Una paga turbo
Ya
no hace falta cruzar el Atlántico para ir en busca de Eldorado. Lo más
parecido para un asalariado a la legendaria ciudad que tenía sus ...foto,.
Ya no hace falta cruzar el Atlántico para ir en busca de
Eldorado. Lo más parecido para un asalariado a la legendaria ciudad que
tenía sus calles pavimentadas en oro es la capital alemana de Stuttgart,
donde está la sede central de Porsche. La empresa automovilística acaba
de aprobar la concesión de una gratificación de 8.111 euros a sus
13.500 trabajadores en Alemania para celebrar la buena marcha del
negocio. La prima, que es un reconocimiento a la labor de los empleados
en la obtención de una cifra récord de beneficios en 2012, tiene también
una vertiente simbólica, ya que este año se celebra el 50 aniversario
del Porsche 911, modelo que es el santo y seña de la marca. De ahí que
la generosa paga tenga una lectura en clave de jeroglífico: 8.111 o, lo
que es lo mismo, 8+1=9, luego 911.
Porsche encarna como pocas empresas lo que el economista
Michael Albert definió como el capitalismo renano, un modelo económico
de corte humanitario con un marcado componente social que se habría
desarrollado en la Europa continental de la posguerra en contraposición
al despiadado capitalismo anglosajón del 'sálvese quien pueda'. El
origen familiar de la compañía, fundada por el ingeniero Ferdinand
Porsche y su hijo Ferry, contribuyó a la implantación de unas relaciones
laborales de corte paternalista que a la postre se revelaron decisivas
para evitar su quiebra al principio de los noventa, cuando la crisis
redujo a la mitad las ventas. La flexibilidad que mostró la plantilla al
aceptar medidas restrictivas hizo posible la supervivencia y posterior
despegue de la empresa.
El 'señor trabajador'
El presidente del consejo de administración de Porsche,
Matthias Müller, reconoció explícitamente la pasada semana el papel de
los empleados en los éxitos de la marca en una intervención en la que
también alabó su compromiso al aceptar, por ejemplo, trabajar durante
los sábados cuando mayor era la carga de pedidos. Parece que en
Stuttgart se toman al pie de la letra aquel concepto de 'señor
trabajador' que acuñó el ejecutivo vizcaíno de la industria
automovilística José Ignacio López de Arriortúa. A la generosa prima que
van a recibir se suma una flexibilidad laboral que permite a los
empleados elegir sus tiempos de trabajo siempre que oscilen en una
horquilla entre las 20 y las 35 horas semanales. Se pretende de esa
forma facilitar la conciliación entre vida profesional y familiar, a la
vez que ofrecer a los empleados la posibilidad de mejorar su formación
para adaptarse al mercado laboral del futuro.
Todo ello se corona con unos salarios que, como ocurre en
casi toda la industria germana del motor, están por encima de la media
nacional, y con la reciente habilitación en las fábricas de Zuffenhausen
y Weissach de sendas guarderías para los hijos de los empleados. Ante
tan luminoso panorama no es extraño que haya colas para trabajar en la
empresa. Al poco de anunciar a principios del mes pasado que se iban a
crear mil empleos para la planta de producción de un nuevo modelo, los
responsables de personal de Porsche tenían encima de la mesa más de
20.000 solicitudes. La salida del nuevo coche, un todoterreno compacto
que se llamará Macan (significa tigre en indonesio), lleva aparejada una
inversión de 500 millones de euros en la ampliación de la fábrica que
la empresa tiene en Leipzig, en la antigua Alemania del Este.
La factoría de Leipzig se construyó en 2002 para albergar
la planta de producción del Cayenne, un todoterreno que rompió los
esquemas de los 'porschistas' más ortodoxos pero que ha terminado siendo
uno de los principales responsables de la expansión de la firma. Todos
los modelos que había fabricado Porsche hasta entonces tenían un marcado
sello deportivo y muchos de los aficionados más puristas no entendieron
el salto a un segmento, el de los todoterrenos, ajeno por completo al
ADN de la marca. Porsche espera repetir con el Macan, que entrará en
producción en 2018, el éxito del Cayenne, cuyas ventas han crecido en
los últimos años a un ritmo anual del 30%.
La buena marcha se debe en gran parte al despegue de los
mercados de los países asiáticos, donde la posesión de un automóvil como
un Porsche se ha convertido en un símbolo que rubrica el éxito
profesional entre las clases emergentes. El alza sostenida de las ventas
ha situado la plantilla de la empresa en 17.502 personas, un 14% más
que en 2011, aunque solo los que trabajan en Alemania se beneficiarán de
la prima recientemente aprobada, que es a todos los efectos una
auténtica paga turbo.
AÑO RÉCORD
Más ventas. Porsche vendió el año pasado 143.096 vehículos, una cifra un 22% superior a la de 2011 y que marca un récord.
Salarios. Los sueldos medios en la industria
automovilística germana oscilan entre los 4.196 euros brutos al mes de
un ingeniero y los 1.988 euros de un mecánico.
Ingresos. En 2012 alcanzaron los 13.865 millones de euros,
un 26,9% más, y los beneficios ascendieron a 2.439 millones, un 19,3%
por encima de los de 2011.
TÍTULO: BUENA ACTUACIÓN DE RAFAEL CERRO EN LAS VENTAS, ESTROPEADA POR LA ESPADA,.
Buena actuación de Rafael Cerro en Las Ventas, estropeada por la espada
El novillero Rafael Cerro protagonizó una notable y madura actuación en el festejo celebrado hoy en Las Ventas, aunque su fallo con la ...
El novillero Rafael Cerro protagonizó una notable y madura actuación
en el festejo celebrado hoy en Las Ventas, aunque su fallo con la espada
le privó de salir triunfador.
FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Javier Molina, bien presentados y de juego desigual. El mejor, el bravo segundo; y también destacó el encastado y exigente tercero, ovacionados ambos en el arrastre. El resto, deslucidos.
Raúl Cámara "Cañero": estocada (ovación); y tres pinchazos, estocada desprendida y descabello (silencio tras aviso).
Antonio Puerta: pinchazo y estocada ligeramente desprendida (silencio tras aviso); y casi entera tendida y desprendida, y dos descabellos (silencio tras aviso).
Rafael Cerro: dos pinchazos y media (ovación tras dos avisos); y seis pinchazos, media y descabello (palmas tras dos avisos).
La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde fría.
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LA MADUREZ DE CERRO
Hay novilleros que cuando empiezan se atisba en ellos cualidades que les hacen ser firmes promesas del toreo; e igualmente, cuando alcanzan su momento de madurez, se les ve que empiezan a pedir el toro para seguir creciendo. Ese es el caso de Rafael Cerro.
El pupilo de Ortega Cano ha demostrado hoy en Las Ventas que está en un momento espléndido por capacidad, seguridad, firmeza y solvencia en la cara del toro, que ya es un novillero cuajado y con el oficio suficiente para dar un paso más en su carrera. Otra cosa es la espada, el único talón de Aquiles que aún debe pulir.
Un Cerro que salió a por todas desde el principio, recibiendo a su primero "a portagayola", para recetarle a continuación una serie de verónicas con garbo y expresión. El novillo, con muchos pies de salida, tuvo también "carbón" en la muleta, y aquí se vio a ese Cerro más hecho, más maduro, sobre todo en los estatuarios de inicio y en las primeras series con la mano derecha, de mucha consistencia.
La pena fue que el novillo comenzó a acortar el viaje y a orientarse. Fue entonces cuando surgió el Cerro valiente y capaz para aguantar tarascadas de un animal que le buscaba con malas ideas, quedándose debajo y revolviéndose en un palmo, y que apunto estuvo de echársele a los lomos en dos ocasiones. Lástima de espada, pues perdió un más que posible trofeo.
Volvió Cerro a la puerta de toriles para recibir al que cerró plaza, con el que volvió a brillar con el capote en un ramillete de lances genuflexos a la verónica de muy buena compostura, y un galleo por chicuelinas para poner en suerte.
Muleta en mano comenzó su labor de rodillas en el mismo centro del ruedo y, ya de pie, toreó con temple, seguridad y mucho gusto con la diestra, tirando muy bien del oponente que, en un descuido al natural por culpa del viento, comenzó a enterarse de la película, viniéndose a partir de ese momento "vencido" y en busca del hombre, que solventó la papeleta con firmeza y arrojo.
Pero otra vez la espada le jugó una mala pasada, y lo que pudo ser un triunfo casi se convierte en un disgusto pues estuvo a punto de escuchar los tres avisos.
"Cañero" tuvo en primer lugar un novillo muy medido de fuerzas, rebrincadito y con escaso recorrido, al que toreó con limpieza sobre la diestra dentro de un conjunto de largo metraje pero de poco relieve por lo que poco que aportó el astado, que terminó además parándose.
No tuvo suerte "Cañero" con el lote, pues el cuarto tampoco se prestó al lucimiento, un novillo bronco, de cortas embestidas y rematando los viajes con la cara con la nubes, con el que el madrileño no pasó de discreto.
El primero de Puerta cumplió un buen tercio de varas, derribando incluso en el primer encuentro con el caballo, y desarrolló muy buen son en el último tercio; pero el murciano no acertó a tocarle las teclas oportunas, dubitativo, un punto acelerado y sin acabar de rematar los muletazos.
Puso voluntad Puerta, sí, incluso pegó algún pasen aislado de buen trazo pero le faltó creérselo porque el novillo, aún sin terminar de descolgar del todo, fue de triunfo.
El quinto también fue bravo en varas, pero en la muleta no fue tan franco como el anterior, revoltoso, y de medias y descompuestas embestidas. Puerta anduvo aquí algo más centrado pero sin llegar a resolver nada del otro mundo,.
FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Javier Molina, bien presentados y de juego desigual. El mejor, el bravo segundo; y también destacó el encastado y exigente tercero, ovacionados ambos en el arrastre. El resto, deslucidos.
Raúl Cámara "Cañero": estocada (ovación); y tres pinchazos, estocada desprendida y descabello (silencio tras aviso).
Antonio Puerta: pinchazo y estocada ligeramente desprendida (silencio tras aviso); y casi entera tendida y desprendida, y dos descabellos (silencio tras aviso).
Rafael Cerro: dos pinchazos y media (ovación tras dos avisos); y seis pinchazos, media y descabello (palmas tras dos avisos).
La plaza tuvo un cuarto de entrada en tarde fría.
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LA MADUREZ DE CERRO
Hay novilleros que cuando empiezan se atisba en ellos cualidades que les hacen ser firmes promesas del toreo; e igualmente, cuando alcanzan su momento de madurez, se les ve que empiezan a pedir el toro para seguir creciendo. Ese es el caso de Rafael Cerro.
El pupilo de Ortega Cano ha demostrado hoy en Las Ventas que está en un momento espléndido por capacidad, seguridad, firmeza y solvencia en la cara del toro, que ya es un novillero cuajado y con el oficio suficiente para dar un paso más en su carrera. Otra cosa es la espada, el único talón de Aquiles que aún debe pulir.
Un Cerro que salió a por todas desde el principio, recibiendo a su primero "a portagayola", para recetarle a continuación una serie de verónicas con garbo y expresión. El novillo, con muchos pies de salida, tuvo también "carbón" en la muleta, y aquí se vio a ese Cerro más hecho, más maduro, sobre todo en los estatuarios de inicio y en las primeras series con la mano derecha, de mucha consistencia.
La pena fue que el novillo comenzó a acortar el viaje y a orientarse. Fue entonces cuando surgió el Cerro valiente y capaz para aguantar tarascadas de un animal que le buscaba con malas ideas, quedándose debajo y revolviéndose en un palmo, y que apunto estuvo de echársele a los lomos en dos ocasiones. Lástima de espada, pues perdió un más que posible trofeo.
Volvió Cerro a la puerta de toriles para recibir al que cerró plaza, con el que volvió a brillar con el capote en un ramillete de lances genuflexos a la verónica de muy buena compostura, y un galleo por chicuelinas para poner en suerte.
Muleta en mano comenzó su labor de rodillas en el mismo centro del ruedo y, ya de pie, toreó con temple, seguridad y mucho gusto con la diestra, tirando muy bien del oponente que, en un descuido al natural por culpa del viento, comenzó a enterarse de la película, viniéndose a partir de ese momento "vencido" y en busca del hombre, que solventó la papeleta con firmeza y arrojo.
Pero otra vez la espada le jugó una mala pasada, y lo que pudo ser un triunfo casi se convierte en un disgusto pues estuvo a punto de escuchar los tres avisos.
"Cañero" tuvo en primer lugar un novillo muy medido de fuerzas, rebrincadito y con escaso recorrido, al que toreó con limpieza sobre la diestra dentro de un conjunto de largo metraje pero de poco relieve por lo que poco que aportó el astado, que terminó además parándose.
No tuvo suerte "Cañero" con el lote, pues el cuarto tampoco se prestó al lucimiento, un novillo bronco, de cortas embestidas y rematando los viajes con la cara con la nubes, con el que el madrileño no pasó de discreto.
El primero de Puerta cumplió un buen tercio de varas, derribando incluso en el primer encuentro con el caballo, y desarrolló muy buen son en el último tercio; pero el murciano no acertó a tocarle las teclas oportunas, dubitativo, un punto acelerado y sin acabar de rematar los muletazos.
Puso voluntad Puerta, sí, incluso pegó algún pasen aislado de buen trazo pero le faltó creérselo porque el novillo, aún sin terminar de descolgar del todo, fue de triunfo.
El quinto también fue bravo en varas, pero en la muleta no fue tan franco como el anterior, revoltoso, y de medias y descompuestas embestidas. Puerta anduvo aquí algo más centrado pero sin llegar a resolver nada del otro mundo,.
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