Pilar San Juan tiene 43 años. A las puertas de la Casa de la Mujer de Cáceres, en la Ronda de San Francisco, presenta a sus hijos a Lucas Saavedra, uno de sus compañeros del centro penitenciario de Cáceres. Cuando se sube al escenario y comienza el baile, no deja de dedicarles sonrisas a sus retoños mientras su hija toma imágenes y graba vídeos con su teléfono móvil. Junto a otros ocho internos del módulo de respeto que participan en el taller de música del centro, Pilar y Lucas celebraron ayer el Día de la Madre con un repertorio musical que llevan ensayando meses.
Es la primera vez que representan el espectáculo fuera de los muros del centro, y eso es lo que precisamente le hace más ilusión a él, que canta flamenco y coplas. «Nos da una ilusión grandísima porque además de dedicarle dos horas diarias que ya te las quitas del patio, hoy hemos salido, hemos comido y tomado una cervecilla... vamos, otro ambiente», resume.
Cuenta que ha aprendido a tocar la guitarra en el centro. Le gusta el flamenco y por eso suele cantar en el patio siempre que puede. Además, compone canciones. Entre ellas, una que presentó ayer en la actuación, titulada 'La niña'. «Tengo un hijo que ya está grabando una maqueta, y cuatro nietos», dice, tras señalar que tiene 45 años.
El taller comenzó en octubre del año pasado con la celebración de un cásting entre los internos de los módulos del centro penitenciario y desde entonces han preparado varias actuaciones. Desde el conocido 'Ai seu te pego' de Michael Teló hasta la copla española y el flamenco. Desde una nana portuguesa a una coreografía de Coyote Dax. Y desde una balada del cantante Álex Ubago a una bachata.
El impulsor y coordinador de la actividad, Antonio Iglesias, también participa en los bailes. «El grupo surge como continuidad al del año pasado. Es el taller que más demanda tiene de los que se imparten en el centro penitenciario. Somos un grupo más numeroso y todos han echado muchas horas de trabajo y lo han sacado muy bien hecho, aunque no todos pudieron venir a exhibirlo», apunta.
«Ellos fueron quienes decidieron cuándo presentaríamos el espectáculo y decidieron el Día de la Madre por lo emotivo que supone para ellos», añade.
El taller tiene un doble objetivo: por una parte, la diversión y el entretenimiento. Por otro, les da la posibilidad de evadirse, de liberarse por un periodo de tiempo de sus rutinas. «Tenemos muchos talleres, por ejemplo, de cine o de lectura, pero éste es el más divertido», aseguran los alumnos. Y es que todo sea por divertirse, escaparse de la rutina y además, dedicarle un cante a una madre, o como hizo ayer Pilar San Juan, un baile a sus hijos.
TÍTULO: ¿ QUIÉN CONOCE A RAMÓN Y CAJAL?
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