TÍTULO: DESAYUNO DE MIÉRCOLES CON CONSUELO CRESPO BOFILL.
Consuelo Crespo.-foto-
``Con una inversión muy pequeña se puede cambiar una vida":
``Con una inversión muy pequeña se puede cambiar una vida":
Nací en Barcelona, vivo en el País Vasco y trabajo en Madrid. Presido Unicef España desde hace seis años. Ahora estamos volcados en la campaña del Sahel.
XLSemanal. ¿El pecado capital de nuestros días?
Consuelo Crespo Bofill. Este sistema agresivo que tenemos, en el cual está antes el mercado que las personas, es del todo insostenible y por algún lado se tiene que romper.
XL. ¿Y se soluciona enviando alimentos, dinero y tecnología, por ejemplo?
C.C.B. No se trata solo de eso. La cooperación al desarrollo se basa en un diálogo entre países para buscar un mundo que dé oportunidades a todos.
XL. Los países están muy sordos.
C.C.B. Bastante, sí; pero han dejado de ser sordos cuando los problemas han empezado a afectarles a ellos.
XL. ¿España es un país solidario?
C.C.B. Mucho. Cuando hemos hecho llamamientos para la crisis que explotó en el Cuerno de África y para la que va a explotar en el Sahel, ha demostrado ser un país solidario. A pesar de lo que estamos pasando, hay respuesta.
XL. ¿Hay técnicas para despertar conciencias, algo así como un marketing solidario?
C.C.B. Para mí, la mejor técnica es la de transmitir una información real y convencer. Con una inversión muy pequeña se puede conseguir cambiar la vida de la gente. Este es el mensaje.
XL. Se prefiere un pequeño donativo continuado que una aportación mayor esporádica.
C.C.B. Sí, porque con esos pequeños donativos podemos planificar la ayuda a medio y largo plazo; sabemos con lo que contamos.
XL. En el Sahel amenaza la hambruna.
C.C.B. En el Sahel estamos ante
una emergencia nutricional; hay más
de un millón y medio de niños con riesgo de desnutrición.
XL. Y la recogida de los famosos kilos de garbanzos, arroz… ¿son parte importante de la solución?
C.C.B. Solo con dar alimentos a un niño no evitas que padezca malnutrición. La malnutrición no se soluciona con darle de comer al día siguiente. No se trata tanto de repartir paquetes de alimentos como de resolver la cosecha siguiente.
XL. ¿Por qué se ceba el hambre con estos países africanos? ¿Es solamente cuestión climática?
C.C.B. No, hay tres razones fundamentales: la sequía, el precio de los alimentos y la inseguridad política.
XL. ¿Cómo van los llamamientos de Unicef?
C.C.B. Soy optimista, aunque queda mucho por hacer. Seguimos necesitando muchísima ayuda.
XLSemanal. ¿El pecado capital de nuestros días?
Consuelo Crespo Bofill. Este sistema agresivo que tenemos, en el cual está antes el mercado que las personas, es del todo insostenible y por algún lado se tiene que romper.
XL. ¿Y se soluciona enviando alimentos, dinero y tecnología, por ejemplo?
C.C.B. No se trata solo de eso. La cooperación al desarrollo se basa en un diálogo entre países para buscar un mundo que dé oportunidades a todos.
XL. Los países están muy sordos.
C.C.B. Bastante, sí; pero han dejado de ser sordos cuando los problemas han empezado a afectarles a ellos.
XL. ¿España es un país solidario?
C.C.B. Mucho. Cuando hemos hecho llamamientos para la crisis que explotó en el Cuerno de África y para la que va a explotar en el Sahel, ha demostrado ser un país solidario. A pesar de lo que estamos pasando, hay respuesta.
XL. ¿Hay técnicas para despertar conciencias, algo así como un marketing solidario?
C.C.B. Para mí, la mejor técnica es la de transmitir una información real y convencer. Con una inversión muy pequeña se puede conseguir cambiar la vida de la gente. Este es el mensaje.
XL. Se prefiere un pequeño donativo continuado que una aportación mayor esporádica.
C.C.B. Sí, porque con esos pequeños donativos podemos planificar la ayuda a medio y largo plazo; sabemos con lo que contamos.
XL. En el Sahel amenaza la hambruna.
C.C.B. En el Sahel estamos ante
una emergencia nutricional; hay más
de un millón y medio de niños con riesgo de desnutrición.
XL. Y la recogida de los famosos kilos de garbanzos, arroz… ¿son parte importante de la solución?
C.C.B. Solo con dar alimentos a un niño no evitas que padezca malnutrición. La malnutrición no se soluciona con darle de comer al día siguiente. No se trata tanto de repartir paquetes de alimentos como de resolver la cosecha siguiente.
XL. ¿Por qué se ceba el hambre con estos países africanos? ¿Es solamente cuestión climática?
C.C.B. No, hay tres razones fundamentales: la sequía, el precio de los alimentos y la inseguridad política.
XL. ¿Cómo van los llamamientos de Unicef?
C.C.B. Soy optimista, aunque queda mucho por hacer. Seguimos necesitando muchísima ayuda.
Su Desayuno es el siguiente:
Un zumo de naranja natural con 2 tostadas de miel, etc.
TÍTULO: EL ROSTRO --
Kate Moss.
Un rostro que vale oro.
Un rostro que vale oro.
Esta rubia de poco más de 1,65 es la modelo más fotografiada del mundo. Tanto que su fortuna personal se estima en más de 23 millones de libras. Ni la maternidad, ni los escándalos ni la edad [38 años] han supuesto el fin de su carrera, sino todo lo contrario. Kate es única. Descubramos por qué.
Está rondando la cuarentena –el pasado enero ha cumplido 38–, es madre –su hija, Lila Grace, tiene 9 años–, ha sido pillada in fraganti consumiendo drogas, lleva más de 20 años poniendo su cara y su cuerpo a las marcas más glamurosas y conocidas del mundo… Pero ni las firmas de moda, ni las revistas ni, lo que es más importante, su interplanetaria legión de fans incondicionales se cansan de ella. Lo que para la mayor parte de sus colegas empezaría a ser un problema –en el mundo de la moda solo hay un pecado peor que el de envejecer, y es el de aburrir al público–, para ella no dejan de ser alicientes que sumar a su dilatada carrera de modelo.
Porque Kate es diferente. Basta con mirar una foto suya para comprobarlo. No es ni mucho menos la típica belleza rubia, tiene unos rasgos bastante atípicos, sus 1,68 metros –las malas lenguas dicen que no pasa de 1,63– no son ni mucho menos suficientes para desfilar… Y, sin embargo, es la modelo más fotografiada del mundo, cada año suma y suma campañas publicitarias a su currículum, es la tercera modelo mejor pagada del mundo y su fortuna personal se calcula en unos 24 millones de libras. ¿Qué tendrá Kate?
Un `algo más´ que la ha llevado desde 1988, cuando fue descubierta en el aeropuerto JFK de Nueva York, a ser la cara más buscada de la historia de la moda. Cuando poco después Calvin Klein la contrató para ser la imagen de sus vaqueros y la fotografió con unos jeans y nada más en una playa paradisiaca, nacía un mito. Y también la polémica que siempre ha acompañado a la británica a lo largo de los siguientes 20 años.
Se la ha acusado de anorexia; de consumir drogas y alcohol; de mantener unas relaciones amorosas, cuando menos, tormentosas; de ser `adicta´ a las fiestas… Pero ella sigue en lo más alto de podio, incombustible.
Está rondando la cuarentena –el pasado enero ha cumplido 38–, es madre –su hija, Lila Grace, tiene 9 años–, ha sido pillada in fraganti consumiendo drogas, lleva más de 20 años poniendo su cara y su cuerpo a las marcas más glamurosas y conocidas del mundo… Pero ni las firmas de moda, ni las revistas ni, lo que es más importante, su interplanetaria legión de fans incondicionales se cansan de ella. Lo que para la mayor parte de sus colegas empezaría a ser un problema –en el mundo de la moda solo hay un pecado peor que el de envejecer, y es el de aburrir al público–, para ella no dejan de ser alicientes que sumar a su dilatada carrera de modelo.
Porque Kate es diferente. Basta con mirar una foto suya para comprobarlo. No es ni mucho menos la típica belleza rubia, tiene unos rasgos bastante atípicos, sus 1,68 metros –las malas lenguas dicen que no pasa de 1,63– no son ni mucho menos suficientes para desfilar… Y, sin embargo, es la modelo más fotografiada del mundo, cada año suma y suma campañas publicitarias a su currículum, es la tercera modelo mejor pagada del mundo y su fortuna personal se calcula en unos 24 millones de libras. ¿Qué tendrá Kate?
Un `algo más´ que la ha llevado desde 1988, cuando fue descubierta en el aeropuerto JFK de Nueva York, a ser la cara más buscada de la historia de la moda. Cuando poco después Calvin Klein la contrató para ser la imagen de sus vaqueros y la fotografió con unos jeans y nada más en una playa paradisiaca, nacía un mito. Y también la polémica que siempre ha acompañado a la británica a lo largo de los siguientes 20 años.
Se la ha acusado de anorexia; de consumir drogas y alcohol; de mantener unas relaciones amorosas, cuando menos, tormentosas; de ser `adicta´ a las fiestas… Pero ella sigue en lo más alto de podio, incombustible.
Cuando en 2005, el Daily Mirror publica unas fotos de Kate consumiendo cocaína junto a su novio Pete Doherty en una fiesta, la estrella de Kate parecía estar a punto de caer para siempre. Aquellas imágenes le hicieron perder varios contratos millonarios. Pero tras el apoyo recibido por numerosos famosos, como Naomi Campbell, Catherine Deneuve, Johnny Depp o Alexander McQueen, tras dejar a Pete Doherty, y pedir perdón en público, Kate remonta. Y no sólo remonta: la siguiente temporada se convierte en todo un éxito de apariciones, contratos millonarios y portadas internacionales.
Cuando se le pregunta cuál ha sido la clave para mantenerse durante años en lo más alto de la industria de la moda, lo tiene claro: «No hacer nada con lo que no te sientas cómoda. Y es importante ser paciente, creo que si quieres estar en este negocio debes tener mucha paciencia... y ser una buena persona», asegura la top.
Cuando se le pregunta cuál ha sido la clave para mantenerse durante años en lo más alto de la industria de la moda, lo tiene claro: «No hacer nada con lo que no te sientas cómoda. Y es importante ser paciente, creo que si quieres estar en este negocio debes tener mucha paciencia... y ser una buena persona», asegura la top.
Pero seguro que hay más… porque, si algo le sobra, es personalidad. ¿Cómo, si no, habría conseguido seguir siendo una it girl durante más de una década? Ella lo es, ya lo era incluso antes de que se inventara el nombre (que todo el mundo usa, aunque no sepa muy bien qué significa), lo que se pone se agota en las tiendas… Y eso, precisamente, es lo que busca cualquier firma de moda. ¿Su última campaña? La que acaba de hacer con el fotógrafo Terry Richardson para la colección de Mango de esta primavera-verano. Un trabajo que la modelo ha definido como: «Increíble. Me encanta trabajar con él, porque siempre existe un intercambio; no es ponerte delante de la cámara y ya está». La top protagoniza la campaña de la firma española, que define así: «Cool, con piezas perfectas para mezclar con todo», una de sus grandes especialidades a la hora de vestirse y de crear tendencia. Porque es seguro que lo que Kate se pone arrasará. Ella es la tendencia.
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