TÍTULO: Suiza es España,.
Cuando
en el mundo había dos bloques me resultaban muy simpáticos los
neutrales, a los que no hay que confundir con los neutrones. Una vez que
cayeron los muros que separaban Occidente del resto del mundo, mi punto
de vista sobre los equidistantes empezó a resquebrajarse: no es lo
mismo pasar de todo cuando dos macarras se están zurrando entre sí, que
ver a un gigante abusón hacer lo que le viene en gana con los más
débiles y no decir ni mu.
TÍTULO: Tener las de ganar
No
sale uno de su asombro. Un día abres los periódicos y descubres que
grandes cadenas de hipermercados se las apañan para pagar a sus
proveedores 200 días después de efectuar las compras. No sirve de nada
que existan normativas que lo limitan a un máximo de 90 días porque se
las saben todas. Con conseguir que firmen el consentimiento para recibir
el pago en determinada fecha, se van de rositas y se escapan
judicialmente. Alguien se preguntaba en la radio por qué no denuncian
esos proveedores a las grandes cadenas y la respuesta es muy simple: si
se atreven a intentarlo, no vuelven a ver sus productos en las
estanterías y se los tienen que comer con patatas. Te enteras luego del
rocambolesco desenlace del caso Pallerols,
con sus corruptelas para desviar fondos europeos para la formación de
desempleados, y me acordé de la época en la que trabajé en ese
sector. En aquellos días también sabíamos de entidades que se quedaban
con lo que no les correspondía. O por no hablar de quienes obligaban al
profesor a devolver bajo mano parte del sueldo oficialmente
recibido. Los mismos de siempre preguntaban de nuevo por qué no se
actuaba contra aquella ilegalidad. Volvíamos a dar la misma
respuesta: intentar cualquier heroicidad era una condena a no trabajar
jamás en el sector en muchos kilómetros a la redonda. De estos dos
asuntos, que parecen tan distintos, acaba uno por sacar tres
conclusiones: a quien maneja la sartén por el mango es muy difícil
ponerle contra las cuerdas; retar a quien tiene siempre las de ganar no
es aconsejable; esperar una justicia igual para débiles y poderosos se
está convirtiendo en una quimera.
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