De un instante a otro no estabas más.
Te tenía y ya no te tengo.
Me tenías y dejaste de querer tenerme.
Me faltaba una parte de mí.
Dolía el pecho…las lágrimas brotaban incontenibles.
Todo se caía.
Todo se derrumbaba.
No aguanté el encierro y salí.
Y los autos seguían pasando…
La gente iba y venía como siempre…
El sol estaba allá arriba, igual que ayer y que mañana…
El río estaba quieto, como cuando lo miramos juntos.
Una alfombra de césped me invitó a recostarme
Comenzaron a salir las primeras estrellas…
Y detrás de ellas todas las demás.
Brillaban como nunca… o como siempre
Tanto como antes de conocerte
Igual que brillaran dentro de un tiempo
Nada se caía…
Nada se derrumbaba…
Todo seguía en perfecto equilibrio.
Los autos, la gente, el sol, la luna, las estrellas.
Solo que yo no tenía…lo que en realidad nunca tuve.
Todo sigue
Como siempre
Y yo soy parte de ese todo
Con mi sol, mi luna y mis estrellas
Mi sueños intactos
Mi corazón abierto
Con una herida imaginaria que solo sangra si quiero.
Y ya no quiero.
Me regalo una sonrisa….la merezcoCon mi sol, mi luna y mis estrellas
Mi sueños intactos
Mi corazón abierto
Con una herida imaginaria que solo sangra si quiero.
Y ya no quiero.
Me levanto, me sacudo el polvo y sigo andando
La sonrisa se hace risa
El paso se hace carrera
Lo más lindo de la vida está adelante…
Y que se vaya todo a la concha bien de su madre.
Precioso gesto el tuyo David, de pérdidas y derrotas está la vida repleta, de virtudes y actos heróicos también, al hablar de abandonos me encontré en el punto de sabiduría que invitablemente es necesario, ya que es vital comprender que, allí DONDE NADIE TE ABANDONE será el lugar donde te hayas encotrado a ti mismo, y ese punto del camino se salvará y lleva´ra a donde quieras
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