Alexander Skarsgard es Eric, uno de los atractivos vampiros de 'True Blood': «Para el papel me inspiré en los documentales de leones».
Sin duda, la trilogía 'Milenio' ha convertido Escandinavia en un lugar atractivo a los ojos del mundo. Alexander Skarsgard (Estocolmo, 1976) contribuye al encanto con su trabajo en 'True Blood'. Gracias a esta serie de vampiros que emite Cuatro (sábados de madrugada), el actor se ha convertido en un símbolo erótico de la pequeña pantalla. Eric, papel interpretado por Skarsgard, brinda erotismo, peligro y un lacónico humor que hace palpitar la femoral de todos los admiradores de la ficción. En EE UU, su quinta temporada se estrena el 6 de junio y en agosto llegará a España de la mano de Canal+.
- Suecia está de moda. ¿Se siente usted embajador de su país?
- No siento esa responsabilidad, pero confieso que estoy muy orgulloso de mi país y trato de representarlo de la mejor manera posible. Lo echo mucho de menos cuando estoy en Los Ángeles.
- ¿Qué le falta de Estocolmo?
- Mi familia y todos mis amigos de la infancia. Además, el estilo de vida es muy diferente. Estoy feliz en Los Ángeles, pero la vida es distinta. Allí ni siquiera tenía coche, iba caminando de un lado a otro. En Los Ángeles uno vive dentro de una burbuja, no hay espontaneidad.
- ¿La nueva temporada de 'True Blood' viene cargada de sexo?
- ¿Cuando has visto un episodio de 'True Blood' sin sexo? El público tiene la oportunidad de sentarse y disfrutar porque, además de sexualidad, tiene guiones y diálogos muy inteligentes. Creo que dicen mucho de nuestra sociedad.
- ¿Le atraen las situaciones extremas igual que a su personaje?
- Algunas veces sí porque hay algo destructivo dentro de mí. Tengo cierta tendencia a buscarme problemas. No puedo acercarme demasiado a alguien que es destructivo o oscuro porque entonces me meto yo también en el agujero del conejo.
- ¿Cómo ha conseguido que este vampiro no sea una caricatura?
- Trato de no sobreactuar. Lo manipulo a mi antojo. Soy un fanático de las viejas películas de vampiros, desde la interpretación de Max Schreck en 'Nosferatu', hasta la de Bela Lugosi en 'Drácula'. Eric es dueño de un club y parece humano. En ese sentido quería hacerlo real, pero al mismo tiempo mostrar sus cualidades animales. El factor peligro es importante en este personaje
- Dicen que se inspiró en un documental de leones en África.
- Sí. Viendo ese documental me sorprendió el comportamiento de los leones; su confianza, su elegancia... Pensé que sería interesante mostrar a Eric como ellos.
- ¿Cómo es él?
- Muchos le cuestionaron después de la primera temporada, pero han descubierto que hay mucho más de Eric de lo que pensábamos. Es más que un villano. Es leal y tiene muchas emociones, aunque se deja guiar por su instinto animal.
- La sexualidad de Eric le está convirtiendo en un símbolo erótico. ¿Le gusta la etiqueta?
- Soy consciente de que mi imagen pública se identifica con la de mi personaje, pero yo no soy como Eric. Al público lo que en realidad le gusta es mi personaje, no yo. De todas formas a mí no me interesan los papeles en los que aparezco solo para lucir físico. Siempre he tratado de buscar personajes que tuvieran sustancia. Es un suicidio artístico ser demasiado vanidoso.
Actor y militar
- Están en pleno rodaje de la quinta temporada. ¿Cuánto tiempo se ve en la serie?
- No sé cuántos años. Se supone que los vampiros no envejecemos, así que será un problema si llego a los 55 y sigo siendo Eric.
- ¿Habrá una sexta temporada?
- Estoy seguro. Alan Ball ya ha dicho que va a dejar la serie este año, pero ya han anunciado que otro guionista se hará cargo. Yo tengo seis años de contrato, lo que ocurra después ya se verá.
- Acaba de estrenar 'Battleship' en el cine. ¿Ya tiene tiempo para sentir la soledad de Los Ángeles?
- Sí. En Estocolmo mis amigos viven a cinco calles de mi casa. No tengo que pedirles hora para ir, puedo aparecer cuando sea. En Los Ángeles nadie hace planes de forma espontánea, son siempre organizados. Eso no va conmigo porque nunca sé a que hora voy a terminar de rodar. Aunque el clima es bueno, le falta la energía de Londres, Nueva York o Madrid.
- En el filme se convierte en un militar. Usted también estuvo en el ejército antes de ser actor.
- En realidad fui actor, luego militar y después actor otra vez. Fue hace quince años. Una experiencia muy útil a la hora de preparar 'Battleship'.
- ¿Por qué se apuntó?
- Me inscribí buscando un reto. Tenía 19 años y había crecido en una familia muy bohemia, artística. Supongo que mi lado rebelde me llevó a buscar su disciplina.
Sin duda, la trilogía 'Milenio' ha convertido Escandinavia en un lugar atractivo a los ojos del mundo. Alexander Skarsgard (Estocolmo, 1976) contribuye al encanto con su trabajo en 'True Blood'. Gracias a esta serie de vampiros que emite Cuatro (sábados de madrugada), el actor se ha convertido en un símbolo erótico de la pequeña pantalla. Eric, papel interpretado por Skarsgard, brinda erotismo, peligro y un lacónico humor que hace palpitar la femoral de todos los admiradores de la ficción. En EE UU, su quinta temporada se estrena el 6 de junio y en agosto llegará a España de la mano de Canal+.
- Suecia está de moda. ¿Se siente usted embajador de su país?
- No siento esa responsabilidad, pero confieso que estoy muy orgulloso de mi país y trato de representarlo de la mejor manera posible. Lo echo mucho de menos cuando estoy en Los Ángeles.
- ¿Qué le falta de Estocolmo?
- Mi familia y todos mis amigos de la infancia. Además, el estilo de vida es muy diferente. Estoy feliz en Los Ángeles, pero la vida es distinta. Allí ni siquiera tenía coche, iba caminando de un lado a otro. En Los Ángeles uno vive dentro de una burbuja, no hay espontaneidad.
- ¿La nueva temporada de 'True Blood' viene cargada de sexo?
- ¿Cuando has visto un episodio de 'True Blood' sin sexo? El público tiene la oportunidad de sentarse y disfrutar porque, además de sexualidad, tiene guiones y diálogos muy inteligentes. Creo que dicen mucho de nuestra sociedad.
- ¿Le atraen las situaciones extremas igual que a su personaje?
- Algunas veces sí porque hay algo destructivo dentro de mí. Tengo cierta tendencia a buscarme problemas. No puedo acercarme demasiado a alguien que es destructivo o oscuro porque entonces me meto yo también en el agujero del conejo.
- ¿Cómo ha conseguido que este vampiro no sea una caricatura?
- Trato de no sobreactuar. Lo manipulo a mi antojo. Soy un fanático de las viejas películas de vampiros, desde la interpretación de Max Schreck en 'Nosferatu', hasta la de Bela Lugosi en 'Drácula'. Eric es dueño de un club y parece humano. En ese sentido quería hacerlo real, pero al mismo tiempo mostrar sus cualidades animales. El factor peligro es importante en este personaje
- Dicen que se inspiró en un documental de leones en África.
- Sí. Viendo ese documental me sorprendió el comportamiento de los leones; su confianza, su elegancia... Pensé que sería interesante mostrar a Eric como ellos.
- ¿Cómo es él?
- Muchos le cuestionaron después de la primera temporada, pero han descubierto que hay mucho más de Eric de lo que pensábamos. Es más que un villano. Es leal y tiene muchas emociones, aunque se deja guiar por su instinto animal.
- La sexualidad de Eric le está convirtiendo en un símbolo erótico. ¿Le gusta la etiqueta?
- Soy consciente de que mi imagen pública se identifica con la de mi personaje, pero yo no soy como Eric. Al público lo que en realidad le gusta es mi personaje, no yo. De todas formas a mí no me interesan los papeles en los que aparezco solo para lucir físico. Siempre he tratado de buscar personajes que tuvieran sustancia. Es un suicidio artístico ser demasiado vanidoso.
Actor y militar
- Están en pleno rodaje de la quinta temporada. ¿Cuánto tiempo se ve en la serie?
- No sé cuántos años. Se supone que los vampiros no envejecemos, así que será un problema si llego a los 55 y sigo siendo Eric.
- ¿Habrá una sexta temporada?
- Estoy seguro. Alan Ball ya ha dicho que va a dejar la serie este año, pero ya han anunciado que otro guionista se hará cargo. Yo tengo seis años de contrato, lo que ocurra después ya se verá.
- Acaba de estrenar 'Battleship' en el cine. ¿Ya tiene tiempo para sentir la soledad de Los Ángeles?
- Sí. En Estocolmo mis amigos viven a cinco calles de mi casa. No tengo que pedirles hora para ir, puedo aparecer cuando sea. En Los Ángeles nadie hace planes de forma espontánea, son siempre organizados. Eso no va conmigo porque nunca sé a que hora voy a terminar de rodar. Aunque el clima es bueno, le falta la energía de Londres, Nueva York o Madrid.
- En el filme se convierte en un militar. Usted también estuvo en el ejército antes de ser actor.
- En realidad fui actor, luego militar y después actor otra vez. Fue hace quince años. Una experiencia muy útil a la hora de preparar 'Battleship'.
- ¿Por qué se apuntó?
- Me inscribí buscando un reto. Tenía 19 años y había crecido en una familia muy bohemia, artística. Supongo que mi lado rebelde me llevó a buscar su disciplina.
Alexander Skarsgard acaba de estrenar en la gran pantalla 'Battleship'-foto.
Mi imagen se identifica con la de mi papel, pero yo no soy como Eric. Al público le gusta él, no yo.
TÍTULO: LE INHABILETAN PARA SER GANADERO POR DEJAR MORIR DE HAMBRE A SUS CABALLOS.
El dueño de una parcela del polígono ganadero debe pagar 11.040 euros de multa y no podrá tener caballos en cuatro años y medio .
Se terminó el ver caballos muertos o famélicos en la parcela del polígono ganadero de Cáceres propiedad de Antonio R. M. Al menos no se verán durante los cuatro años y medio en los que, por sentencia judicial, se ha prohibido que se dedique a comerciar o cuidar ganado.
Además de esta inhabilitación, Antonio R. M. debe pagar una multa de 11.040 euros por ser responsable de un delito de maltrato de animales.
El fiscal, en un principió, tenía previsto pedir tres años de prisión para Antonio R. M., pero al final se ha llegado a un acuerdo con él y su abogado. Ha reconocido el maltrato a los caballos, conformándose con los cuatro años y medio de inhabilitación, y un año y medio de prisión, además de 90 euros de multa. El año y medio de prisión se han transformado en el pago de 10.950 euros.
Esta condena también afectará positivamente a la seguridad vial, ya que los caballos de Antonio han estado implicados, al menos, en un accidente de circulación. El Ayuntamiento ha incoado en los años 2008 y 2009 hasta diez expedientes administrativos contra él por dejar sus caballos en la vía o sus inmediaciones sin custodia. El Juzgado de lo Penal número 1 le condenó por cometer un delito contra la seguridad vial, por provocar un accidente de circulación el 31 de marzo de 2009 con uno de sus caballos.
Esta vez ha sido el Juzgado de lo Penal número 2 el que le ha condenado por un delito continuado de maltrato de animales domésticos.
En septiembre de 2009, en el interior de su parcela, según la denuncia de la Fiscalía dejó morir a un caballo por falta de comida y bebida, estando a su lado otros 12 caballos que fueron auxiliados al encontrarse en muy mal estado. Junto a estos animales había restos óseos de un caballo semienterrado en estiércol.
También fue acusado de que poco después se le murió otro caballo de hambre y sed, teniendo tanta necesidad de alimentos los otros animales que llegaron a comer sus propios excrementos.
En julio de 2010 fueron encontrados tres caballos de su propiedad en muy mal estado dentro de una finca que no era suya; y en noviembre del 2010 en el interior de su parcela, se murió otro caballo que fue comido, en parte, por perros. En febrero de 2011 la policía local tuvo que salvar a otro animal de su propiedad que se enredó en una alambrada de espinos.
A su explotación ganadera, según la acusación pública, no acudía un profesional veterinario desde el año 2007, aunque el que le correspondía por la zona había intentado ponerse en contacto con él sin haberlo conseguido.
Se terminó el ver caballos muertos o famélicos en la parcela del polígono ganadero de Cáceres propiedad de Antonio R. M. Al menos no se verán durante los cuatro años y medio en los que, por sentencia judicial, se ha prohibido que se dedique a comerciar o cuidar ganado.
Además de esta inhabilitación, Antonio R. M. debe pagar una multa de 11.040 euros por ser responsable de un delito de maltrato de animales.
El fiscal, en un principió, tenía previsto pedir tres años de prisión para Antonio R. M., pero al final se ha llegado a un acuerdo con él y su abogado. Ha reconocido el maltrato a los caballos, conformándose con los cuatro años y medio de inhabilitación, y un año y medio de prisión, además de 90 euros de multa. El año y medio de prisión se han transformado en el pago de 10.950 euros.
Esta condena también afectará positivamente a la seguridad vial, ya que los caballos de Antonio han estado implicados, al menos, en un accidente de circulación. El Ayuntamiento ha incoado en los años 2008 y 2009 hasta diez expedientes administrativos contra él por dejar sus caballos en la vía o sus inmediaciones sin custodia. El Juzgado de lo Penal número 1 le condenó por cometer un delito contra la seguridad vial, por provocar un accidente de circulación el 31 de marzo de 2009 con uno de sus caballos.
Esta vez ha sido el Juzgado de lo Penal número 2 el que le ha condenado por un delito continuado de maltrato de animales domésticos.
En septiembre de 2009, en el interior de su parcela, según la denuncia de la Fiscalía dejó morir a un caballo por falta de comida y bebida, estando a su lado otros 12 caballos que fueron auxiliados al encontrarse en muy mal estado. Junto a estos animales había restos óseos de un caballo semienterrado en estiércol.
También fue acusado de que poco después se le murió otro caballo de hambre y sed, teniendo tanta necesidad de alimentos los otros animales que llegaron a comer sus propios excrementos.
En julio de 2010 fueron encontrados tres caballos de su propiedad en muy mal estado dentro de una finca que no era suya; y en noviembre del 2010 en el interior de su parcela, se murió otro caballo que fue comido, en parte, por perros. En febrero de 2011 la policía local tuvo que salvar a otro animal de su propiedad que se enredó en una alambrada de espinos.
A su explotación ganadera, según la acusación pública, no acudía un profesional veterinario desde el año 2007, aunque el que le correspondía por la zona había intentado ponerse en contacto con él sin haberlo conseguido.
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