Madre, empresaria, modelo, atleta, escritora, diseñadora... A sus 62 años, Ivana Trump es eso y más, pero ante todo personifica a la mujer que, tras un divorcio, asciende como la espuma. Su lema: «No os enfadéis con ellos, chicas ¡Mejor, quitádselo todo!».
«La santa patrona de las mujeres despreciadas». Así bautizó a Ivana Trump el tabloide británico The Mail on Sunday, por su capacidad para reinventarse a sí misma tras su divorcio, en 1992, del gran magnate inmobiliario Donald Trump. Claro que sobrevivir a un matrimonio con 25 millones de dólares, una fortuna en bienes inmuebles y una asignación anual de cinco millones en el bolsillo debe de facilitar mucho las cosas.
Ivana, en todo caso, lejos de convertirse en una millonaria enjoyada y aburrida, se puso manos a la obra para construir su propio imperio. En este tiempo, estima la web Celebritynetworth, esta antigua esquiadora y modelo nacida en Zlín, una ciudad industrial de la República Checa, habría amasado ella sola otros 60 millones. «Por simplificar un poco las cosas -confiesa Ivana en una explicación que, asegura, define su éxito-: tengo el cuerpo de una mujer, pero pienso como un hombre».
Su carrera en solitario fue tan fulgurante que, ya en 1996, apenas cuatro años después de divorciarse, fue requerida en la película El club de las primeras esposas para, con toda la autoridad de su experiencia, pronunciar ante los deprimidos personajes encarnados por Goldie Hawn, Bette Midler y Diane Keaton esta contundente frase: «No se enfaden con ellos, chicas. ¡Mejor, quítenselo todo!».
Durante dos años, desde su separación de Trump, en 1990, hasta la consumación del divorcio, los trapos sucios de su matrimonio ocuparon las portadas de los medios del corazón de medio mundo. «La gente se preguntaba qué sería de mí sin Donald -cuenta-. Pues bien, fundé dos compañías: Ivana Inc., que gestiona mis apariciones públicas [anuncios, realities, presentaciones, discursos, ejercer de comentarista en la reciente boda real británica...], e Ivana Haute Couture, que comercializa mis productos [ropa, cosméticos, joyas, accesorios...]. Mis empresas son hoy negocios multimillonarios. Me siento muy orgullosa de ser mujer y lucho por promover este liderazgo y motivar a las demás a través de mi trabajo y de mi imagen». Posee, además, numerosos negocios inmobiliarios y su propia marca de vinos, Legends Wines, en las etiquetas de cuyas botellas aparece la propia Ivana.
Ivana, en todo caso, lejos de convertirse en una millonaria enjoyada y aburrida, se puso manos a la obra para construir su propio imperio. En este tiempo, estima la web Celebritynetworth, esta antigua esquiadora y modelo nacida en Zlín, una ciudad industrial de la República Checa, habría amasado ella sola otros 60 millones. «Por simplificar un poco las cosas -confiesa Ivana en una explicación que, asegura, define su éxito-: tengo el cuerpo de una mujer, pero pienso como un hombre».
Su carrera en solitario fue tan fulgurante que, ya en 1996, apenas cuatro años después de divorciarse, fue requerida en la película El club de las primeras esposas para, con toda la autoridad de su experiencia, pronunciar ante los deprimidos personajes encarnados por Goldie Hawn, Bette Midler y Diane Keaton esta contundente frase: «No se enfaden con ellos, chicas. ¡Mejor, quítenselo todo!».
Durante dos años, desde su separación de Trump, en 1990, hasta la consumación del divorcio, los trapos sucios de su matrimonio ocuparon las portadas de los medios del corazón de medio mundo. «La gente se preguntaba qué sería de mí sin Donald -cuenta-. Pues bien, fundé dos compañías: Ivana Inc., que gestiona mis apariciones públicas [anuncios, realities, presentaciones, discursos, ejercer de comentarista en la reciente boda real británica...], e Ivana Haute Couture, que comercializa mis productos [ropa, cosméticos, joyas, accesorios...]. Mis empresas son hoy negocios multimillonarios. Me siento muy orgullosa de ser mujer y lucho por promover este liderazgo y motivar a las demás a través de mi trabajo y de mi imagen». Posee, además, numerosos negocios inmobiliarios y su propia marca de vinos, Legends Wines, en las etiquetas de cuyas botellas aparece la propia Ivana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario