A punto de cumplir 66 años, Susan Sarandon-foto-. sigue manteniendo el ímpetu de ... A mí me gusta trabajar con actores que conozco bien y Richard era ... No creo que dijera lo mismo si otra actriz hubiera aceptado el personaje,.
Susan Sarandon no parece afectada por ese virus que se extiende por Hollywood que no ofrece buenos papeles a las mujeres maduras. Este viernes llega a ls pantallas con El fraude, el filme que protagoniza con Richard Gere y que levantó el telón del pasado Festival de San Sebastián.A punto de cumplir 66 años, Susan Sarandon sigue manteniendo el ímpetu juvenil. Esta semana estrena en España el filme de suspense El fraude, estrenado en el Festival de San Sebastián, donde da vida a una mujer de la alta sociedad, casada con un financiero acusado de ser un títere dentro de un caso de corrupción, al que interpreta uno de sus mejores amigos, Richard Gere, al que en hoyCinema homenajeamos con motivo de sus 40 años de carrera con sus 10 películas más destacadas
Pronto llegará también a las pantallas Cloud Atlas, una película de los hermanos Wachowski rodada como una trilogía. Y también The company you keep, que protagoniza junto a Robert Redford.
Al mismo tiempo es una empresaria de éxito gracias al ping-pong, pues junto a Frack Raharisony, Andrew Gordon y Jonathan Bricklin, ha creado SPIN Galactic, un club de ping-pong con locales en Nueva York, Milwaukee, Toronto y Los Angeles.
De hecho su próximo proyecto se llama Ping Pong Summer, y narra la historia de un adolescente que tiene pasión por el tenis de mesa.
Con Sarandon, una «gran admiradora de las películas de mujeres», como ella misma se definió en una entrevista con hoyCinema, hemos charlado de El fraude (pincha aquí para leer la crítica de la película) de sus próximos proyectos y de su nueva faceta como empresaria.
¿Cómo consigue meterse en la piel de una dama de clase alta con esa actitud?
Confieso que ha sido un papel muy divertido de interpretar. Me sentí feliz cuando me regalaron los jersey de cachemira con que aparezco en la película.
¿Se los regalaron?
Absolutamente. No el vestido de gala, pero la mayor parte del vestuario conseguí llevármelo. Es raro que yo quiera llevarme algo del vestuario de mis películas, pero en este caso me encanto la ropa que habían elegido y les pedí si me la regalaban.
Con El fraude debuta como director Nicholas Jarecki, ¿imaginaba que seria capaz de hacer un filme a la altura de las circunstancias y los actores?
Nick me hablo de la película con pasión, acepte leer su guión y me pareció que necesitaba ciertos cambios. Le dije que contara conmigo dependiendo que actores se involucraban en el proyecto y le sugerí lo que necesitaba retocar según mi punto de vista. El hizo los deberes muy bien porque realmente quería llevar a cabo este filme. Consiguió que Richard Gere se involucrara y cuando me lo dijo no dude en aceptar mi papel. A mi me gusta trabajar con actores que conozco bien y Richard era excelente para el personaje de esta película.
Nick asegura que escribió este personaje pensando en usted.
R: Eso es lo que dice. No creo que dijera lo mismo si otra actriz hubiera aceptado el personaje. Nick y yo tenemos un amigo en común y así es como el guión acabó en mis manos. No fue a través de los caminos habituales de Hollywood, sino que me salte el protocolo y leí porque me lo pidió mi amigo. Con la película Robot & Frank me ha sucedido lo mismo, conocí al director, era su primera película y corrí el riesgo de trabajar a sus ordenes. Muchos realizadores sueñan durante años con su primer proyecto y alguien debe ayudarles para que tengan su oportunidad.
¿Quién le dio a usted su primera oportunidad en el cine?
No sabía lo que quería cuando me fui de mi casa en Nueva Jersey. Lo único que quería era salir de allí, escaparme de mis ocho hermanos. Desde entonces siempre quise vivir nuevas experiencias, hacer un poco de todo y así fue como aterrice en el cine. Mi curiosidad me llevo a convertirme en actriz. Y tuve que llamar a muchas puertas antes de que me dieran mi primera oportunidad.
Ahora es de las pocas actrices que puede seguir rodando películas independientes, un mundo prácticamente en extinción.
Si es muy triste lo que está ocurriendo con el cine independiente. He hecho muchas películas producidas con poco presupuesto, incluso Pena de muerte era independiente o Bernard y Doris que solo se hizo con 500.000 dólares y que finalmente HBO compró, pero no voy a negar que no he tenido problema en navegar el mundo independiente y el de los grandes estudios. Para mí el gran problema de las películas comerciales es que muchas veces carecen de punto de vista. Tratan de llegar a una audiencia tan amplia que la historia sufre. Me gustan las películas que no he visto en el cine y desgraciadamente hay una enorme cantidad de filmes realmente interesantes que se quedan sin distribución. Vivo en Nueva York y tengo la oportunidad de ver en el canal de cine independiente IFC muy buenas películas, así estoy al tanto de lo que realmente ocurre en el mundo del cine independiente.
Su próximo filme es Cloud Atlas donde tiene la oportunidad de interpretar varios personajes.
Si tengo que decirte la verdad yo soy la primera sorprendida. En la película interpreto varios personajes, nada como Halle Berry o Tom Hanks, que son los que hacen prácticamente todo, pero adoro a los hermanos Wachowski y aunque me asustaron con esta propuesta decidí aceptarla. Cuando llegue al rodaje me sentí parte del Circo del Sol porque la atmósfera que habían creado, gente saltando de trapecio en trapecio, y así deberían ser siempre todos los rodajes porque no hubo nadie que no disfrutara grabando este filme. Estoy muy orgullosa de formar parte de Cloud Atlas.
¿Había leído el libro en que se basa la película?
Es un libro muy difícil de leer, aunque las ideas que presenta son buenas. Me pareció divertido y aterrador al mismo tiempo.
¿Es cierto que aficionó a varios actores al ping-pong durante el rodaje de Cloud Atlas?
Jim Sturgess estaba en mi club jugando ping-pong todos los días.
Su próximo filme es, precisamente, una película sobre ping-pong. ¿Se la ofrecieron por la pasión que le despierta este deporte?
Los hermanos Duplass me recomendaron porque saben que juego ping-pong y obviamente querían a alguien interesada en el deporte. Ellos fueron los que me consiguieron la entrevista con el director que al final me ofreció el papel. Me gusta su historia y creo que es un milagro que se lleve a cabo. Es la versión Karate Kid de ping-pong y yo soy el señor Miyagi. Así que no me verás jugando mucho.
¿Es buena jugando ping-pong?
Depende de con quien me compares. Represento a todos aquellos que se quieren divertir con el tenis de mesa. Nuestro club SPiN está teniendo mucho éxito y no dejamos de abrir nuevos locales creo que los siguientes serán Boston, Chicago y Miami. Aunque yo me siento más orgullosa de las 40 mesas que hemos regalado a colegios de Nueva York, son colegios sin recursos y el ping-pong es excelente para desarrollar programas de educación física porque no necesitas mucho espacio.
¿Cuándo empezó a interesarse por el ping-pong?
A mí me sorprende más verme como empresaria. Ha sido algo que se ha desarrollado rápidamente en mi vida y por raro que parezca me siento exótica hablando sobre ping-pong. Me parece mucho más divertido que me pregunten sobre tenis de mesa que sobre política o cine,.
TÍTULO: DEFINITIVO ADIÓS AL ODIO Y LA RABIA;
Casi 25 años ha necesitado Salman Rushdie (Bombay, 1947) para poner punto final a una pesadilla. El ayatolá Jomeini lo condenó a muerte ...
Casi 25 años ha necesitado Salman Rushdie (Bombay, 1947) para poner punto final a una pesadilla. El ayatolá Jomeini lo condenó a muerte por blasfemo con la fetua dictada el día de San Valentín de 1989. Era el autor de 'Los versos satánicos', novela nada respetuosa con el profeta Mahoma y el Islam. Vivió el escritor una larga década con su cabeza bajo precio hasta que las autoridades religiosas iraníes levantaron la condena. Fueron años de plomo, de temor e incertidumbre, clandestinidad, protección extrema y cambios constantes de domicilio. Doce años después Rushdie tuvo el ánimo de novelar esta aventura siniestra -a veces jocosa- y poner punto final a este episodio de su biografía. El resultado son las casi setecientas páginas de 'Joseph' Anton' (Mondadori), unas esperanzadoras memorias en las que «brilla el humor y no cabe el rencor».
Se ha esforzado en arrinconar el rencor para propiciar la carcajada del lector en medio del horror. «Caer en la trampa del odio habría sido autodestructivo. No quería pasar el resto de mi vida sintiendo una amargura y un rencor que me hubieran consumido», explica risueño y libre de guardaespaldas. «Quería ser el mismo escritor que fui antes de la fetua y eso hacía necesario desprenderse de los sentimientos negativos, esperar a que pasara la rabia», dice. Necesitó una cura de tiempo «para poder escribir desde la tranquilidad, sin el lastre de las emociones desde un punto de paz que me permitiera mirar atrás con calma», insiste.
Conrad y Chéjov
Joseph Anton fue el seudónimo que usó para protegerse en aquellos terribles años uniendo los nombres de pila de sus admirados Conrad y Chéjov. En la portada del libro se advierte que son unas memorias, pero insiste Rushdie en que es «una novela en la que todo es cierto y con mucha autobiografía». Estaba muy harto de la coletilla del 'escritor condenado a muerte' y quiso «pasar página definitivamente». «Todo queda dicho. Es el punto final. No hablaré más de esta parte de mi vida e invitaré a leer el libro a quien me pregunte», dice un Rushdie empeñado en «acabar con el cotilleo». «La literatura es un proyecto a largo plazo; los escándalos pasan y se olvidan y los libros permanecen. Ojalá este siga vivo dentro de cien años».
Supo que debería novelar tras un descorazonador comienzo en primera persona «plagado de yoes y mis, pronombres de insoportable tono narcisista». Encontró un bálsamo y un eficaz cambio de registro en la tercera persona y creó «un personaje llamado Salman Rushdie que se parece al joven escritor que fui y que tiene algo del que soy ahora». Con todo, afirma que no ha sido condescendiente y que se da caña. «Hay que ser bastante duro con uno mismo y no autoexcusarse. El autor es la persona más criticada del libro y es mucho más fácil ser crítico cuando dices él que cuando escribes yo».
A cinco lustros de la publicación de 'Los versos satánicos' y doce de la retirada de la fetua, la intolerancia que generó su condena a muerte sigue tan viva o más que entonces, a juicio del escritor. «El ataque a aquel libro no es algo aislado. Fue el prólogo de la historia que hemos visto desarrollarse en estos años». «Las ideas medievales de herejía, blasfemia y apostasía, más propias de la inquisición española que del siglo XX, siguen ahí. Hemos visto cómo se han desarrollado políticas extremistas y sus consecuencias», aseguró. Recordó a autores y traductores que sufrieron ataques, que pagaron con su vida o su libertad «en Turquía, Argelia, Japón o Egipto, donde vimos cómo era acuchillado el Nobel Naguib Mahfuz». «Trato de destacar cómo esa violencia se ha ido propagando y los ataques se han extendido más allá de los novelistas. Los atentados del 11-S son un eslabón de una misma cadena y fruto del mismo espíritu intransigente e intolerante que me condenó».
La rabia que aplacó le permite no renegar de la novela que le mostró el infierno de la intolerancia. A diferencia de Roberto Saviano, autor de 'Gomorra', la valiente denuncia de los métodos mafiosos que hizo del escritor italiano un condenado en vida que renegó de su 'criatura'. «No odio 'Los versos satánicos'. Me enorgullece que se pueda leer como una novela más sin la carga de la fetua y su crisis», dice Rushdie.
Del vídeo que ridiculiza a Mahoma y que ha vuelto a encender todas las alarmas destaca su «espantosa calidad». «Cualquiera puede ofenderse con los bodrios de YouTube, pero es ridículo y erróneo responder con tanta violencia a algo tan malo». Estima que la reacción «es parte de la paranoia que se propaga por el mundo islámico sobre el supuesto afán de Occidente por destruir el Islam, que crea violencia».
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