Howard Carter-foto- (9 de mayo de 1874 – 2 de marzo de 1939) fue un célebre arqueólogo y egiptólogo inglés mundialmente conocido por descubrir, en 1922, la tumba del rey Tutankamón (Tut-Anj-Amón), en el Valle de los Reyes, frente a Luxor (Egipto).
Nació en Norfolk, Inglaterra, siendo el menor de una familia de once hermanos. Su padre, Samuel Carter, era artista. Carter creció en Swaffam, al norte de Norfolk, sin recibir educación formal; su padre le enseñó los fundamentos del dibujo y la pintura.
Hijo de un artista pintor, aprende el oficio de su padre. Una sociedad de egiptología inglesa advierte su talento de dibujante y le propone, a los 17 años, marcharse a Egipto. Acepta. Allí, copia bajorrelieves, aprende a excavar y restaurar los monumentos, y se convierte finalmente en inspector de Antigüedades. En 1908, lord Carnarvon, un noble, entusiasta aficionado a la arqueología y dispuesto a proporcionar los fondos necesarios para continuar el trabajo de Carter, le contrata para excavar en Tebas y, luego, en el Valle de los Reyes. En noviembre de 1922, es la apoteosis: tras largos años de vana búsqueda, Howard Carter descubre la tumba de Tutankamón. Solitario y tozudo, tiene pocos amigos. Participó en la excavación de Beni Hasan. Posteriormente estuvo bajo la tutela de William Flinders Petrie.
Lord Carnarvon financió la búsqueda de la tumba de un faraón hasta entonces desconocido, Tutankamón, cuya existencia había sido detectada por Carter. El 4 de noviembre de 1922 Carter halló la tumba (posteriormente designada KV62), que se encontró casi intacta, siendo la mejor conservada del Valle de los Reyes. Junto a Lord Carnarvon, el 16 de febrero de 1923, Carter abrió la cámara funeraria siendo el primero en ver el sarcófago de Tutankamón.
En 1931 anunció su intención de buscar en Asia Menor la tumba de Alejandro Magno, pero no llegó a llevar a cabo el proyecto. Por sus méritos y hallazgos le fue conferido el doctorado honoris causa en Ciencias por la Universidad de Yale; fue también miembro de honor de la Real Academia de la Historia. Tras catalogar los numerosos hallazgos, Carter se retiró de la arqueología, convirtiéndose en asesor de coleccionistas y museos, como los de Cleveland o Detroit. Murió en 1939, a los 65 años. Su muerte a esta, para entonces, avanzada edad es la evidencia más comúnmente esgrimida para refutar la leyenda de la "maldición de los faraones" que se supone recayó sobre el grupo que profanó la tumba de Tutankamón al entrar en ella. Fue enterrado en el cementerio de Putney Vale, al oeste de Londres. Sobre su propia tumba se escribieron dos frases relacionadas con su pasión egipcia: "Tú que amas Tebas, que tu espíritu viva, que puedas pasar millones de años, sentado con tu rostro hacia el viento del Norte, y los ojos resplandecientes de felicidad" y "Oh, Noche, extiende sobre mí tus alas, como las estrellas imperecederas".
En recientes declaraciones, el egiptólogo checo Jaromir Malek, conservador de los archivos del Instituto Griffith de Oxford y responsable de los trabajos de digitalización, apunta algunas observaciones de interés: "Howard Carter, aunque sin duda difícil —dice Malek— era un hombre de mucho talento, de enorme intuición, y un trabajador incansable. "Todos hubiéramos tirado la toalla ante las dificultades que él afrontó. Si hubiera sido un tipo fácil y amable no hubiera descubierto la tumba de Tutankamón ni habría acabado de excavarla".[2]
TÍTULO: ¿ BALA PERDIDA O DISPARO CERTERO?.
Bala perdida’ mata cliente de Tepito.
Una persecución entre dos sujetos armados y un joven que trataba de escapar de ellos, terminó cuando los “sicarios” comenzaron a disparar sus armas, pero con mal tino, pues en lugar de herir a su víctima, una de las balas le da en la frente a un hombre.
La víctima se encontraba comprando zapatos, mismo que cayó muerto ante la aterrada mirada de sus familiares.
Los lamentables hechos ocurrieron ayer, afuera de una zapatería ubicada en la calle González Ortega, casi esquina con la calle Costa Rica, en el mencionado barrio.
Respecto a estos hechos, la policía conoció que el comerciante Jesús Salinas Gómez, de 35 años de edad, se encontraba en un local adquiriendo zapatos al mayoreo.
En ese momento dos sujetos que perseguían a un joven para presuntamente asaltarlo dispararon sus armas y uno de los disparos alcanzó a Salinas Gómez.
Al parecer, quienes escucharon los balazos, voltearon a ver qué era lo que pasaba afuera y una de las balas le dio en le frente al comerciante.
Los asesinos huyeron sin darse cuenta que habían matado al comerciante, aunque la policía ya inició las investigaciones de este crimen para saber quienes eran los que dispararon sus armas y si realmente fue una “bala perdida” la que mató al comerciante.
Los lamentables hechos ocurrieron ayer, afuera de una zapatería ubicada en la calle González Ortega, casi esquina con la calle Costa Rica, en el mencionado barrio.
Respecto a estos hechos, la policía conoció que el comerciante Jesús Salinas Gómez, de 35 años de edad, se encontraba en un local adquiriendo zapatos al mayoreo.
En ese momento dos sujetos que perseguían a un joven para presuntamente asaltarlo dispararon sus armas y uno de los disparos alcanzó a Salinas Gómez.
Al parecer, quienes escucharon los balazos, voltearon a ver qué era lo que pasaba afuera y una de las balas le dio en le frente al comerciante.
Los asesinos huyeron sin darse cuenta que habían matado al comerciante, aunque la policía ya inició las investigaciones de este crimen para saber quienes eran los que dispararon sus armas y si realmente fue una “bala perdida” la que mató al comerciante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario