrar en juego, crear ocasiones, afinar la puntería, no ceder córners, no encajar un gol porque entonces habría que marcar seis. Todo el mundo tiene claro lo que hay que hacer, pero, como Tito Vilanova avisó en la previa, que nadie espere un Barça desbocado llevando el partido al terreno de la locura, algo que sería un suicidio ante un equipo letal a la contra con Ribéry, Robben o Mandzukic, que reaparecerá tras su sanción en la ida. «Todo pasa por el juego, todo pasa por el buen fútbol. Nosotros no somos de lanzar balones al área en busca de segundas jugadas ni de lanzarnos con todo.

   Hemos ganado a grandes equipos jugando como sabemos. Y tenemos que ser nosotros mismos. Claro que es importante marcar un gol pronto, pero sin volvernos locos. Ellos solo lograron uno en Múnich», explicó el técnico azulgrana, quien coincidió con Piqué en una idea que también ayuda a la esperanza: «Somos el Barça y no podemos dar la eliminatoria por perdida».

   Respeto de Heynckes

   Finalmente no estará disponible Mascherano, descartado por Tito Vilanova «porque lleva cuatro semanas de baja y se le pronosticaron seis». Se quedará en la grada con el también lesionado Puyol y con el sancionado Jordi Alba. Y tras el entrenamiento vespertino se supo que Busquets, baja fundamental, no se ha recuperado de una pubalgia; ni Abidal de una sobrecarga muscular. Pero no se lo perderá por nada del mundo Leo Messi, aunque sigue sin estar al cien por cien.

   La media hora de San Mamés, adornada con un gol de antología, fue ilusionante. Pero solo fue eso, media hora. El Bayern exigirá lo máximo a todos los jugadores del Barça desde el primer minuto, como hizo en Múnich, con jugadores como Javi Martínez en un estado de forma descomunal. A Messi no le bastará con un 60%, como tampoco a otro 'tocados' como Xavi y Busquets. Por eso el de Badia se cayó de la lista.

   Por supuesto, Piqué y Vilanova pidieron el apoyo de la afición. El técnico recordó que «las aficiones de Borussia Dortmund y Bayern crearon dos ambientes extraordinarios en la ida y lo ideal sería repetirlo». El club ha organizado un mosaico con las palabras «Orgull, Barça, Orgull» que le darán colorido al Camp Nou en un día festivo, por lo que se espera un gran ambiente desde primera hora. El Bayern intentará evitarla por todos los medios con su equipo de gala, con las ausencias conocidas de los lesionados Kroos y Badstuber. Heynckes presume de fondo de armario. Lo tiene en una plantilla mucho más compensada que la del Barça, y hará el once que crea necesario pese a que tiene a seis apercibidos de sanción para la final.

   La mejor baza del técnico alemán es el respeto que muestra a las posibilidades del Barça: «Es todavía el mejor equipo del mundo y Messi es un futbolista capaz de todo. Por eso saldremos con la misma mentalidad que en Múnich».