Tal como éramos. Cuando se cumplen 50 años de la Boda de los Reyes, Una de las periodistas que más acceso ha tenido a los monarcas repasa recuerdos y anécdotas de una pareja y de un " si, quiero" que han hecho historia.
Los Reyes conmemoran mañana sus bodas de oro.
La Zarzuela opta por pasar de largo una fecha tan señalada a pesar de que traspasa el ámbito privado .
1966. Juan Carlos y Sofía, en actitud cariñosa, en una foto tomada durante una cacería
Los Reyes cumplen mañana, 14 de mayo, 50 años de casados. Unas bodas de oro que debían ser conmemoradas, pero que, sin embargo, no tendrán una celebración pública. Don Juan Carlos y doña Sofía mantendrán en el ámbito privado esa efeméride, que llega a la familia real envuelta en preocupaciones de mayor calado. Esperar cincuenta años y que, cuando llegue el día, entre unos y otros desaconsejen una celebración pública, no ha sido agradable para nadie. Ni los protagonistas, ni sus familiares, ni sus asesores han encontrado una fórmula que permitiera marcar la fecha en el calendario real, sin hacer alarde pero reconociendo que durante cincuenta años, primero como príncipes y, después, como Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía han puesto su matrimonio al servicio del Estado, pese a quien pese.
Hace sólo unos días, cuando desde la Zarzuela se comunicó oficialmente que no habría celebración oficial con motivo de las bodas de oro de los Reyes, la única razón que se dio es que no había ninguna razón especial. Pero, al no darla, se abrió la veda a la especulación y, con ella, a la conclusión de que no hay nada que celebrar.
La Casa Real española, a diferencia de sus homólogas europeas, nunca ha hecho ostentación de las fechas señaladas. Ni cumpleaños, ni aniversarios. El Rey es enemigo de esos cultos a la personalidad y ya tuvo que aguantar durante años que Plácido Domingo se empeñara en ofrecerle conciertos el 5 de enero, día de su cumpleaños. Don Juan Carlos sólo cedió con motivo de su 70.º aniversario y convocó una cena a la que acudieron los protagonistas de la transición política, para, de ese modo, poner de manifiesto que su vida había transcurrido en paralelo a la de España.
En ocasión de las bodas de oro matrimoniales, también hubiera sido recomendable situar la conmemoración en el ámbito público, puesto que el matrimonio de Juan Carlos de Borbón y Borbón y Sofía de Grecia y Hannover no es sólo una cuestión privada.
Su vida matrimonial, desde el mismo día de su boda, se ha ofrecido como un pack, don Juan Carlos y doña Sofía han sido un todo, juntos y por separado. El Rey, como jefe del Estado con sus funciones constitucionales, y la Reina, que lo es por su condición de consorte, han contribuido de manera decisiva a la imagen y el prestigio de la Corona y de España. Pero llega el día grande del matrimonio y nada. No se celebra nada. Es obvio que la situación que atraviesan los duques de Palma (al margen del luto por Juan María Urdangarin) no permite fotos familiares y también es cierto que las insinuaciones sobre la vida privada del Rey han calado más que la constatación que los Reyes llevan juntos 50 años. Pero si se trata de sumar y restar, el resultado es positivo, y esa es, por sí misma, una buena razón para que el 14 de mayo del 2012 no sea una día más en el calendario.
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