Luchó contra la dictadura, vivió exiliado en Francia durante treinta años y su cuerpo será donado a la ciencia
El exguerrillero nacido en Las Hurdes falleció en Coria a los 94 años.
Fue el 'maquis' más famoso de los que haya tenido Extremadura. Gerardo Antón, 'Pinto', falleció ayer, a los 94 años, después de una vida repleta de episodios, vivencias, idas y vueltas, que han dado para mucho.
Nacido el 23 de abril de 1917 en la localidad hurdana de Aceituna, 'Pinto', como era conocido por todos desde hace décadas, era uno de los pocos guerrilleros antifranquistas que aún podía contar su vida en primera persona. A sus años en la sierra, durante la Guerra Civil, le siguió el exilio, en Francia, que se prolongó durante treinta años. A su vuelta, Gerardo Antón recorrió la geografía extremeña y parte de la española explicando cómo había sido su vida. En conferencias, charlas, ponencias, mesas redondas... Su vida dio incluso para un libro, titulado 'Guerrilla y franquismo: memoria viva del maquis Gerardo Antón', escrito por el historiador Julián Chaves. También para un documental, 'Pinto: diario de la guerrilla', dirigido por Alberto Durán, y que durante sesenta minutos recorre los paisajes, físicos y de la memoria, por los que se movió este hurdano que no tendrá entierro porque así lo quiso, conforme a los ideales que le marcaron desde joven y con los que vivió comprometido hasta su final. Ese documental incluía testimonios de medio centenar de personas que le conocieron y compartieron experiencias con él en algún momento de su larga y ajetreada vida.
Siempre fiel a los movimientos de izquierda, con los que colaboró activamente, ayer, el diputado de Izquierda Unida-Verdes-Siex en la Asamblea, Víctor Casco, enviaba a los medios de comunicación un correo electrónico anunciando «la triste noticia», escribía.
En su memoria
En ese breve texto, el político resumía bien lo que fue la vida de 'Pinto', al definirle como «un extremeño que luchó en las guerrillas antifranquistas tras la Guerra Civil española y que vivió buena parte de su vida en el exilio, en Francia». «Sus constantes conferencias, los reconocimientos de que fue objeto, sus entrevistas en los medios de comunicación nos han mostrado la faceta de una persona que se comprometió con la democracia y con la República y que sufrió en carne propia la represión de la dictadura de Franco».
Para Casco, «Antón es parte de la memoria histórica, y en el día de su fallecimiento somos muchos los que queremos recoger su legado. Militante comunista, quienes hoy seguimos considerando la justicia social y la República un horizonte, vivimos con tristeza la desaparición de un referente».
Ayer, los que le apreciaban pasaron por el tanatorio de Plasencia, adonde fue llevado su cadáver. El cuerpo de Gerardo Antón, 'Pinto', que pasó sus últimos años en una residencia geriátrica en Coria, será donado a la ciencia.
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