domingo, 9 de octubre de 2011

MARIO DE JANEIRO TESTINO:

Conocí a una chica en la secundaria. Yo tenía 18 y ella tiene 17. Comenzamos a hablar y nos hicimos muy amigos. En cada receso siempre nos íbamos a platicar de la vida y de cualquier cosa, hasta el punto que el 6 de marzo del 2008 le pedí que fuéramos novios. Ella, con una gran sencillez, me dijo que si.
Todo el año pasamos juntos y la vida solo era ella y yo. La vida era color de rosa hasta que se termino el año escolar, a ella le hacia tanta falta que incluso que el primer día de secundaria lloro de soledad después de pasar con su novio casi todo el tiempo.
Por factor tiempo de estudios, cuando yo salía de estudiar casi no nos veíamos y cuando se podía nos veíamos el mayor tiempo posible. Ya estamos pensando formar una familia. Conforme el tiempo había pasado fueron muriendo esos detalles de aunque sea una carta, una rosa, fui descuidando hasta con el afecto hacia ella.
Ella salio de estudiar. Yo comencé a trabajar y siempre pensé en que tenía que reunir el suficiente dinero para las cosas de la casa. Me fui descuidando del amor que sentía por ella y ya casi ni detalles le hacia y ella fue resintiéndose por ello.
Un día de agosto del 2010 me pregunto la suegra que cuando nos íbamos a casar. No sabía que responderle y se me vino a la mente el 14 de febrero del 2011. Ella se hizo suficientes ilusiones de la boda, anhelaba tener hijos y formar una familia.
Antes de la fecha estipulada le dijo que esperara un poco hasta el 2 de marzo del mismo año, ella fue un mar de llanto cuando se lo dije, pero a pesar de su amor me perdono ese desplante.
Llego casi la fecha de la boda nuevamente y ya el dinero que tenía no era suficiente para salir con todos los gastos de la boda, muebles y solo le dije que quizás todavía no nos íbamos a poder casar y me dejó.
A los días le suplique que regresáramos y me dijo que si. Pasaron dos semanas y le propuse matrimonio y acepto. Al siguiente día dijo que ya no nos íbamos a casar y que quería tiempo para pensarlo. Esta vez yo si estaba decidido porque tenía casi el suficiente dinero para hacerlo.
Sin darme cuenta de sus sentimientos, alguien había entrado un poco en su vida y era quien cumplía con sus expectativas de su hombre ideal y se había convertido en un confidente. Yo al saberlo la rogué y le dije que la amaba.
Pasando una semana, yo siempre buscaba como decirle cuanto la amaba y el 6 de mayo del mismo año, ella me dio la esperanza de regresar; pero el domingo 8 ella me pidió que solo fuéramos amigos por dos meses y yo le puse una condición también. Que le dijera al otro que no le dijera nada sobre sus sentimientos de amor y que la dejara en paz.
Saben yo la hice esperar tanto que se llego a cansar y en esos momentos me di cuenta de que en realidad la amaba y ella la mujer ideal para mi, pero había sido un estúpido por no hacerlo cuando tiempo.
Maté sus ilusiones de ser mamá, de una boda y de formar una familia y después me saco en cara que la pisoteé. Y estoy esperando a que pasen esos dos meses.
A quien lea esto, le digo que haga lo posible por el gran amor de su vida y no darse cuenta hasta que sea demasiado tarde.

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