Si desechamos la prosa de autoayuda afrontamos el gran desafío de vivir.
Si desechamos la prosa de autoayuda afrontamos el gran desafío de vivir sin recetas. Nada más desalentador y a la vez más estimulante que eso. Porque si no hay fórmulas ni técnicas todo pasa a ser posible. Y si todo es posible quiere decir que cada cual es cocinero de una comida absolutamente original. Y es bien sabido que no hay mejor plato en la mesa que el que jamás fue probado. El más hermoso de los mares, dice el poeta, es aquel que no hemos visto.
El parloteo virtual, las redes sociales, los mails interminables, las cadenas, los sms, los msn, los tkm, los pps... ¿Se acabaron los cuerpos? Sí. Se acabaron. Los amantes se muestran reticentes al contacto real. La piel es un papel. Los amigos lo son ya sin encontrarse. Desaparecieron los olores, los sudores, los abrazos, los pies desnudos, las manos manos, esa estupidez de mirarse a los ojos o conversar cara a cara. Ni siquiera el problema es el sexo o la amistad. El problema es la invisibilidad de miles y millones de seres. Perdieron el cuerpo. Se volatilizaron en vibraciones de celulares, velos y todo tipo de prótesis electrónicas. No hay modelo vivo en los talleres de arte. Sólo naturalezas muertas. Y a veces ni eso.
Conozco a un montón de gente que no sabe qué hacer con su vida. El origen del problema es la falta de tema. Cuando uno carece de pasiones, entusiasmos, producciones de lo que sea, bueno, se busca amantes, desespera, ve horribles películas en cine, come porquerías, piensa en viajar a cualquier lado, toma pastillas, se emborracha, come la rica ensalada que Freud llamó sustituciones. Todo empieza a funcionar, en cambio, cuando hay tema. La vida se organiza y ni siquiera importan las tragedias personales. Hasta los tragos amargos se vuelven más tragables si hay tema. No digo muchos. Al menos uno. Pero, más allá de todo, con la vida no hay que hacer nada. Alcanza con entregarse a ella como a una novia. O como a una amante de paso a la que no se le pregunta nada.
En un cuento clásico (La fornicación es un pájaro libre) Abelardo Castillo dice que en el pasado la frase hacer el amor significaba una cosa distinta a la de hoy. No dice qué. Otra cosa. Bender, protagonista del relato, ahonda en la idea. Hablé poco y forniqué mucho –dice-. Pero nunca hice el amor. Puticé, fifé, rompí, serruché…Pero nunca hice el amor con nadie y a nadie. Algunas líneas más adelante Bender o como se llame profundiza en la cuestión. El amor no puede hacerse en unas horas ni en semanas. Se tarda años. Hay hombres y mujeres que mueren sin haberlo hecho, sin saber cómo se hace. Hay chicas y chicos a los que asesinaron sin haberles dejado levantar una sola viga ni abrir una sola ventana (pensemos en los 30 mil jóvenes desaparecidos bajo la dictadura); sin darles tiempo a reunir los materiales para hacer el amor. Y finalmente, como en un rezo, dice Bender. Hacer el amor, armarlo, levantarlo piedra sobre piedra, arco a arco, columna a columna, es desafiar nuevamente a Dios. Y construir una pequeña flor -se podría añadir citando otro texto de Abelardo- es un trabajo de siglos.
TÍTULO: SANGRE DE MAYO.=Fantasma de Buenos Aires.LA MUERTE ES UN FANTASMA.
Fantasma de Buenos Aires" es una historia fantástica con toques de comedia sobre la relación entre un joven de hoy y el fantasma de un malevo asesinado en 1920. Una noche, tres amigos, para divertirse, hacen el “juego de la copa”. Para su sorpresa, la sesión de espiritismo funciona, y un fantasma pasa a habitar la casa, manifestándose como una sombra que canta tango. Sólo uno de los muchachos, marcado por la muerte de su madre cuando era niño, se interesará en este fenómeno. Hace todo lo posible para volver a contactarse con el espíritu, y lo logra, haciendo un pacto con él: el fantasma le contará todo lo que hay después de la muerte y el muchacho lo dejará vivir un día entero dentro de su cuerpo. Así, este fantasma tanguero recorre el moderno Buenos Aires, chocándose constantemente con cosas que no comprende. En este camino en el que hay situaciones disparatadas, emotivas y riesgosas, de a poco nace una amistad entre ellos. El joven ayudará al fantasma a esclarecer los motivos de su muerte y el fantasma ayudará al joven a pelear por la chica que quiere. Una historia con suspenso, ironía, emoción y reflexión sobre los cambios que trajeron los años. Es como un “tango reo”, donde de alguna manera se mezclan el humor, la tristeza, el amor y la violencia.
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