El Gobierno dio ayer un paso para igualar los servicios mínimos que ofrecen todas las comunidades autónomas en materia sanitaria. Ahora es ...
Quiere saber cuál fue la nevada más copiosa ocurrida en su localidad? ¿Cuándo se produjeron las mayores precipitaciones en su provincia?,.
La Agencia Estatal de Meteorología cobrará por los datos climáticos,.
¿Quiere saber cuál fue la nevada más copiosa ocurrida en
su localidad? ¿Cuándo se produjeron las mayores precipitaciones en su
provincia? ¿El día de más calor o frío en su comunidad autónoma? Pues a
partir de ahora deberá rascarse el bolsillo y pagar a la Agencia Estatal
de Meteorología (Aemet) para que le suministre esos datos que antes
eran gratuitos. La medida, justificada desde el organismo por la
obligación de cumplir con una orden ministerial, ha provocado el rechazo
de la comunidad científica universitaria, empresas dedicadas al sector y
aficionados a la meteorología.
La temperatura más baja registrada en España ocurrió un 2
de febrero de 1956 en el Lago Estangento (Lérida), donde los
termómetros descendieron hasta los 32 grados bajo cero. Por contra, el
mercurio reventó en Murcia con 47,2 ºC. un 4 de julio de 1994. Y la
mayor precipitación se produjo un 3 de noviembre de 1987 en la localidad
valenciana de Oliva, cuando una gran tormenta descargó 817 mm (es
decir, 817 litros por metro cuadrado). Estos datos se podían consultar
libremente en la página web de (Aemet). A partir del 20 de noviembre
dejarán de ser públicos. Quienes los necesiten por motivos laborales, de
investigación, o simplemente por curiosidad, deberán pagar por ellos.
«Había sido un gran logro que estos servicios estuvieran
accesibles a cualquier investigador», lamenta el profesor de
Meteorología del departamento de geofísica de la Universidad Complutense
de Madrid, Carlos Yagüe. Y es que las sospechas de que el cobro de
estos servicios responde a motivos recaudatorios está bastante extendido
entre los investigadores. «Imagino que algo tendrá que ver la reducción
presupuestaria», confesó Yagüe.
Entre los organismos más afectados están las
universidades. «Para preparar una clase el acceso a los datos era
fundamental. También para que los alumnos pudieran realizar unas
prácticas», explica el docente. En su opinión, es más preocupante el
aspecto burocrático que el económico. Y es que las universidades, al
igual que otras empresas, podrán firmar convenios de colaboración con
Aemet para reducir el coste de los datos. Sin embargo, deberán realizar
una solicitud sobre la información que les interese. «Todo el proceso se
ralentizará. Se perderá agilidad y el retraso en el tiempo es algo
irreversible en nuestra profesión», confiesa.
En realidad, la polémica tiene su origen hace unos años.
En 2006 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó una orden
ministerial en la que se establecía el régimen de precios públicos a
pagar por cada dato. Sin embargo, su aplicación se retrasó hasta que
este año un informe del Ministerio de Hacienda obligó a ejecutarlo. La
idea es que las bases de datos de la institución, donde están recogidas
las series históricas que se remontan hasta 1920, solo estén disponibles
previo pago a las empresas interesadas y que se lucren gracias a esa
información. Esto incluye desde las cadenas de televisión hasta decenas
de páginas webs.
«Más calidad»
«No es una medida con afán recaudatorio», explica el
director de Producción e Infraestructuras de Aemet, Fernando Belda. En
su opinión, la decisión servirá para evitar la descarga sin control de
la información como ocurría hasta ahora. «Estamos trabajando en
normalizar la situación para elaborar un producto de mayor calidad»,
asegura Belda, quien recordó que España era el único país de la Unión
Europea en el que el acceso a estas bases de datos era gratuita. El
precio fijado en la orden ministerial varía en función de la información
y la duración en el tiempo de la misma. Por ejemplo, el acceso a los
datos de la red de detección de rayos en tiempo real durante un año
cuesta 3.036 euros. Sin embargo, un mapa sobre la misma información pero
de un mes se reduce a 184,4 euros.
Sin embargo, no toda la información estará restringida.
De hecho, un usuario particular apenas notará la transformación. Las
previsiones en tiempo real se mantendrán en la web. Es decir, la
tradicional consulta para conocer la previsión meteorológica con vistas a
un viaje seguirá disponible, aunque no queda especificado con cuántos
días de antelación se podrá consultar. Y es que la orden ministerial es
bastante ambigua en ese aspecto ya que excluye del pago las predicciones
para comunidades autónomas o de toda España a «medio plazo próximo».
También están exentos de pago los avisos y predicciones
meteorológicas relacionados con fenómenos atmosféricos adversos
potencialmente peligrosos, el asesoramiento prestado a las
administraciones públicas, el apoyo meteorológico a la navegación aérea,
o la información suministrada a las Fuerzas Armadas.
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