Los ciclistas que utilizan el casco ya no solo lo hacen en
 carretera o en el campo, sino en las ciudades. Complemento de seguridad
 más cómodo, con cuidados diseños y con colores para todos los gustos, 
los cascos previenen dos de cada tres lesiones graves en la cabeza y el 
cerebro, que son las principales responsables de la muerte de muchos 
ciclistas implicados en accidentes. Esta es la principal conclusión a la
 que llegó el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre después de
 analizar los estudios más recientes realizados por Colaboración 
Cochrane y la Universidad de Newcastle, ambas de Reino Unido, y la 
Academia Americana de Pediatría (EE UU). 
Además, todos los expertos coinciden en la importancia de 
utilizar un casco homologado y correctamente abrochado. Destacan que los
 ciclistas que no usan el casco tienen casi el doble de riesgo de sufrir
 una lesión en la cabeza que aquellos que sí lo usan, y el riesgo de 
lesiones en el cerebro aumenta 2,13 veces en los ciclistas sin casco. 
El National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) 
estadounidense, una de las entidades cuyos informes fueron analizados, 
señala que el casco ciclista reduce el riesgo de lesión en la cabeza 
hasta un 85% y el de lesión cerebral, en un 88%. También el Instituto 
Holandés para la Investigación de Seguridad Vial recalca que un correcto
 uso del casco puede llegar a prevenir el 42% de las lesiones.
Por su parte, tanto las asociaciones de pediatras de 
distintos países como el Banco Mundial y la Organización Mundial de la 
Salud (OMS), entre otros organismos, recomiendan su uso. En este 
sentido, subrayan que el casco ciclista en niños reduce la incidencia de
 sufrir traumatismos craneales en un 63% y la pérdida de conciencia, en 
un 86%.
Políticas de fomento
La reforma del Reglamento de Circulación que prepara la 
Dirección General de Tráfico (DGT) pretende que el casco sea obligatorio
 tanto en carretera -donde ya lo es- como en las zonas urbanas -donde es
 opcional-. Esta imposición ha levantado una gran polémica. 
Las asociaciones de ciclistas defienden imponer el casco 
puede contribuir a reducir la utilización de la bicicleta por parte de 
la sociedad. La Coordinadora en Defensa de la Bici (Conbici) recuerda 
que el uso del casco para los ciclistas adultos «no es obligatorio en 
ningún país europeo». Añade que «la obligación de su uso en las vías 
interurbanas ni siquiera ha podido evitar que España se coloque a la 
cabeza de los países europeos en siniestralidad ciclista en carretera». 
Por ello, Conbici defiende que «la mejor garantía para la 
seguridad, no solo de los ciclistas sino del tráfico en general, es 
aumentar el número de ciclistas en la vía pública, mediante políticas 
adecuadas de fomento, como las que se llevan a cabo en los países 
líderes de Europa (Holanda, Dinamarca, Alemania...), donde el uso del 
casco no es obligatorio, ni siquiera en vías interurbanas».
La DGT pretende unificar con la reforma del Reglamento las 
ordenanzas municipales en torno a la bicicleta. Y lo ha conseguido, solo
 que al revés. La mayoría de las grandes ciudades españolas expresaron 
su rechazo a la obligatoriedad de usar el casco para circular sus 
calles, tal como se puso de manifiesto en el seno de la Comisión de 
Transporte de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) 
durante el estudio el proyecto legal.
TÍTULO:  El nuevo Dalí
Extremadamente imaginativo, narcisista y megalómano, Dalí sigue siendo uno de los artistas más conocidos de nuestro tiempo, precisamente debido a esa ...
Extremadamente imaginativo, narcisista y megalómano, Dalí 
sigue siendo uno de los artistas más conocidos de nuestro tiempo, 
precisamente debido a esa personalidad extravagante y al estilo de su 
pintura, identificable al instante. Aún así, su importancia como figura 
fundamental en el arte del siglo XX ha sido a veces socavada por lo que 
algunos críticos percibieron como su habilidad para la autopromoción. En
 los últimos años, sin embargo, una serie de exposiciones y estudios 
académicos -como los de Dawn Ades de la England's University of Essex- 
han comenzado a reexaminar seriamente la amplitud, la densidad y la 
inteligencia de su obra, reivindicando al pintor como una de las figuras
 capitales en la renovación del arte en el siglo pasado.
En este contexto de reivindicación se sitúa la gran 
exposición -con más de 200 obras- que el Museo Reina Sofía de Madrid 
presentará a partir del 23 de abril y hasta el 2 de septiembre. La 
excepcionalidad de la muestra radica en la procedencia de las obras, que
 va desde importantes instituciones a colecciones privadas, pasando, por
 supuesto, por los tres depositarios del legado (Fundació Gala-Salvador 
Dalí, Salvador Dalí Museum de St. Petersburg  en Florida, y el propio 
Reina Sofía). 
Del MOMA se traerá, por ejemplo, la significativa 'La 
persistencia de la memoria' y el Philadelphia Museum of Art cederá 
'Construcción blanda con judías hervidas (Premonición de la guerra 
civil)'. La Tate Modern aporta 'Metamorfosis de Narciso' y los Musées 
Royaux des Beaux-Arts de Bélgica, 'La tentación de San Antonio'. Se 
trata, por tanto, de una de las presentaciones más completas de la obra 
del artista catalán realizadas hasta el momento. Una exposición 
realizada con el Centro Georges Pompidou, donde ya ha podido ser 
visitada. 
La exposición, según resaltan sus organizadores, explora 
todos los aspectos de la vida pública y privada del artista para 
intentar revaluar al Dalí pensador, escritor «y creador de una 
particular visión del mundo», haciendo especial hincapié en el periodo 
surrealista (núcleo de la muestra), y en concreto, en el método 
paranoico-crítico desarrollado «como mecanismo de transformación y 
subversión de la realidad». Para ello, además de sus cuadros más 
famosos, se exhibirán algunas de sus obras tempranas, sus películas 
surrealistas, bocetos y dibujos, junto con material documental, 
fotografías, manuscritos del propio Dalí, revistas y audiovisuales. En 
suma, una inmersión total en la obra y, a través de ella, en la vida del
 artista.
Primeros pasos
La muestra arranca con una sección dedicada a las primeras 
obras de Dalí, en la que predominarán los elementos que marcaron su 
infancia, como la familia -'Autorretrato cubista', 'Retrato de mi padre'
 y 'Muchacha en la ventana'- y el panorama de su alrededor, sobre todo 
el mar y el paisaje rocoso de Cadaqués -donde la familia pasaba los 
veranos y él disfrutaba de la libertad, la luz, los árboles.-  El 
entorno que lo rodeó en esos años debió de ser realmente maravilloso. De
 hecho, el propio García Lorca, que visitó Cadaqués con el pintor, 
conservó particulares recuerdos de la vista desde la ventana de su 
habitación -la misma que aparece en el cuadro dedicado a Ana María Dalí-
 al despertarse, describiendo su estancia en el pequeño pueblo catalán, 
como maravillosa, como un hermoso sueño.Y, sin duda, acontecimientos en 
la infancia del pintor, como el haber nacido unos nueve meses después de
 la muerte de su hermano, llamado también Salvador, fueron definitivos 
moldeadores de su personalidad y, por tanto de su obra. 
Se relacionó intensamente con otros grandes artistas a los 
que conoció en la Residencia de Estudiantes, amigo de Lorca y Luis 
Buñuel, con quien colaboró en la película 'Un perro andaluz'. Es un 
momento en el que Dalí se interesa cada vez más por las vanguardias, al 
tiempo que hace también sus pinitos en el Cubismo. 
Estudiosos de la obra daliniana, como Juan Manuel Carraro, 
coinciden en señalar su particular interés por las prácticas 
surrealistas, incluso mucho antes de unirse al movimiento. En 1922, Dalí
 ya había leído 'La interpretación de los sueños de Freud', y al menos 
desde 1926, su pintura ya tenía incorporados materiales que provenían de
 sus propias experiencias oníricas. 
De hecho, el Surrealismo -que surge principios de los años 
veinte por el grupo de poetas capitaneado por André Breton- se 
caracteriza por la fuerte influencia de las ideas freudianas entre sus 
miembros, ideas donde los sueños y los deseos son el material preferido.
 En esta parte de la muestra se podrá ver, en concreto, el 'Retrato de 
Buñuel' y 'Academia neocubista'. Los críticos califican este periodo de 
su obra de presurrealista y en él se observan influencias de Masson, 
Miró y Picasso. Destacan obras como 'Asno podrido' y 'Carne de gallina 
inaugural'. 
Durante una época el Surrealismo absorbió intensamente a 
Dalí y fue en ese periodo cuando desarrolló su método 
'paranoico-crítico', que aplicará de forma escrita durante la década de 
los treinta. «Lo que propone este método es una vía para que el artista 
sistematice y tome propiedad de sus propias obsesiones y deseos para 
organizarlos como material artístico», resume Carraro. 
La producción daliniana fue especialmente próspera durante 
esta etapa, mientras se mantuvo dentro del movimiento. De hecho, la 
mayoría de los temas recurrentes y obsesivos que desarrollará durante 
toda su vida, surgirán ahora. Así aparece su relación con el sexo, como 
en 'El Gran Masturbador'; los relojes derretidos, en 'La persistencia de
 la memoria'; las figuras dobles, en 'El hombre invisible', y los 
alimentos y organismos en putrefacción, como en 'El espectro del 
sex-appeal'. Todos ellos presentes en esta exposición.
Relectura de Millet
Continuando con el recorrido, tras las primeras obras, se 
encuentran las secciones dedicadas a la relectura que el artista hace 
del 'Angelus' de Millet, al Surrealismo después del 36, con objetos como
 'White Aphrodisiac Telephone', que Dalí realizó en colaboración con el 
pionero diseñador británico de interiores Syrie Maugham para el hogar 
del coleccionista Edward James, o el 'Veston aphrodisiaque'. Además, la 
exposición trata también el tema de la guerra. 
La influencia del 'Ángelus' de Millet en Dalí es 
especialmente interesante. Se trata de un cuadro pintado  1859 y 1860 en
 el que el artista francés reproduce el momento en que una pareja de 
jóvenes campesinos está en actitud orante, en el campo, al atardecer. A 
sus pies, entre ambos, un cesto con patatas y a un costado de él y 
detrás de ella, elementos de labor. La escena envuelve a las dos figuras
 en zonas de luz y sombra, «inmersas en un contraste lumínico de gran 
belleza», como lo describe Héctor Daniel Vargas. 
Curiosamente, una reproducción del cuadro de Millet colgaba
 en el pasillo de la escuela de Figueres a la que Dalí asistió de niño, y
 desde entonces, aquella obra se convirtió en una obsesión y en el 
objeto fundamental del desarrollo de su método paranoico-crítico 
apareciendo a lo largo de su producción artística en la década de los 
treinta, incluso en la de sesenta. Parece ser, además, que comentaron a 
Dalí que debajo del cesto con patatas había un dibujo precedente que era
 un ataúd infantil, de manera que lo que el artista francés habría 
representado en un principio sería la muerte de un niño, hijo de los 
jóvenes campesinos. Esta idea y la muerte de su propio hermano, podría 
explicar su recurrencia a pintar cuadros basados en este cuadro. 
En 1939 Dalí es oficialmente expulsado del movimiento 
Surrealista por Bretón y sus seguidores, recelosos, al parecer, de su 
talento y popularidad ya que por esos años contaba con una gran 
aceptación en Estados Unidos y Europa. Alejado del Surrealismo oficial, 
Dalí se acerca a la tradición pictórica, pero sin abandonar las 
temáticas y los procedimientos del método paranóico-crítico, 
desarrollado en su etapa anterior. 
Así, ya instalado en Portlligat con Gala, comienza a 
trabajar la cuestión religiosa y se interesa por los recientes 
descubrimientos de la física nuclear. En la exposición del Reina Sofía 
se podrán contemplar treinta dibujos originales de los que sirvieron 
para ilustrar el libro 'La vida secreta de Salvador Dalí', de los años 
cuarenta, así como los trabajos relacionados con su experiencia en 
Estados Unidos, «a través de la cual revaloriza la teatralidad de su 
obra», como 'La Tentación de San Antonio' de 1946. 
Es el momento, también, de los proyectos cinematográficos 
experimentales y de los relacionados con Hollywood, como 'Spellbound' 
y'Destino', encargado por Disney a mediados de los años cuarenta pero no
 estrenado hasta el año 2003, y candidato al Oscar en 2004.
El estado de la ciencia
La última sección de la exhibición única mostrará el enorme
 interés del artista por la ciencia y reflejará, además, la profunda 
transformación que sufrió su obra por el fin de la Segunda Guerra 
Mundial, y la catástrofe nuclear de Hiroshima y Nagasaki como demuestra 
en 'Téte nucleaire d'ange'. Además se encuentran piezas como 'Cabeza 
rafaelesca estallando', 'La máxima velocidad de la Madonna de Rafael' y 
'Cola de golondrina', realizada en 1983y que está basada en la teoría de
 las catástrofes de René Thom. La experimentación con las obras 
estereoscópicas, como 'Dalí de espaldas pintando a Gala de espaldas 
eternizada por seis córneas virtuales provisionalmente reflejadas en 
seis verdaderos espejos' -una variante del autorretrato, en el que se 
incluye además el retrato de una mujer y donde ambos, pintor y modelo 
(Gala), aparecen en planos sucesivos- cerrarán el conjunto de su trabajo
 más delirante y transgresor. En definitiva: todo Dalí.
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