En la Revista XL Semanal en la última hoja le hace una entrevista con el título llamado Desayuno de Domingo, pero nosotros ponemos una entrevista parecida,.
Frank de la Jungla: Me llamo Francisco Javier Cuesta y nací en León hace 41 años. Soy herpetólogo, experto en serpientes y sus venenos, . Casado con una tailandesa, tengo tres hijos,. Presento " Frank de la Jungla" en Cuatro,. Su frase favorita es la siguiente, ¡ En España nos quedan bichos! ¡Se los están cargando los pesticidas"!.
Francisco Javier Cuesta, más conocido como Frank Cuesta o Frank de la Jungla (León, España, 16 de octubre de 1971) es un presentador de televisión.
Frank de la Jungla vuelve a Cuatro.
Fran Cuesta, listo para volver.
Frank de la Jungla, herido grave en un accidente de helicóptero,.
El popular presentador de televisión Frank Cuesta, más conocido como Frank de la Jungla ha sufrido un accidente de helicóptero cerca del río Mekong (entre Tailandia y Vietnam). Así lo ha anunciado el propio Frank subiendo a sus perfiles de Twitter y Facebook una imagen en la que aparece con el ojo amoratado, un collarín y un vendaje en la cabeza. En un principio, el aventurero escribió en su perfil de Facebook un misterioso y texto sobre el incidente, que aclaró poco después."Lloro por dentro porque no me salen las lágrimas de la rabia, pero nunca pensé que existiera una rabia calmada. Nunca pensé que el cuerpo pesase tanto en el aire y por supuesto ni me imaginaba el aguante que tiene", escribía Frank.
Siempre supe que mi Angel de la guarda no se quiere ir al cielo todavía Fuentes de la productora Molinos de Papel han asegurado a 2ominutos.es que el incidente se ha producido en el ámbito privado de Frank Cuesta y que no está relacionado con la grabación de su programa. El presentador asocia su percance con su apego por la aventura: "Quieres o pretendes ser un aventurero pero te das cuenta que la aventura conlleva sus desgracias, pero nunca me imagine que podemos sobrevivir como los animales".
El accidente con el aparato le provocó la rotura de "varios huesos" y "cuatro días de infierno", mientras se producía su rescate. "Nunca he pasado tanto miedo que me he quedado paralizado sin saber que hacer durante horas", confesaba el aventurero, que añadía detalles del suceso, afirmando que nunca había "sufrido tanto la ida de un desconocido. Nunca pensé que la persona que creo que me odia más en este mundo hiciera lo que fuera por llegar hasta mí para ayudarme".
Al parecer, fueron las ganas de vivir marcaron la diferencia entre la vida y la muerte: "Nunca hubiera pensado que importaba tan poco cuando se apagan las luces. En ningún momento de mi vida me había planteado que la testarudez de mi cabeza fuera a ser capaz de salvarme la vida".
"Siempre supe que mi Angel de la guarda no se quiere ir al cielo todavía. Siempre supe que las cosas no pasan por casualidad y poder ver por la noche sin luz no llega porque si. Siempre supe que al final del día nuestro círculo se cierra con los dedos de la mano. Siempre supe que meterme en líos es un trabajo muy duro de lleva pero nunca supe los limites", reflexionaba el presentador.
Su Desayuno es el siguiente una tortilla de chorizo con un vaso leche con café,foto.
TÍTULO: HUMOR CONTRA LA BARBARIE.
Observo el escritorio donde están las
facturas y recibos de cobro acumulados de un mes y más, me dan ganas de
pensar en la cosas que no valen la pena y por eso mismo no tienen
precio, entonces recuerdo que hace un par de meses leí una frase de
William Ospina sobre Colombia que me hizo pensar por el valor y precio
de la poesía, decía así: “No hay labor más ingrata que tener que repetir
lo que todos deberían saber, o lo que todos saben y fingen ignorar”. Yo
me pregunté: ¿será que la poesía es algo que todos saben pero fingen
ignorar o algo que todos ignoran y deberían saber? Y me respondí de
inmediato: “La poesía es algo de lo que nadie sabe y que todos fingen
conocer”, aun los poetas.
Los poetas fingen, la afirmación viene de Fernando Pessoa, ese hombre que era una muchedumbre y decía sin pudor: “Yo soy una antología”. Él vio con más claridad que ninguno el absurdo de la poesía y con tremenda ironía, o sentido común, la dijo en un poema:
“El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que llega a fingir que es dolor
El dolor que de veras siente”.
(Autopsicografía)
La misma idea está en Nietzsche cuando en su Zaratustra dijo que los simples poetas no pueden pretender a la verdad porque mienten y “tienen que mentir a sabiendas”.
¿A sabiendas de qué? Pues de que la poesía no existe y si existió está
muerta. De ahí que Nicolás Gómez Dávila, un colombiano, rolo y católico,
que después de leer y releer su biblioteca de 30.000 libros en lenguas
vernáculas, concluyera con pesar: “La palabra no fue dada al hombre para engañar, sino para engañarse”.
¿Si pensadores creyentes y ateos
coinciden en que la poesía es un engaño, si no sirve, por qué de una vez
no se la olvida y seguimos con otra cosa? Bueno yo creo que la
respuesta está en que también, con los años, con la historia, nos hemos
venido dando cuenta de que todas las demás ideas con las que se ha
intentado dar cause y sentido a nuestra vida, también son un engaño.
Un sinsentido como el de la poesía, bien
podría reemplazar otro como el de Dios, no fue soberbia cuando Wallace
Stevens afirmó en su Adagia,: “Después que se ha abandonado la creencia en Dios, la poesía es esa esencia que toma su lugar como la redención de la vida”.
Esa idea de redención esta en todo
aquello que humaniza sin cobrar, como afirmaba Octavio Paz, no sólo hay
poesía en el poema, también en cuadros, canciones, sinfonías, hechos y
personas se encuentra. Está allí, pero no la vemos, porque la ceguera de
una sociedad consumista y mediatizada donde nadie se concentra en lo
humilde y no pueden valorar lo que no sea útil o rentable, impide
acceder a esos dones cotidianos. Y en últimas no queda más refugio para
hallar poesía que el poema.
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